Aprendiz del más allá

Maldad extrema parte 3

Faltaban más competidores en pasar, el turno era de Isidro con su patito Juanito contra Pedro y conejito orejas, ¿Están listos? Preguntó Blair.

--- si, dijeron ambos muy concentrados.

Sin dilatar sonó la corneta y comenzaron los rocasos contra orejas y Juanito, los pobres animalitos se ocultaban tras las pequeñas rocas, a estás alturas ya la preocupación por la vida de las mascotas ya no era la prioridad, solo era la competencia de quién sigue en el colegio y quién ya no.

La técnica de Blair nuevamente había sido la correcta para insensibilizar a sus alumnos, mi pregunta es, ¿si éste es el comienzo del curso, ¿cuál será la siguiente actividad para insensibilizarlos?.

La competencia seguía, las mascotas no sabían que ocurría, jamás se imaginaron que después de acariciarlos, recibirían un maltrato mortal, no sabían que esos rocasos podría acabar con su existencia, ellos a lo que temían era a ese reuido del choque de piedras cerca de ellos, la mente maquivelica y perturbadora de Blair tiene muchos secretos por revelar.

La mala puntería de los competidores hacía larga la agonía de las mascotas, pero el efecto que causaba en los alumnos era el indicado, comenzaban a ver chistoso que no les daban y les daba risa como se agachaban para esquivar las pedradas, incluso los demás observadores apostaban por quién iba a ser el ganador como si fuera la coliseo en tiempos de Roma.

A todo le llega su hora, después de un buen rato, una pedrada con fuerza acabo con el patito Juanito, se lo llevó fuera del círculo y claramente dejo de respirar.

--- ganador Pedro y orejas, perdedores Isidro y Juanito, decía la bruja de Blair con una sonrisa en su rostro.

Del coraje y de maldad Isidro agarró a su Juanito y con todas sus fuerzas lo aventó por los aires hasta el lago de Karonte, todos se morían de risa al ver a Juanito girar hasta caer al lago, seguidamente los demás aventaron a sus mascotas perdedoras al lago, sin contener sus risas y ofendiendo a sus mascotas, culpandolas de haber perdido, en lugar de recibir una oración recibieron groserías y burlas.

Solo faltaba la última pelea entre Edgar y su patito Ulises contra Eddie y su patito Betoveen, la última contienda prometia ser la mejor, empezaron a correr las apuestas, incluso el auditorio solicito permiso para ir por unas golosinas para disfrutar el momento.

Los competidores ya estaban es sus puestos, ya tenían sus piedras a su lado, ya habían apostado entre ellos, la clase ya se había convertido en un evento para recordar y para hacerlo una tradición o un deporte.

Llenos de euforia, comenzó la competencia, los rocasos zumbaban de la gran fuerza que llevaban, cuando las mascotas podían caminar, los competidores podían cambiar de ángulo, conservando la distancia entre ellos y el círculo para impedir que la mascota saliera del círculo porque si lo lograba ganaba junto con su dueño, eliminando al otro competidor, era parte de las reglas, así que los rocasos eran realmente peligrosos, las aves que antes chillaban para advertir el peligro, ahora eran solo expectadores y al parecer también se divertían, solo movían sus cabecitas con gran atención de un lado a otro, como si estuvieran viendo un partido de tenis.

Los animalitos ya habían recibido cada uno un golpe y seguían caminando, como si supieran las reglas, que si salian del círculo salvarían sus vidas.

Nadie quería que terminará está pelea, pero un tiro perfecto y con gran fuerza, terminó con la vida de Betoveen sacándolo del círculo y desangrándolo de su carita, ya que la roca le había dado en medio de su cara rompiendo su pico, era realmente impresionante; tanta emosión junta no pudieron contener los alumnos y comenzaron los abrazos y felicitaciones.

--- gana Edgar con su patito Ulises, pierde Eddie con su patito Betoveen, buena pelea dijo la bruja de Blair con una gran sonrisa.

--- ¡Listos para la pelea final! Gritó la bruja de Blair con gran emosión contagiable.

--- ¡Siiii! Gritaron a una voz todos los alumnos.

--- Las reglas son las siguientes, en un círculo de cuatro metros de diámetro, colocarán a sus mascotas ganadoras juntas al centro, evitarán que salgan del círculo, al sonar la corneta comenzarán a aventarles las piedras evitando darle por equivocación al suyo, la última mascota que quede dentro del círculo será la ganadora, no importando que esté muerta, dijo Blair observando a cada uno con una sonrisa sinica y perversa.

En el círculo estaba Roy, Toñito, Rodolfo, Orejas y Ulises.

Los competidores rodearon el círculo, juntaron cada quién un gran montaña de piedras, apostaron entre ellos el pago en el restaurante Francés del Colegio y ansiosos esperaban la corneta.

La bruja de Blair veía con orgullo y dió inicio a la gran batalla, todos cuidaban en no darle a sus mascotas, menos uno, por consejo de la muerte él tiraba con todo y a quien fuera, los demás no se habían dado cuenta de su estrategia y tiraban menos fuerte para no darle a su propia mascota por error, Liborio le daba con todo a esa bolita de mascotas hasta que solo fue separando a las mascotas, entonces ya todos tiraban sin medida, algunos cuerpos inertes eran empujados hacía fuera del círculo, con sus cuerpecitos totalmente fracturados con algunas partes desprendidas ya que de varios golpes terminaban por moler hasta cortarla, de momento comenzaron a ver alianzas para sacar los cuerpecitos del círculo, algunos inertes e irreconocibles de que las pedradas molieran sus cuerpos, al final quedó muerto a la orilla del círculo el patito Toñito de Liborio.



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En el texto hay: fantasmas, terror, aventura.

Editado: 09.03.2020

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