Adrián
-¡Pague para nada!-
-Oh Sugargrandpa, para nada no… recuerda, que es por una buena causa… es una inversión- comenta Maggie colocándose de pie.
-Saben- interrumpe Sasha sonriendo -¿qué es lo peor de toda esta situación?-
-Que no es la primera vez que Maggie me estafa-
-¿Qué parte de inversión no entendieron?- ahora es Valery la que pregunta rodando los ojos.
-Creo que mejor me voy- Sasha me mira seriamente -no les hagas caso, en serio- se despide de las chicas entre risas, recibiendo una llamada de su país.
-Bueno Señor Adrián, ya estamos solos-
Valery y Maggie vuelven a tomar asiento frente a mí, mientras la segunda me indica con su mano me acerque.
-Ahora, hablemos de negocios… reales- Maggie entrecierra sus ojos -tenemos la información a donde fueron, además por ser mi abuelo, no deseado cabe destacar, pero abuelo con propósito monetario, te daremos al información de manera gratuita-
-Pshh, niñas por favor, ya no caeré en sus juegos, además no tienen como saber…-
-Ohh yo si escuche- dice Maggie sonriendo -mientras ustedes se negaban y negociaban con Tía Val, digamos que tengo hasta la dirección, ya la busqué y todo- señala su teléfono -Perooo.-
-Nada, en esta vida es… gratis- Valery afirma hacia Maggie -te damos la dirección, pero establecemos los estándares de confidencialidad, así como su paga, nada personal...-
-Solo negocios… para una buena causa, claro está- aclara Maggie.
-Jefecito vi que Sashita salió y el Kimchi delicioso también con la…- José deja su diatriba y mira fijamente a la chicas -estafadoras, pensé que se irían a embaucar a alguien más-
-Ahh José, deja los celos, pudiste pagar, pero no quisiste- Maggie continúa hablando sin dejar de mirarme -o es que acaso crees, que no sabemos, que tienes una cuenta en Andorra con el nombre de Deborah-
-Y que no has gastado ni un centavo de tu salario en más de… 5 años, si no me equivoco- ahora Valery la que interviene.
No sé a cuál de los dos se le cayo más rápido la mandíbula.
-Pero, ¿de dónde sa…- niego con la cabeza -no, no ¿cómo que no has gastado ni un centavo?- inquiero más llenos de dudas.
-Ahh Jefecito, es que los viáticos, usted sabe…-
-Ohh miren ahí van- Valery señala una ventana que da a la calle y se a Lana manejando y a su lado va el Kimchi fermentado.
-¿Dónde se metió Sasha?- pregunto enojado dejando unos billetes sobre la mesa y dirigiéndome a la salida.
-Ohh esta hablando con su representante legal- Maggie responde despidiéndose de la anfitriona.
-¿Con su abogado?- José mira a Sasha, que se ve en medio de una conversación no muy agradable.
-Pshh claro que no- rueda los ojos con obviedad Valery -es con su madre-
-Sugargandpa- Maggie me abraza y me coloca una especie de pin en la chaqueta -toma, son nuestras iniciales, es mi primer regalo hacia mi abuelo-
Su voz cae dos tonos y miro el pin con nuestras iniciales entrelazadas y un corazón de fondo.
-Mini princesa-
-Está bien, ya tengo dinero para poder comprar regalos y significa mucho para mi-
-Bueno, bueno los formalismos y demás, lo pueden dejar para después- nos interrumpe Valery -si el Señor Adrián no quiere la dirección, no se puede obligar, así que mejor nos vamos-
-Sí, es lo mejor, pero aquí- Maggi saca dos tarjetas de presentación y nos las entrega.
-Cualquier cosa que necesiten, nos llamas o un mensaje… lo de la dirección sigue en pie dentro de una promoción y sólo es válido por los próximos 30 minutos- besa mi mejilla, a José pellizca una de sus mejillas y Valery… ella solo asiente con la cabeza.
-Oiga Jefecito, usted cree ¿qué si le sede la dirección de la empresa a la mini princesa la convierta en un conglomerado internacional, con sedes en cada continente y que algunas cosas sean sometidas por chantaje y contratos con letra pequeña?-
-Sí- respondo sin pensar la pregunta de José -no, espera, deja de preguntar esas cosas…. ¡Aish! Ahora ni idea que va hacer Lana, no debería preocuparme ¿cierto?-
-Bueno jefecito, se supone usted es un ser libre, jugando no a dos ni a tres puntas, sino a las que se consiga y ella bueno, como que se canso y llego un kimchi para darle sabor a su vida y…-
-José… ¿te quieres ir a caminando hasta el hotel?- pregunto apenas toma asiento, en el asiento de copiloto.
-Ahh Jefecito, pero no se enoje, porque no llama a sus ultimas citas e intercambian recetas o ¿quiere que le busque a su terapeutas para una sesión privada?- pregunta moviendo sus cejas.
-¡Por Dios!... recuérdame, porque sigues trabajando para mí-
-Porque soy el mejor- responde subiendo sus hombros y lo veo aceptar unas coordenadas en el GPS del auto.
-Listo siga, las indicaciones- señala con la mano y abre sus ojos, pidiéndome que maneje.
-¿A dónde vamos?-
-A darle utilidad a los 2500, que acabo de transferir, así que o maneja o para final de mes, esto entrara entre mis viáticos de trabajo-
-Eres impresionante- menciono de manera sarcásticas.
-Sí, mi michi me lo dice siempre-
-Es sarcasmos José, no es… ¡Aishh! sabes que, olvídalo y venga, vamos a esa dirección-
Por el camión voy pensando hasta en la receta de Berenjenas a la parmigiana, que dieron en el club de madres del colegio, hasta como fermentar la col para el kimchi, como termine con menos dinero en mi cuenta y ¿por qué rayos estoy siguiendo a la voz del GPS?.
-Porque te mueres por saber que va hacer la Lanita de Oveja o mejor dicho que va hacer con el coreanito delicioso, jajajaja- freno de golpe, silenciando la risa de idiota de José.
-Es que la tercera edad es muy delicada vale, ¡auch mi cuello!-
-Si vas a decir estupideces ni hables, es más ni siquiera sé porque viniste-
-Porque, yo fui el que hizo el pago del pack premium, confidencialidad, traducciones online, conversación, registro fotográficos y mensajería instantánea- explica enumerando con sus dedos.