Seiji estaba junto a una doctora en farmacofisica, una mujer más alta que él por los tacones, de cabello largo y trenzado, ojeras, ojos cansados, su perfume era olor a café, su bata blanca, vestida con una falda formal, medias negras y una camisa casi desabotonada por completo, busto y caderas grandes, se encontraban en el registro civil de la ciudad de Toluca, para cambiar el sexo en la credencial y documentación de Seiji.
-Doctora Haruka, en teoría no debería poder cambiarse dos veces el sexo de un individuo, mucho menos ahora que la ley ni siquiera existe- dijo la abogada del registro civil con un tono de seriedad
-Entonces, doctora, vallamos con el cirujano plástico, me hare un cambio total de sexo-
-Para tu carro antes de que nos tires por el barranco- dijo la Dra. Haruka- empezó con en teoría, pon atención- dijo y le dio un sape a Seiji
-Resulta que mi hermana era una de las mujeres que esa noche venderían, así que, en la tarde estarán tus documentos-
-¿En cuántas horas?- preguntó la Dra. Haruka
-Supongo que lo dice por la credencial, en una hora estará lista, solo que lo demás tardar un poco de tiempo-
-Gracias licenciada- agradeció al Dra. Haruka y estrecho la mano de la licenciada
-No hay problema, por cierto Seiji, mi hermana te envía esto- dijo la licenciada y de un cajón de su escritorio saco una caja de regalo de tamaño medio
-Gracias, lo recibo con mucho gusto- dijo Seiji mientras tomaba la caja
Además de la caja, Seiji noto una tarjeta, esta tenia escrito “Llámame” acompañado de un corazón y un número telefónico, Seiji y su profesora salieron de la oficina y caminaron un poco por el registro.
-¿Que haremos ahora?- preguntó Seiji mientras enrollaba el listón de la caja para guardarlo en su pants
-Tengo hambre- dijo la Dra. Haruka
-Yo también- dijo Seiji mientras doblaba el papel de regalo
-Se supone que me invites a comer- dijo la Dra. Haruka mientras cerraba la caja del regalo de Seiji
-Si, lo haría, pero no tengo un solo peso-
-Es verdad, para tramitar tu pensión de veterano necesitas tu credencial, entonces yo te invito a comer, conozco un buen restaurante por aquí-
-La próxima vez yo invitare-
Los dos caminaron a un restaurante cercano, Seiji pidió un filete solo sellado con papas, la Dra. Haruka pidió una hamburguesa de pollo también con papas.
-¿Por qué un filete crudo?-
-Porque la comida militar estaba muy cocida, quiero comer algo fresco-
-¿No el tienes miedo a los virus o infecciones?-
-Recorrí los países bajos de Asia, me hicieron una incisión de emergencia en Japón con un bisturí que usaron en otras soldados, metieron una pastilla en mi interior, a lo menos que le temo es a las enfermedades-
-Entonces… ¿A que le tienes miedo?-
-A los fantasmas-
La mesera llego con las ordenes, las dejo en la mesa y preguntó por las bebidas.
-Yo quiero una cerveza- pidió la Dra. Haruka
-Yo también- dijo Seiji
La mesera rápidamente fue al refrigerador, saco dos cervezas, las destapo y las puso en la mesa.
-Si necesitan algo más, estoy a sus órdenes- dijo la mesera con dulzura
-Gracias- agradecieron ambos al unísono
La mesera se retiró.
-¿No tienes familia?-
-No, mi madre murió en el gran terremoto, mi padre se fue por cigarros y hasta donde se mi madre era hija única-
-Conozco un poblado donde les haría falta un hombre como tú-
-¿Cómo yo?- preguntó Seiji mientras partía y comía el filete
-Trabajador, dispuesto a aprender y bromista- dijo la Dra. Haruka y mordió su hamburguesa
-Realmente no tengo a donde ir, entonces está bien-
-¿Dónde has pasado esta semana?-
-En un hotel-
-Pero no tienes dinero-
-Trabajo para pagar mi habitación, funciona muy bien-
-No aceptare eso, ahora vivirás conmigo hasta que nos vallamos a ese pueblo- dijo la Dra. Haruka asiendo que el bocado de Seiji se desviase
-Espere, una cosa es que haya aceptado el ser su alumno para poder obtener mi título formal, pero otra cosa es que viva con usted, ¿Cómo se llama ese pueblo?-
-Tenextepango, un poblado en el estado de Morelos, y sí, yo también iré, necesito alejarme de la ciudad por un momento-
-¿Le queda claro que una maestra y un alumno no pueden tener una relación?- dijo Seiji y dio un trago a su cerveza
-Más que claro, solo que, no somos formalmente docente alumno- dijo la Dra. Haruka y tomó la mano de Seiji
Seiji se ahogó con su trago y la Dra. Haruka comenzó a reír fuertemente.
-Dios, debiste ver tu cara-
-No vi mi cara, pero si veo su pecho- contestó Seiji
La Dra. Haruka se sonrojo y rápidamente abrocho su bata, el resto de la comida fue en total silencio, maestra y alumno estaba avergonzados.
-Vallamos por tu credencial y por tus cosas al hotel- ordenó la Dra. Haruka
-Mejor vallamos a comprar una blusa, esa bata no aguantara mucho-
-Comienzas a ser considerado-
Y así los dos fueron a una tienda departamental, Seiji escogió una blusa victoriana de color carmesí para la Dra. Haruka, la blusa le quedaba perfectamente en el busto y no era muy holgada en la cintura o en los brazos.
-¿Cómo me queda?- preguntó la Dra. Haruka mientras salía del vestidor
Seiji apenas verla se quedó sin palabras, mudo como si fuese de nacimiento.
-Se le ve preciosa señorita- dijo la vendedora
-Entonces me la llevo-
Así pues, la Dra. Haruka compro la blusa, salieron de la tienda con Seiji cargando la bata y su regalo.
-De verdad que le queda muy bien-
-Lo sé, lo vi en tus ojos-
-No bromee así-
-Esta vez no es una broma, gracias por escogerla, ¿Cómo sabias que me quedaría tan bien?-
-Ehhh… adivine- contestó Seiji y comenzó a reír
Editado: 16.11.2021