La alarma de Rose y la de Azusa sonaron al mismo tiempo, Milos a lo lejos las escucho y se levantó de la cama, aún quedaba casi una hora para que su alarma sonase, sin embargo, no podría seguir durmiendo mientras que las demás se arreglaban, así que se puso de pie, camino a un lado de la cama y de la mochila que cargo el día anterior, busco su uniforme y se cambió rápidamente, fue al baño de la habitación y en el espejo vio su reflejo, abrió la llave del agua y la hecho a su rostro, con jabón limpio su rostro y lo enjuago, estaba saliendo del baño cuando vio a Azusa entrar a la habitación.
-Buenos días- saludo Milos
-Buenos días, no pensé que ya estuvieras despierto- contesto Azusa
-No puedo seguir durmiendo con ustedes despiertas, no sería muy justo de mi parte-
-Si tú lo dices, haré el desayuno mientras que tú le explicas a Rose sobre su uniforme-
Azusa salió del cuarto y se fue a la cocina, Milos la siguió, pero él fue a la habitación de Rose y Azusa, Rose veía en el espejo con cara de confusión.
-Buenos días Rose-
-Buenos días Milos, no entiendo, mi uniforme no me aprieta y todo es del largo que debería de ser-
-Sí, ese uniforme lo compré para ti, te ves muy guapa-
-¿Qué?... no… no puedo aceptarlo…-
-Oh vamos, la falda, las mallas, la camisa, el chaleco y el suéter te quedan bastante bien-
-¿De verdad?- pregunto Rose avergonzada
-De verdad, siempre estabas con las prisas así que nunca tuve la oportunidad de entregártelo-
-Dios, y aún te debo el dinero de los libros-
-No te preocupes por eso, sé que cocinas muy bien, deberías de ir a ayudar a Azusa-
-Aún le tengo que agradecer que me haya dejado dormir aquí, creo que lo menos que puedo hacer es ayudar-
Los dos salieron de la habitación, Rose se fue a la cocina y Milos al comedor, en solo un día y una noche, Rose y Azusa se llevaban mejor, así como dos cuerpos separados, pero unidos solo por uno llegar al equilibrio térmico entre ellos tarde o temprano, Azusa y Rose también se llevarían bien tarde o temprano.
Milos sentado en el comedor, encendió la televisión, noticias y caricaturas, siendo un poco obvio que le dejó en las caricaturas, en las noticias solo pasarían la situación actual de la guerra y las fracasadas negociaciones de paz, así como los aumentos en la violencia mundial, mejor ver las caricaturas. Algunos minutos pasaron y Azusa sirvió el desayuno a la mesa, Rose se sentó y las tres comenzaron a comer.
-No sabía que sabías cocinar Rose- dijo Azusa
-Estuve en un orfanato de monjas, aprendí a hacer el mercado, a cocinar, y entre tantos trabajos de medio tiempo, aprendí más cosas-
-Increíble, los registros para las universidades comienzan en poco, ¿Ya decidieron que estudiaran?-
-Entraré a una escuela de arte- dijo Rose- las monjas me enseñaron a dibujar más que otra cosa, y me gusta-
-Yo estudiare informática, me gusta la programación, ¿Y tú Milos?-
-Tengo la farmacéutica de mis padres, seré físico fármaco biólogo-
-Eso suena muy complicado-
-Probablemente, pero tengo que cumplir los sueños de mis padres-
Las tres siguieron desayunando, terminaron, Azusa abrió un paquete de cepillos de dientes, saco dos, uno para Milos y el otro para Rose, los tres lavaron sus dientes, tomaron sus mochilas y se dirigieron a la preparatoria.
-No lo sé- dijo Rose- tengo un mal presentimiento-
-Es verdad- confirmo Azusa
-Calma, será un día como cualquier otro-
Las tres siguieron caminando, llegaron a la escuela y vieron algunos carros militares, el día que todos temían había llegado, un poco más temprano que de costumbre.
-¿Ves?, te lo dije- reclamo Rose
-Calma, debe de ser alguna indicación oficial- dijo Milos intentando calmar a Rose y a Azusa
Las tres caminaron al salón, estaban por entrar a este cuando el profesor Otis detuvo a Azusa y a Rose en la entrada.
-Lo siento, solo los chicos- dijo Otis
-Es el día, ¿Cierto?- pregunto Rose con voz temblorosa
-Sí, mejor vallan a casa, ya saben el procedimiento-
-No, esperaremos a Milos- dijo Azusa
-Calma, vallan a casa, a mi casa esta vez, tomen mis llaves- dijo Milos y saco de su mochila las llaves y se las dio a Azusa- preparen algo de almorzar, no tardaré mucho- dijo y entro al salón para sentarse en su lugar
Rose y Azusa caminaron de regreso, de todos los alumnos en el salón, Milos era el único que parecía no estar nervioso, los minutos pasaron como si de horas se tratasen, el profesor Otis entro acompañado de un hombre vestido de militar y con una boina.
-Buen día chicos- dijo el hombre con un marcado acento estadounidense- soy el general Lion, encargado de reclutar a los nuevos soldados mexicanos, solo son dos de ustedes lo cuales tienen una discapacidad y eso les impedirá ir a la guerra, Clark Lee y Franco Sánchez, ustedes son afortunados, los demás, antes que nada, no intenten huir o se les buscara y serán ejecutados por no cumplir con su deber a con México y Estados Unidos, se supone que no les debería decir esto, pero las tropas estadounidenses se agotan rápidamente, los rusos son muy fuertes, por ellos es que venimos mucho antes que pasase el año, mañana será su graduación, y pasado mañana vendremos por ustedes, y creo que es todo, nos veremos pronto- dijo el general Lion y salió del salón
-Bien chicos, vallan a casa, disfruten estar con sus padres, díganle a esa chica que la quieren, sean felices estos últimos días, después vendrá un infierno, nos vemos mañana- dijo el profesor Otis y salió del salón
Todos se levantaron, Milos saco su celular y llamo a su abogado.
-Plan B… sí, vinieron antes… no te preocupes… si, mañana en el bar de la Rosa… si, todos los papeles… bien, nos vemos mañana- y colgó
Milos se quitó el suéter y lo guardo en su mochila, le mando un mensaje a Rose que iría a hacer otras cosas, que llegaría a la hora de la comida.
Editado: 16.11.2021