Adrián
-¿En serio hiciste todo eso?- me pregunta, tratando muy mal de disimular una sonrisa.
-Sí, tal cual como me dijo mi mamá- resoplo recostando mi cabeza -se supone que fue lo más cursi que conseguí, hasta un peluche gigante en medio de la sala coloqué-
-Obvio… con razón te botaron- culmina y una carcajada se le escapa.
-No estas ayudando Sasha, te lo digo en serio… se supone que todo seria perfecto y que tendríamos una relación- resoplo nuevamente cansado mentalmente -ahora no tengo nada-
-Bueno, no quiero decirlo, perooooo te lo dije, Lana es así… nunca ha tenido una relación seria, aunque hace años…- se observa pensativo -hace años, se que salía con alguien por varios meses, incluso pensé que lo presentaría a mamá, pero algo paso y se alejo de todos y luego cuando regreso estaba como si nada-
-Sabes, que creo que si tuvo algo con esa persona- menciono, incorporándome y mirándolo fijamente -ella dijo algo como, no quiero alguien que me diga que hacer o decida por mi… ¿crees que ese hombre le hizo algo?-
Al terminar mi pregunta, Sasha se levanta cambiando el semblante, toma su teléfono y hace una llamada, que no entiendo nada… al ver que tarda, le pido a José, mi asistente, dos infusiones bien calientes.
-Listo- declara tomando asiento nuevamente -¿me decías?-
-¿Qué si piensas que algo le paso para que actuara de esa manera?-
-Eso o que no eres lo suficiente atractivo, para ella y solo eras la diversión de cada fin de semana- me sorprende, sentándose a mi lado y dejando las bebidas.
-¡José! Por Dios, un cascabel te pondré, casi me matas de un infarto-
-Ahh no jefe, no haga eso, mire que mis 7 gatos, no tienen con quien más vivir- mi asistente, se coloca una mano en el pecho de manera dramática.
-¿Tienes gatos?- Sasha lo mira extrañado.
-Tiene siete, pero no se él, son de Deborah- le explico -es su personaje drag-
-¿Deborah?- inquiere de nuevo.
-Ahh mi Sasha, es que nunca has ido al show, pero no te preocupes otro día te llevo… pero aquí lo importante es que a mi jefecito, no le de un infarto y se muera, porque me quedaría sin trabajo y mis pobres michis, no tendrían comida y me tocaría irme a una esquina en las noches, a buscarle el sustento a mis pobres hijos gatunos-
-José no exageres- le reclamo tomando mi bebida -y antes de que preguntes, José hace show de Drag Queen los fines de semana y su nombre es Deborah Penélope-
-Deborah… oh por Dios ya entendí, jajajajaja, ingenioso- Sasha lo felicita.
-Gracias, pero mi Adrián tú sabes que no exagero-
-Bueno, si te quedas sin trabajo… yo te contrato como mi asistente, tal vez así mi madre consiga mejor amiga y se calme-
-Esperen, no cambiemos el tema- pide José, mirándonos seriamente -hablemos del CVP de mi Adrián-
-¿CVP?- preguntamos al unísono.
-Tsh, Corte Violento de Pata- José nos explica, pero quedamos igual
-Que lo dejaron como novia de pueblo- vuelve a explicar y nada.
-¿Cómo pajarito en grama?... ¿nada?- ambos negamos con la cabeza.
-Tsh, hablar con la tercera edad no es fácil- murmura en voz alta -pues que la mocosa te dijo Si sabes contar, no cuentes conmigo… por los clavos de Cristo, que te botaron como chancla vieja… aishhh, terminaron contigo- termina exasperado.
-Bueno, mi lengua materna no es esta, así que no me pidas que entienda algo, que ni Adrián entendió- pide Sasha alzando ambas manos.
-A ti te falta calle- me señala -y a ti… te falta es turismo y yo feliz de dártelo… digo de ser tu guía turista y lo que sea-
-Gracias por su ofrecimiento, pero paso…- dice Sasha y la emoción de José quedo en el subsuelo -esta tarde viajo, así que no podré-
-Y nos volvimos a desviar del tema, que horrible es ser de la tercera edad… entonces Jefecito ¿qué vas hacer?... ¿vas a contestar alguna de las cincuenta llamadas diaria que te hace?, ¿un mensaje?, ¿nota de voz?, ¿videollamada?, ¿dejaras el orgullo de niña sufrida, porque te dijeron que no?-
-¿Te llama cincuenta veces?... eso si es extraña en ella-
-Claro que no- ruedo los ojos antes la exageración -sólo unas cinco, más o menos-
-Bueno, que sólo te llame una vez al mes, es extraño, si no, pregúntale a nuestra madre… pero varias veces y al día… amigo no es por darte ilusiones, pero o le debes dinero o quiere aclaras las cosas-
-¡Ve! Yo le dije que…- me reclama José, golpeando mi hombro con su mano -¡Auch!, pero jefecito, si la depresión le da por ponerse así yo también me quiero deprimir- comienza a tocar mi brazo y lo alejo.
-Insisto si te quedas sin empleo o alguna vez quieres irte de aquí… te contrato-
-Sasha, deja de estar queriendo robar mi personal gracias-
-¡Me morí!, dos buenorros peleando por mi… San Pedro no me llevessss- grita levantando sus manos al cielo.
-Sasha, porque mejor no vamos a comer, antes de que esto se ponga extraño- le pido mirando a José, que comienza hacer un video, explicando porque San Pedro no debe llevárselo.
-Si, es lo mejor-
Responde mirando también a José, salimos de la oficina y lo llevo a comprar unas cosas para su madre y nos despedimos en el aeropuerto.
Regreso a casa, recordando lo que me dijo antes de bajarse del auto.
-Adrián, si realmente te interesa mi hermana… has algo, porque nunca la he visto así y tal vez de rogar se canse… adiós vejestorio- se despido con el mote que usa la mocosa.
-Adiós, solo te llevo cuatro años, recuérdalo-
-Hijo, gracias a Dios llegaste- menciona mamá apenas cruzo la puerta.
-Hola mamá para ti también-
-Esto es serio, Adrián- me dice y su rostro me asusta esta algo pálida y sudorosa.
-¿Mamá qué esta pasando? ¿te sientes bien? ¿vamos al hospital?- pregunto entrando a la desesperación y revisándola.
-No, yo… yo estoy bien es sólo que… vamos a mi cuarto- me pide, pero nada alivia lo que siento, es el vacío en mi pecho eso duele.