Adrián
-No sabes cuanto te extrañe vejestorio- confiesa, entre besos.
-Yo también mocosa- respondo, atrayéndola conmigo fuera de la cama.
-Adrián- dice separándose y mirándome fijamente -yo, quiero pedirte…-
-¿Desayuno?- la interrumpo, me da miedo lo que tenga que decirme, si lo admito, me aterra.
-Bueno… yo diría almuerzo- señala el reloj al lado de la cama.
-Quien diría que la pastillita azul, fuera tan potente, para tener un efecto 14 horas- ríe, al salir de la habitación y encaminarse a la cocina.
-Bueno- la tomo por la espalda al llegar a la cocina -tal vez debería ser la imagen de las pilas del conejo… aunque anoche fuimos conejitos-
-¡IUGH!, pero que asco- escuchamos una voz masculina quejándose y haciendo sonidos de náuseas.
-¿Pero qué…?- Lana, mira horrorizada la imagen y la oculto detrás de mí, ya que solo lleva mi camisa puesta.
-Saben… fui a tres terapeutas, para que me ayudaran, pero este trauma no me lo quita, pero ni volviendo a nacer, es decir LE VI EL C…- me señala y al verme me coloco detrás de la isla de la cocina y agradezco a José, por taparle la boca y los ojos a Maggie.
-Sabe señor Adrián y Lana, con todo respeto, pero que buen culo se gasta… ahora entiendo, porque tiene 34 citas agendadas-
Valery comenta, a la vez que José y Lana quitan en conjunto un ¿QUÉ?, que estoy seguro lo escucharon en Tailandia.
-Eso si es verdad, eso es un culazo Jefecito, con razón la Lanita de oveja, quería regresar, es con uno así yo…- José levanta ambas manos y las coloca en garras, simulando apretarlas, mordiendo su labio inferior.
-José por Dios! Y niñas ¿qué… que hacen aquí?-
Acuso y escucho como Lana comienza a reírse en mi espalda, y se coloca a mi ladi, igual detrás de la isla.
-Bueno lo del culote, tienen toda la razón- confirma Lana riendo, pero su rostro se torna serio y apunta a los tres invitados no invitados con su dedo índice.
-Pero, en serio… ¿cómo rayos entraron?, ¿por qué mi sistema de seguridad no me alerto?, ¿Qué hacen en mi sala viendo catálogos de autos? ¿por qué le están enviado fotos a Ha Joon?... José-
-Wow, wow son muchas preguntas y no tenemos tiempo- Maggie toma la manta detrás del sofá y me la lanza, señalando que me cubra con ella.
-Sí, hemos perdido toda la mañana aquí, es patético- ahora es Valery, quien rueda los ojos y apoya la cabeza en el apoyabrazos del sofá.
-Por cierto- se levanta señalando el sofá -esta es zona limpia ¿cierto?... ¿no hicieron nada sobre el?-
-Claro que no… es mi mueble favorito ¿por qué lo dañaría?- Lana responde arqueando una ceja.
-Gracias Lana- agradece Maggie alzando sus manos al cielo -eres consciente, debería hablar más a menudo con Cata, porque yo amaba ese sillón, y ahora… ahora esta en el basurero, quemado- expira pesadamente negando y Valery le da palmadas en las espalda de apoyo-
-¿Qué hizo qué? ¿en dónde?- pregunto alterado.
-Ahh la tercera edad es así- José llega hasta el otro lado de la isla coloca sus manos en su boca, como si fuera una corneta.
-QUE TU HIJA LE VALE TRES HÉCTARIAS LOS MUEBLES DE SUS HIJA Y SE FO…- no termina de hablar, porque lo sujeto por el cuello de la camisa dejando medio cuerpo encima de la isla.
-Entendí- murmuro -deja de decir esas cosas frente a las niñas y n…-
-Oh, no te preocupes Sugargrandpa- Maggie mueve su mano restando importancia -he leído todas las novelas que tiene Doña Nana, que son bien explicitas por cierto, dígame esa donde a la protagonista la llevan a un club y se intercambian de parejas y encima lo hacen encima de…-
-Ok, ok, ok entendí gracias… me recuerdas tu edad Maggie, para que estes leyendo esas cosas- exijo firme.
-18 y te recuerdo que a mi edad, Cata ya tenía 2 años-
-Además con la banda sonora, que nos han tenido desde que llegamos- Valery menciona haciendo que los tres afirmen con la cabeza.
-Aunque yo llegue hace un hora, pero si alcance a escuchar, por cierto Jefecito yo no sabía que resistía tanto-
Lana estalla en risas, yo cuento hasta 10 y respiro profundo, para no cavar un hoyo y enterrar a José.
-Bueno, bueno- Lana llama la atención -ahora entiendo, porque mi hermano te ofrece trabajo constantemente-
-Lana toma- le doy para que se cubra y vaya a cambiarse -y me traes algo- señalo mi entrepierna.
-¿Josefina vas a dejar a mi sugargrandpa?- Maggie le reclama a José -después de tanto viatico y hasta kimchi te dejo que…-
-Jajajajajaja, tan querida ella- José tapa la boca de Maggie y ríe forzadamente -como se nota que es su nieta, si es igualita a usted Jefecito un sol… de mediodía… en pleno verano-
-Gracias, eres un divino- Maggie y Valery toman cada una mejilla de él, pellizcándolo.
-Pero a lo que vinimos, hemos perdido mucho tiempo- expresa Valery señalando su reloj.
-Ahh si cierto- Maggie toma asiento en uno de los taburetes de la isla.
Lana llega y me pasa el pantalón y una de mis camisas que había dejado aquí tiempo atrás, se la señala a Lana, a lo que ella solo sube los hombros y guiña un ojo.
-Respondiendo a tus preguntas, hare un resumen general, a ver… digamos, que el curso que Tía Val y yo tomamos de verano, no era vocacional como tal, es decir si nos lo dio la Hermana Lucía, pero más que todo de vocación… a la informática y lo que no se debe hacer en el ciberespacio-
Lana en su idioma, dice varias palabras, que estoy seguro, no fueron ni felicitaciones, ni buenos deseos, para su hermana.
-Con eso y con un contrato Premium, pudimos conocer donde estaba el Señor Adrián y bueno de ahí la clave…- Valery explica.
-El sistema de seguridad y eso- Maggie retoma la explicación -y vinimos por negocios, obviamente, a Tía Val, le gusta más en negro dice, que va más acorde con nuestra personalidad- señala el folleto de autos, colocándolo frente a mí.