Lo que posiblemente semanas antes era una ciudad sobrepoblada ahora era un total desierto, Urumchi, pero esa ciudad no era el objetivo.
-Señor, recuerdo que a donde vamos solo hay un desierto- dijo Yoali a la radio
-Es verdad, hay un desierto, y un aeropuerto militar con aviones para llevarnos a México-
-De verdad no se equivocó, todo está vacío- dijo el coronel a la radio
-Y nos conviene que este así, casi llegamos-
-Estamos llegando a la mitad del desierto- dijo Aradia
-Una muy buena zona- dijo Seiji a la radio
Milos paró el vehículo y todos los demás hicieron lo mismo, bajaron y el seco aire les recordó al oriente.
-Abran bien sus ojos, debe de haber algo por aquí- dijo Milos mientras comenzaba a limpiar la arena del piso
Cada soldado comenzó a hacer cosas diferentes, unas revisaban alguna parte metálica debajo de la arena, otras buscaban con sus miras algunas entradas ocultas o relativo, después de unas horas comenzaban a perder la esperanza ya que no se encontraba algo.
-Excelente, no hay algo, todos suban, iremos a otra ubicación- dijo Milos mientras se dirigía al vehículo
-¡Lo encontré!- grito Koltzin desde una zona baja del desierto
Milos corrió hacia donde Koltzin, había un gran agujero en el suelo, bajo por este y en la pared del agujero encontró una pared algo extraña, cada piedra parecía ser un botón formando un tipo de teclado numérico, Milos presiono algunas piedras y una gran compuerta se abrió vaciando varios volúmenes de arena para remplazarlos por una gran pista con algunos vehículos aéreos de carga y unas escaleras que bajaban a una extensa base subterránea.
-Bingo, despídanse de china, nos vamos a México- dijo Milos mientras salía del agujero en el suelo
Milos comenzó a analizar los aviones, cada uno tenía capacidad para cincuenta personas más el piloto y copiloto y posiblemente dos personas extras, era obvio que el pelotón de casi cien soldados no cabría en un solo avión, además de que nadie era piloto.
-Olvídenlo, el pelotón no cabra en un solo avión, entonces yo seré un piloto y Seiji será el otro, necesito dos copilotos voluntarios-
Dos soldados levantaron la mano y caminaron hasta Milos.
-Si no me equivoco, tu eres Perséfone y tu Nina- dijo Milos mientras bajaba a la base junto a Milos
-¿Cómo sabe nuestros nombres?- preguntó una soldado confundida mientras junto a la otra seguían a Milos y a Seiji
-Un buen sargento sabe el nombre de todos sus soldados, y además, serás copiloto, ¿Con quién quieren estar?- preguntó Milos mientras buscaba en una pila de papeles
-Yo con el sargento Seiji- dijo Nina
-Yo con usted sargento Marco- dijo Perséfone
-Correcto, les enseñare a pilotar-
-¿Sabe pilotar?- preguntó Seiji
-No, pero encontré los instructivos que normalmente vienen con los aviones- dijo Milos mientras les daba los voluminosos instructivos a las nuevas copilotos y a Seiji- los traduciré y aprenderemos a volar esas cosas-
Milos, Perséfone, Seiji y Nina salieron de la base y se dirigieron a los aviones donde se irían.
-Ustedes, exploren la zona de abajo, si hay soldados, mátenlos, si hay armas, tráiganlas, comida, armadura militar, cualquier cosa que nos sea de utilidad- ordenó Milos a las demás soldados
Las soldados rápidamente tomaron sus rifles y ordenadamente comenzaron a bajar, mientras Milos leía rápidamente los instructivos.
-Bien, esto parece que será fácil- dijo Milos mientras abría la compuerta del avión para subir a este- vamos, tiene que conocerlo por dentro-
Las otras tres subieron y rápidamente fueron a la cabina, todos se asombraron con lo sofisticada que era.
-¿Seremos capaces de manejar esto?- preguntó Seiji con un poco de nerviosismo
-Tranquilo, la mitad de estos controles son de batalla, un cuarto son de vuelo y los restantes son por si nos estrellamos- dijo Milos mientras se sentaba en el asiento del piloto- pongan atención, si tiene dudas, me pueden preguntar- dijo Milos y puso el instructivo encima de la pantalla táctil del avión
Dos días sin descanso de arduas explicaciones sobre difíciles controles, incluso Milos quito todas las etiquetas y con su navaja tallo todas las abreviaturas de la acción de cada botón en el avión que manejaría Seiji y Nina.
-Todos arriba- indico Milos y todas las soldados comenzaron a subir
Todas las soldados equipadas solo con sus rifles subieron al avión, en lugar de equipaje como ropa, en los compartimentos pusieron sus rifles y mucha munición, las granadas quedaron prohibidas por razones algo obvias, y además de equipo médico no llevaban otra cosa.
-Señoritas pasajeras, soy su sargento mayor Milos, gracias por volar en nuestra aerolínea, en poco despegaremos- anunció Milos por la bocina
-Señoras pasajeras, soy el sargento mayor Seiji, en poco despegaremos con rumbo a México, pónganse cómodas- anunció Seiji por la bocina
Milos y Seiji se preparaban para el despegue cuando las alarmas saltaron, alarmas de ataque aéreo, el tono continuo que a todas les puso la piel de gallina.
-Pasajeras, prepárense para el despegue más violento que vivirán en su vida- anunció Milos por la bocina
-¿Que haremos que?- preguntó Seiji a la radio
-Pongan los motores a la máxima potencia y elévense hasta lo más que puedan, el avión les dirá hasta donde se puede elevar- contestó Milos a la Radio
Milos puso a fondo la palanca de velocidad, todas se agarraron fuertemente al asiento, Seiji hizo lo mismo y sus pasajeras también se atemorizaron.
-Ascendiendo- dijo Milos con trabajo
Los aviones comenzaron a ascender a gran velocidad, Milos, Perséfone, Seiji y Nina al igual que todas las pasajeras no podían levantar su cuello debido a la gran aceleración, pero los pilotos tenían que pulsar el botón de estabilizador de altura para que el avión terminara de ascender, claro, para Milos y Seiji no fue problema levantar un brazo y pulsar el botón.
Editado: 16.11.2021