Aprendiendo a quererte

Capitulo 29

Cuando todo marcha bien, cuando por fin logras avanzar y vez un pequeño rayo de luz, todo, absolutamente todo se va a la mierda, ya sea porque tu perro se murió, porque tuviste un accidente, descubres que tu madre te mintió toda la vida, tu ex regresa, no importa cuál sea el motivo, siempre sucede algo que hace que te sientas miserable o mal nuevamente.

En la noche, antes de dormir recibí un mensaje de Valeria en donde decía, o mejor dicho me pedía una reunión, según ella quería hablar y aclarar las cosas, no sé exactamente qué, pero tampoco es como que me importara mucho.

-amor, me voy adelante, tengo prisa- me dice Mariana dándome un beso rápido y corriendo a la puerta- vámonos Santiago.

-voy- el niño pasa corriendo a mi lado y se va sin despedirse de nadie- nos vemos más tarde Alicia- claro, solo se despide de ella.

Vaya…

-te ves pensativo, ¿debería preocuparme o eso es cosa de todas las mañanas?- me pregunta Mateo parándose junto a mí.

-no es nada importante, solo me pareció de mala educación que Santiago no se haya despedido- miento.

-no  Florencio, de mí si se despidió- se ríe Alicia desde el mueble de la sala.

-¿tú no tienes clase hoy?- me quejo.

-no, pero esta noche habrá competencia de acapella y debo cuidar mi voz- dice muy orgullosa de sí misma.

-ese grupo más que un club parece una secta- confieso, es bueno que Alicia se desenvuelva en algo que le gusta como materia extracurricular, pero ese club es… un poco pesado- además ¿Por qué no te quedas en el dormitorio Alpha Gama? ¿Esa es tu casa verdad?

-así es, pero no hay privacidad, la última vez que me quedé ahí mis compañeras me pintaron el cabello de verde, pensaron que era un tinte temporal, de esos removible que se quitan con agua y jabón pero no, era un puto tinte permanente, y odio el color verde desde el incidente de Hulk y Gamora, ¿recuerdas como tenía el cabello? Perecía arbolito de navidad.

Claro que recuerdo eso, ¿Cómo olvidarlo? Si cuando llegó a casa estaba hecha una fiera, intentó arreglar ese desastre pero solo lo empeoró, tuve que llevarla con Nancy en más de una ocasión, ese era un trabajo para días.

-¿hace cuánto fue eso?- pregunta Mateo.

-el incidente de Gamora fue hace un año aproximado, y el del arbolito fue hace… cuatro meses creo.

-tres, tres meses- se queja Alicia.

-¿Tienes foto?

-¡no!

-si-digo al mismo tiempo que Alicia.

-¿Cómo que si?- pregunta incrédula.

-yo quiero verla.

Busco en mi teléfono las fotos que le tomé mientras ella intenta arrebatármelo de las manos.

-Mateo ayúdame- le pide Alicia.

Mateo la abraza impidiéndole moverse.

-esto no es justo, suéltame ya, Eilif suéltame.

-¿Eilif?, oh no hermanita, eso fue un golpe muy bajo Trinidad.

-ya las encontré- Mateo suelta a Alicia y agarra el teléfono, no se contiene y empieza a reír.

Foto tras foto su risa solo aumenta, y no es para menos, ver a tu hermanita menor con el cabello verde mezclado con otros colores y para colmo rígido como paja es algo que no es de todos los días.

-yo… yo quiero estas fotos- dice con dificultad por la risa- se van directo al instagram.

-¡Ni se te ocurra Eilif! Ya toda la universidad me vio así, no necesito que el mundo entero vea eso.

-no le hará daño a nadie.

- a mí sí, es más, si subes eso juro que yo…- su teléfono suena interrumpiéndola- ¡maldita sea! ¿Quién es?- revisa la pantalla y su enojo se disuelve para luego atender la llamada- Claro ahí nos vemos, ya salgo- cuelga- bien hermanitos, tengo que salir, nos vemos más tarde, oh, y lo digo enserio Eilif, sube esa foto y te haré la vida cuadritos.

Nos deja un beso y se va.

Esa es una forma muy dulce de amenazar, a veces esa niña asusta.

-ya se me había olvidado que Alicia a veces da miedo.

-bienvenido de vuelta hermano, ¿aun así vas a querer las fotos?

-sí, las quiero.

-bien- selecciono cada foto para luego enviárselas por whatsaap.

-¿entonces me dirás que tienes?- vuelve a insistir.

-¿a qué te refieres?- me hago el desentendido.

-no te hagas el tonto, sabes a lo que me refiero, no has dejado tu cara de trauma desde que te levantaste.

-¿de trauma?

-sí, de trauma, es como si hubieras recibido la peor noticia de tú vida, o algo malo hubiese ocurrido- no está del todo errado, si es algo malo que tu ex reaparezca, o por lo menos, para mi si lo es- ¿entonces? ¿Me dirás?

-es Valeria, está de vuelta- digo con pocos ánimos.

-¿y Mariana sabe de ella?

-sí, estaba ahí, lo sabe casi todo.

-¿casi todo?

-anoche Valeria me escribió diciendo que quiere tener una “reunión” conmigo- hago comillas con mis dedos en Reunión- la verdad no sé qué pretende conseguir con eso.

-olvídalo- es lo primero que dice.

-¿olvidarlo?

-sí, olvídalo, tú mismo lo has dicho, no sabes que pretende conseguir con eso, y ahora tu vida va marchando muy bien, te veo feliz, no arruines eso- suelto un suspiro, sé que tiene razón pero tampoco es como que pueda ignorarla, tengo una responsabilidad, el trabajo lo amerita.

-tienes razón, sin embargo no puedo ignorarla por más que me agrade la idea- la sonrisa que tenía es cambiada por una mueca de confusión- simplemente no puedo, tengo un trabajo que hacer, y ella representará a la empresa con la que trabajaré.

-espero que sepas lo que haces hermano, no metas la pata, yo me voy, tengo que trabajar, el deber llama- dice sarcástico- espero terminar de desprenderme de toda esta mierda pronto, no sé cuánto pueda aguantar-quiero decir algo pero no tengo las palabras adecuadas, no sé qué es por lo que ha tenido que pasar, o, incluso que hasta ahora sigue pasando.

-yo también me voy, nos vemos en la noche.

-por supuesto, ah, y algo más- hago un seña para que continúe- piensa bien hermanito, un sí, así sea casual o por algún tipo de compromiso puede cambiar el curso de todo.




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