-Recluta, veo que llego temprano- dijo el sargento entrando a la arena rejada
-La verdad, no pude dormir sargento- dijo Milos levantándose del suelo- veo que mucha gente verá esto-
-Sabes cómo son las personas, tengo un recado, ve al hangar quince si no es que terminas en la clínica-
-Estaré ahí-
Las personas mirando atreves de la reja, las doctoras al ver al rival de Milos se pusieron nerviosas, ese era el sargento Trujillo, conocido por su habilidad en las peleas y su gran inteligencia táctica.
Todos coreando Trujillo, el Sargento se quitó su camisa, Milos hizo lo mismo, se pusieron en guardia y Milos fue el primero en atacar, el sargento puso sus brazos defendiéndose de las patadas que Milos le estaba lanzando, la defensa del sargento parecía ser muy fuerte y las patadas de Milos apenas lo movían un poco.
-Eres bueno recluta, pero aún te falta mucho-
El sargento comenzó a golpear a Milos, este con una defensa muy fuerte apenas se movía, pero los golpes eran muy fuertes, si Milos los seguía reteniendo, lastimaría sus brazos, retrocedió con un giro hacia atrás y volvió a ponerse en guardia.
-Aún no termino- dijo el sargento y corrió hacia Milos para embestirlo
Milos lo esquivo y el sargento se estrelló en la reja, miro a Milos muy enojado y volvió a correr hacia él, esta vez Milos no lo esquivo, el sargento lo tomo y lo estrello en la reja, Milos lo comenzó a golpear con sus codos más el Sargento ni se inmutaba y comenzó a golpear las costillas de Milos, Milos pensó que se acabaría, pero entonces recordó un movimiento que vio en una película, ni siquiera él sabía si eso era posible, pero ya no le quedaba de otra, tomo al sargento por la cintura, y recargándose en la reja lo levanto y lo arrojo a la arena, se preparó para el gran golpe, corrió y el sargento se cubrió al pensar que sería otra patada de Milos, más sin embargo este lanzo una patada baja golpeando la pierna del sargento asiéndolo caer, otra en el mismo movimiento golpeo la cabeza del sargento la cual quedo descubierta al caer, y en el mimo movimiento, una última patada hacia abajo que hizo que la cabeza del sargento se estrellara en la arena y quedara inconsciente, una patada triple digna de ver solamente en las películas de acción de Hollywood, rápidamente los camilleros entraron para llevarse al sargento a la clínica.
-Milos- dijo la Dra. Dilara entrando a la arena- estuviste genial-
-Gracias, aunque pensé que moriría en ese último golpe-
-Nosotras pensamos que morirías desde que el sargento te acorralo- dijo la Dra. Kenna- a ese sargento se le conoce por ser un buen luchador y buen estratega-
-¿De verdad?, no pudo ver una patada triple- bromeo Milos
-Solo lo había visto en las películas- dijo la Dra. Dilara
-Yo también, ahora, no estoy lastimado y tengo que ir al hangar quince-
-Ten cuidado- dijo la Dra. Kenna
-No tardes mucho, necesitamos revisarte- dijo la Dra. Dilara
Milos salió de la arena y comenzó a caminar a los hangares, miro en los grandes muros el número y camino hasta el quince, noto que en los otros hangares llegaban varios camiones, Milos entro al hangar y noto el gran avión de combate que había en este, camino al tren de aterrizaje y tentó con sus manos el frío metal y la suave goma de las llantas.
-Veo que le atrae el avión de combate recluta- dijo un general caminando hacia Milos
-Señor- dijo Milos y se puso en firmes
-Descanse recluta-
-¿Es mexicano?-
-Lo soy recluta, ahora, venga conmigo, le tenemos una sorpresa- dijo el general y comenzó a caminar
Milos lo siguió, el general lo llevo a pocos pasos del gran avión de combate, de un camión bajaron cinco chicas encadenadas de manos y pies.
-A cada chico y hombre que llega a estas instalaciones, antes de someterle a un entrenamiento se le da una compañera que le servirá de apoyo a la guerra, y usted recluta, dejo inconscientes a tres chicos…- el sonido del teléfono del hangar interrumpió al general, este se dirigió a contestar la llamada- Aquí el general Castillo… el sargento Trujillo… ¿Milos?... enterado…- colgó y regreso con Milos- como decía, dejo inconscientes a tres chicos y al sargento Trujillo, esas son cuatro de estas chicas sin compañero, y debido a que usted es el culpable, tendrá a su cuidado a estas cinco chicas, son…-
-Perdone que lo interrumpa señor, yo me presentaré con ellas-
-¿No querrás la llave para empezar a liberarlas?- pregunto el general con sarcasmo
-Buena idea- bromeo Milos y caminó hacia las mujeres
-Una última cosa- dijo el general dándole las llaves a Milos- es una por hombre, ya que son ex reclusas puestas bajo libertad condicional, y suelen ser muy peligrosas-
-No se preocupe-
-Yo me tengo que ir, si hay problemas, solo apriete el botón de pánico-
-Señor- dijo Milos poniéndose en posición de firmes hasta que el General subió al camión y este se alejó- genial, ya se fue, soy Milos, normalmente no soy así de serio- dijo y comenzó a quitar las cadenas de las muñecas de las chicas- no intenten algo raro, la verdad no quiero morir, y tampoco quiero que ustedes mueran aquí- dijo y continuo con las cadenas de los pies- ¿Cuáles son sus nombres?-
-Soy Aradia- dijo una chica de cabello largo amarrado en una coleta, de busto pequeño y un poco alta- gracias por liberarnos-
-Soy Regan señor- dijo una mujer de cabello corto, busto y caderas grandes y delgada mientras saludaba con una mano en la frente a Milos
-Soy Samara- dijo una chica tímidamente de cabello corto amarrado en una colita, de busto un poco grande y caderas también un poco grandes
-Soy Carrie- dijo una chica alta, de lentes, busto y caderas grandes y poco delgada
-Soy Zalir- dijo una chica de ojos verdes claros con el cabello amarrado en una cola de lado, alta, de busto pequeño, caderas grandes y muy delgada
Editado: 16.11.2021