Prólogo

No sé como comenzar esta historia, ni como relatarla, es que no tiene un comienzo ni un final, los acontecimientos que me llevaron hasta donde ahora estoy es simplemente por una sola elección, me enamore del ser más peligroso, al cual nunca debí poner una mirada, pero como siempre el corazón rompe cualquier barrera que la mente ponga para la autoprotección.

Mi historia no es sencilla de contar, por lo que el médico de este lugar me recomendó escribir este pequeño cuadernillo para poder salir al menos mentalmente de esta habitación tan obscura en la que me encuentro, en donde una simple cama y un foco que alumbra la mitad del cuarto son mis compañeras, pensé en muchas ocasiones escaparme, pero no veo ninguna salida, todos los lugares rodeados de guardias, impidiendo ver la libertad de las aves que vuelan tras las rejas. Las personas que me rodean en este encierro están en una situación en donde han hecho cosas iguales o peores de las que yo cometí ese día, si me pidieran describir este lugar en una sola palabra seria: horrible, sin ningún otro adjetivo.

Por lo regular, es decir casi siempre, me pongo a pensar en donde estaría yo si nunca lo hubiera conocido, mi mamá en este momento lo odia y me imagino que no quiere verme por lo que hice, porque desde que me encerraron no tengo noticias de ella y lo entiendo, ni yo soporto verme en el espejo pequeño que hay en el baño

Cuando voy con el doctor Félix es porque tengo mis crisis, en cierto momento él sabe cómo poner todo mi mundo de cabeza y poner en mis pensamientos que el único culpable de toda esta situación aquí es Noel, que todo fue por él y lo tengo que soltar, de seguro mi mamá le habrá pagado para que yo pueda odiarlo y dejarlo. Pero no puedo, no cabe en mí odiar al chico que por más de 9 meses logro robarme todo, desde los más simples pensamientos hasta el aliento. Pero cuando la manipulación llega a su fin no dejo de pensar que esos 9 meses que pasamos juntos se dividen entre risas, alegrías, tristezas, pero sobre todo amor, el más puro amor que se pueden dar los seres humanos.

Yo conocí a un Noel tierno, sencillo, amoroso, el que me llamaba cada noche para saber cómo estaba, el que me acurrucaba cuando no podía dormir, ese era el lado que solamente yo pude conocer, ya que nadie más se atrevía, yo fui la que eligió enamorarse de él, yo fui la que le propuso tener una relación más allá de lo normal, pues eso era lo que mi corazón tanto anhelaba.

Mis acciones pasadas fueron los que me llevaron a este lugar, no es culpa de él, aunque todos digan y piensen lo contrario, él nunca me llevó al lado oscuro de la vida, yo vivo ahí desde hace mucho tiempo. Noel es el único que me viene a visitar en mi tormento, es mi Arcoíris en medio de esta obscuridad.

Es lo único que puedo y me atrevo a decir por ahora, Me despido con un gran beso, una esperanza y el único deseo de que todo esto termine más rápido de lo que parece, que se aclare todo para poder así disfrutar de la vida.

Amelia