Aprendiz del más allá

Lavavajillas enamorado

Al día siguiente... muy temprano la muerte y Liborio fueron a pedir trabajo al restaurante francés del colegio, ya que hace dicientos cincuenta y tres años antes, la muerte trabajo ahí en sus tiempos de universidad en la carrera de idiomas, por eso quería que consideraran el haber sido también empleado de ahí.

El gerente cortésmente considero eso y les dió el trabajo, la muerte hubiera entrado fácilmente de mesero por hablar idiomas, pero por solidaridad a su compadre entro de lavavajillas.

Ni tarde ni perezosos, empezaron de una vez, aprovechando que no había clases hasta el otro día, el restaurante estaba lleno, de esos días de buena venta.

La muerte comenzó trayendo los trastes y Liborio a lavarlos, ni en su casa había hecho tanto, no podían estar sin hacer nada ya que el capataz era un verdugo muy malo.

Están trabajando muy duro, Liborio fuera recoger trastes, de repente entró una clienta muy bella, jamás y había visto una mujer así, que fuera el centro de atención, no tenía ningún rastro de accidente, así que lo más seguro es que murió de alguna enfermedad, la chica se veía intacta, cabello negro y largo, ojos verdes, grandes y tapatíos, cejas pobladas y aliniadas, nariz respingada, boca chica, cuello largo, noventa, sesenta y noventa, aproximadamente, Liborio quedó flechado, venía acompañado de otra señora de tercera edad, se veía de categoría, de otra clase social.

Liborio no aguanto más y corrió a contarle de su hallazgo a su compadre la muerte.

--- ¡no manches muerte!, hay una chica muy hermosa y viene acompañada, tengo que conocerla pero cómo, gastar ahí saldría muy caro, mucho que rezar, se quedó pensando Liborio.

Al terminar la jornada Liborio espero a que saliera la chica, a lo lejos se veía que ya había pagado.

--- hay viene muerte, voy a tener que recurrir a la técnica de la "amiga que milagro", nunca falla, cuando me toque la nariz vienes muerte, dijo Liborio sin perderla de vista.

Liborio se puso atrás de un muro, iba simular que daba vuelta en la esquina y se encontrabas.n

--- ¡hola, que milagro, ya no te había visto!, ¿Cómo estás?, dijo Libirio muy seguro a la vez que le daba un beso en la mejilla y saludaba de mano a su acompañante.

--- Creo me confunde, no lo conozco, dijo la chica muy segura.

--- claro que sí, ese día ibas con tu amigo, uno de tu estatura, güero, guapo, creó era tu novio, no me acuerdo, iba yo con unos amigos y uno de ellos te conocé...fue bien rápido y nos presentaron, dijo Libirio haber si pegaba

--- aayy no me acuerdo, pues es que ibas super enamorada, nadie existiamos para ti, verdad, dijo Liborio sonriendo

La chica al escuchar eso apenó y pensó se UE quizás decía la verdad, Libirio se la sabuy muy bien en eso del amor, si era una chica bella a fuerza tenía amigos guapos, muchos pretendientes, en fin.

--- no como crees, no me acuerdo, pero creo que sí, como tengo muchos amigos y mis amigos también puede ser que en una de esas que no vimos en la plaza comercial, dijo la chica confundida pero risueña, ya había caído en las redes de Libo.

--- y que te pasó, como llegaste aquí, preguntó Liborio, muy desente.

--- una bala pérdida me dió en el corazón y morí antes de que llegará al hospital, dijo la chica muy triste.

--- pero no te ves nada mal, ni pálida por la desangrada, dijo extrañado Libirio mientras caminaban

--- pues no porqué me iban suministrando sangre, y al morir todavía entro sangre. Dijo la chica muy segura.

--- pero el colegio es para aprender a espantar, dijo Liborio, en eso se tocó la nariz, ya se le había olvidado su compadre.

--- no solo para eso, vengo a estudiar idiomas para ser guía aquí en el más allá, mueren de todos los países, hay espíritus que dan la bienvenida, eso me dijeron. Dijo la chica, mientras veía a la muerte que llegaba ahí con ellos, el corazón de la chica comenzó a latir rápidamente.

--- aaah mira les presentó a mi compadre la muerte, es mi tutor, no se espanten, no viene por ustedes, les invitó un cafecito

Se fueron a tomar un cafecito en la cafetería para no pagar tanto en el restaurante, además el pan de la cafetería le gustaba mucho a Liborio.

Platicaron por horas, se pusieron al corriente, se dijeron cosas importantes del más allá, creó que a Libirio le resultó bien su estrategia, ella quedó sorprendida que él quería ser fantasma famoso, así que quedaron de volver a verse.



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En el texto hay: fantasmas, terror, aventura.

Editado: 09.03.2020

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