Capítulo 25

Más de quinientos hombres armados con rifles rusos de primera calidad, cuatro tanques con el combustible hasta el tope y munición casi infinita, más tropas uniéndose, aun media Europa por recorrer.

-¿Ya estás mejor Samara?- pregunto Milos mientras marcaba las coordenadas en el procesador del cañón

-Dispara a esos rusos me hace sentir mejor- dijo mientas que disparaba la ametralladora

-Señor, se aproximan soldados con rifles anti-tanque- aviso Carrie mientras miraba por el periscopio

-Lo veo desde el radar Carrie- dijo Milos y disparo el cañón

El misil impactó y los cuerpos salieron volando, Milos en el procesador del cañón, Samara en la ametralladora, Carrie en el periscopio, Zalir junto a Zinvori recargando los misiles, Aradia revisando que el motor no se sobrecalentara, Regan manejaba y las dos doctoras estaban en las pequeñas ventanillas para los tiradores, los tanques eran en especial grandes, los soldados de fuera eliminaban a los soldados enemigos, los estrategas y el coronel junto al sargento Marco manejaban otro tanque en compañía de otros soldados.

-Avanzamos rápidamente en este tanque- dijo Zinvori

-En unas horas estaremos en Hungría- dijo Regan mientras giraba en una curva

-Me alegro, ya he perdido mucho tiempo-

El sonido de las balas golpeando el blindaje les tranquilizaba, los soldados rusos se veían muy confiados al tener las mejores armas, pero el ver a un puñado de soldados corriendo hacia ellos en una formación cuál si se tratase de una pelea contra Marco Antonio, cargando en una mano una puerta con placas de chalecos antibalas, y en la otra, un machete o un cuchillo, los soldados rusos no supieron cómo reaccionar costándoles la vida, los tanques también les dieron una sorpresa, no tenían el armamento necesario, los morteros no los podían ni colocar pues rápidamente eran asaltados, los únicos que podrían ayudarlos eran sus francotiradores, sin embargo, Milos no era estúpido y pidió que antes de atacar a los soldados en tierra, derribaran los edificios que podrían presentar un peligro, y si algún francotirador quedaba vivo, los soldados se movían cuál humo saliendo de un cigarro, ningún francotirador sería capaz de darle a los soldados cambiando de cobertura rápidamente mientras daban volteretas y se volvían a cubrir.

-Me pregunto cómo es que desde que les dio órdenes a los soldados que no parar de moverse hemos tenido pocas bajas- dijo la Dra. Dilara

-Los videojuegos doctora-

-¿Videojuegos?- pregunto Zalir confundida

-Los soldados se mueven violentamente durante la guerra, pero en los tiempos modernos están esperando que todos ataquen discretamente, los soldados no esperan un grupo de hombres atacando violentamente como en la primera guerra, muchos mercenarios resignados a morir y además, en los videojuegos es muy complicado disparar a los objetos que se mueven mucho, solo miren a los rusos, las balas pegan en los muros-

-Estamos en la frontera de Hungría- dijo Regan

-¿Cuántos soldados?-

-Apenas está protegida, podremos entrar sin complicaciones- dijo Carrie sin separar la vista del periscopio

-Bien, setenta grados de inclinación del cañón y pum- dijo Milos y disparo el cañón

El misil hizo una parábola perfecta cayendo del otro lado del muro de alambre.

-Eso fue un tiro perfecto- dijo Zalir mientras miraba la pantalla

-Regan, pasa por encima del muro de alambre, los soldados deben de estar muertos-

-Se aproxima un tanque- anuncio Carrie

-Excelente, la física estará de nuestro lado, ¿Está listo el misil Zalvori?-

-Si… ¿Zalvori?- pregunto Zinvori

Milos disparo el cañón, el misil impacto en el tanque haciendo que este explotara.

-Zinvori y Zalir, Zal y vori, así me refiero a las dos, ¿Ya está listo el otro misil?-

-Sí señor, solo tenemos diez más- contesto Zalir

-¿Cómo vamos de munición de ametralladora?-

-Excelente, no la puedo contar- contesto Samara mientras disparaba a los soldados enemigos

-¿Tenemos acompañantes?-

-Si- contesto la Dra. Dilara- dos tanques más y alrededor de doscientos soldados-

-Excelente, pongan algo de música, hace años que no escucho música-

Regan saco uno de los celulares que recogió y puso música, música india invadió el interior del tanque, entonces todas se quedaron extrañadas.

-Hare como que no escuche eso-

Regan saco otro celular y la música que puso correspondía a rap en español, las voces melodiosas comenzaron a inundar la cabina del tanque, algunas veces los misiles coincidían con los compases, algunas otras eran las balas de la ametralladora la que parecía darle el compás a la voz que rapeaba rápidamente.

Así como algunas personas el suelo donde pisan ya no crece más la hierba, Milos y su pelotón destruían todas las ciudades o pueblos por los que pasaban, fue una hora y media de viaje para llegar a Budapest, los soldados se subían a los tanques y bajaban cuando salían soldados rusos, volvían a abordar y continuaban, Milos junto a sus compañeras, los estrategas, el coronel y el sargento Marco, compartían el mismo espacio.

-… entonces llegaron muchos soldados, nos soltaron y nos armaron- termino de contar el coronel

-Me alegro de seguir vivo- dijo el sargento Marco- la verdad tenía miedo de morir-

-Yo también tenía miedo, pero que bueno que nos rescataron- dijo la E. Eva

-¿Quién los enviará?- pregunto el E. Faraday- coronel, ¿Quién los envió a ustedes?-

-No lo sé estratega, solo sé que el armamento que nos dieron y el avión que recoge los cadáveres es de una compañía privada, no sé más-

-Valla cosa más curiosa- dijo Milos- los otros mercenarios no llegaron con un coronel o algo similar-

-Lo mataron- dijo la Dra. Kenna- recibió varios disparos y murió, nosotras nos quedamos a cargo del ejército-

-Por eso llegamos tan rápido- dijo la Dra. Dilara- si no fuera porque nos declararon sus guías, no los hubiéramos encontrado-