Adrián
-Ahh Exjefecito, usted está jugando con fuego-
-Claro que no, buenos días- salimos del ascensor, saludando al personal del piso.
-Claro que sí, no ve como esta mi nuevo Jefecito y eso que es el hermano, el ¡HERMANO!... sólo Dios sabe lo que sería capaz de hacernos, ¡de hacerme!- comenta con voz trémula José.
-Buen día… y hablando de Sasha, ¿no deberías estar con él?, aunque no creo que sea tan malo no…-
-¡¿QUE NO?! ja, claro porque eres un insensible exjefecito, a mí ya me amenazo cuando le enseñaba como contestar el teléfono y, y … ¡Ahh Exjefecito!- José me empuja dentro de la oficina mira alrededor, cierra la puerta y empaña los vidrios.
-Pero que…-
-Shhh, debes hablar bajito- susurra acercándose -creo que puso micrófonos por todas partes-
-José en serio no creo que- tapa mi boca con su mano y con la otra señala silencio.
-Shh, que no hable alto, usted definitivamente no le tiene temor a una…-
-U…una- repito en susurros ante su mirada.
-Sí, a una loca hípster, pero con mejor sentido de la moda- levanta una mano deteniendo mi intención de refutar.
-Escuche bien exjefecito, esa, esa mujer es el diablo… mi Jefecito me tiene aquí pendiente que no hable con la Jefa mayor… ¡Ahh exjefecito! ¿y si lo descubren?, lo único que quedará será su obituario de recuerdo-
-Claro que no, además ¿cómo me va a descubrir?, ¿me delataras?-
-Jamás en la vida exjefecito, tengo dueño nuevo, pero siempre tendrás un lugar en mi corazón-
-Entonces, no veo el fallo- rodeo mi brazo por sus hombros acercándonos a la ventana -sabes José cuando llegas a mi edad te das cuenta de muchas cosas, pero sobre todo de una, ¿sabes cuál?- señalo con mis labios a la lampara de pie, retomando el tono de voz.
-¿Qué… mientras más viejo más bueno?-
-Jajajajajaja, gracias José, pero creo que eres algo parcial en esa parte-
-Vamos exjefecito, es obvio o acaso no te ves al espejo todos los días, si todos los días estas como así… como más rico y…-
-Bueno, bueno- me alejo de su lado al sentir sus manos en pecho.
-Y duro, si estas durito- guiña un ojo.
-Eso no… a ver, no es a eso a lo que me refiero- señalo nuevamente la lampara y al ver que no entiende ruedo los ojos.
-Gracias, pero a mi edad te das cuenta que te quedas sin tiempo y sabes que es peor, que los demás no se den cuenta de las señales- apunto con mi dedo índice la lampara.
-Ehh Exjefecito no estoy entendiendo nada, porque esta se…-
-NO, no es necesario que entiendas te explico- tomo la Tablet de mi escritorio escribiendo en ella y se la muestro.
-Ahhhh ya entendí- ahora fue mi turno de colocar el dedo índice en mis labios.
-Exacto, tengo un hija, que tiene su propia familia, tengo estabilidad económica y si también me veo al espejo, así que no veo el porque no buscar mi propia satisfacción…-
-A ver exjefecito la autosatisfacción es buena hay estudios que demuestran…-
-Por Dios José, no me refiero a eso… sino que Maggie me dio una idea-
-¡No me diga que le cobro!, pshh, por cosas como estas no quería dejarlo solito, es que usted con su cara de pánfilo me lo timan y más ese par de seres de luci, porque a todas estas usted ya le debe hasta la ropa que carga-
-¿Seres de Luci?-
-Sí, de lucifer…- no aguanto y rompo a reír, pero un sonido fuera de la oficina nos alerta.
José me señala la hoja y afirmo con la cabeza.
-José aunque me cause risa, sabes que no me gusta que mi nieta reciba esos motes-
-Pero no es mote es pura verdad, pero…- se acerca y comienza a susurrar.
-¿Cómo descubriste el micrófono?-
-Bueno, pero volvamos al temas- me aclaro la garganta -soy un hombre muy… muy inteligente y se que nada a mi alrededor puede quedarse igual- explico entre líneas señalando la lampara y asiente con la cabeza -así que me dije Adrian puedes hacer lo que quieres no tienes responsabilidad de NINGUN TIPO CON NADIE- hablo frente a la lampara directo al micrófono en forma de punto junto debajo de la mampara.
-ES VERDAD EXJEFECITO- José grita de emoción brincando en su sitio, levanta sus pulgares.
-Eres un galán con todas las letras, pero ¿crees que salir con la mejor examiga tóxica de la princesa estará bien? ¿verdad?- rueda los ojos -jejejeje esa niña, bueno mujeron, porque hasta a mí, que me gusta jugar en mi mismo bando, debo confesar que esa mujer esta buenísima desde donde se le mire, peor bien tóxica si es- susurra lo último.
-En esto tienes toda la razón- niego con la cabeza y me santiguo -esa niña, lo único que tiene de niña esta en mi memoria, pero que puedo hacer, si fue capaz de terminar su amistad con mi princesa, porque quería que tuviésemos algo… bueno quien soy yo para negarme en la actualidad-
-Uhhhhh, galán si darle una oportunidad significa una canita al aire, después de 8 años llamándote, yendo y viendo desesperada por tus huesitos, entonces no me importa, es más tengo varias amigas recién entrenadas en su mayoría de edad, que siempre que te ven babean por tí-
-Mmm creo que por ahora con Selena pasare el rato-
-Es Selene- murmura rodando los ojos.
-Ahh si con Selene, sí, es más voy a…- el teléfono interno suena no permitiendo que hable.
-Saenz-
-Señor disculpe, he intentado comunicarme con su secretaria y nadie contesta, y mire la hora que es, no sé creo que se esta tomando como muchas atribuciones-
-Bueno creo que la de las atribuciones es otra persona- le escucho aclararse la garganta -además no le debo ningún tipo de explicación al respecto, ahora para que me llama-
-Disculpe Señor… mm, es que usted me pidió que le recordaba bajar al almacén-
-Ohhh cierto gracias-
-Uff exjefecito, cuando te pones en plan soy todo un papacito jefe ¡me encantas!, grrr-