Ari

CAPÍTULO 1 (PRESENTE)

Escucho el precipitar del agua en los cristales de la ventana mientras la oscuridad empieza a cernirse lentamente en el departamento; ni siquiera hago un esfuerzo para encender las luces, después de todo ya me he acostumbrado a tratar con la oscuridad, veo como las gotas de lluvia caen lentamente por la ventana mientras cierro los ojos por un minuto y me dejo ahogar en recuerdos, entonces siento la gotas de lluvia caer con mayor fuerza y sonrió.

- ¿Por qué sonríes?- me pregunta ella mientras me abraza por la espalda.

- Porque te tengo a mi lado, porque soy tan afortunado de ser yo a quien abraces.- Sus manos van acariciando mi abdomen de abajo hacia arriba y susurra cerca de la piel de mi espalda.

- ¿A quién más podría abrazar? Yo solo te amo a ti.-Esas palabras llegan como un susurro a mis oídos llenándome de placer por escuchárselas decir.

- Me encanta que me lo digas. – me giro y la abrazo también mientras me deleito con su olor, mi nariz toca su clavícula y ella gime; me encanta su olor, ella posee un dulce aroma a canela.

- Lo sé por eso te lo digo. – me encanta el hecho de que no pueda articular palabra alguna y sonrió nuevamente, mientras cierro los ojos.

Un relámpago me hace abrir los ojos y darme cuenta que estaba nuevamente soñando, soñando con ella con sus abrazos y su aroma; cierro mis manos en puños por ser débil por aun pensar en ella, pero no puedo, como la olvido, otro relámpago fijo mi mirada en la ventana en una pequeña gota que cae suavemente por el vidrio; y voy aflojando la presión que ejerzo en las manos, miro a la calle una chica está en la parada de la esquina lleva un vestido amarillo esta de espalda pero algo me resulta familiar no por qué pero me recuerda a alguien.

De repente se gira y veo su cara, doy un paso más a la ventana no puede ser ella IMPOSIBLE.

Veo fijamente esa cara fina y frágil de porcelana, con esos ojos azules que parecen envolverme y ahogarme en ese tormentoso mar., sus labios de un color cereza que te invitan a ser besados. Es ella y me sonríe, como siempre, como antaño, debo verla más de cerca pero ella se gira y empieza a caminar. No puedo dejar que se valla.

Corro hacia la puerta de entrada y llego a la calle no me importa si llueve debo verla ese es mi único pensamiento.

Solo veo a lo lejos una mancha amarilla, corro para no perderla; acaso será producto de mi imaginación, talvez es otro sueño. No me importa porque lo único que quiero es alcanzarla nada más, de pronto la diviso. Su paso es apresurado pero debo alcanzarla, pero me parece inalcanzable, entonces hago lo único que puedo hacer para que voltee. Grito, grito muy alto para que me escuche; grito fuertemente su nombre para que vuelva a mí.

- ¡¡ARI.!! ¡¡ARI!!

Pero no se gira, voy a volver a gritar pero se detiene, y empieza a girarse lentamente, empiezo a caminar también, sin darme cuenta de nada a mí alrededor todo se envuelve en una neblina quedando solo ella y yo en este mundo. Ella se gira y la veo, mi cuerpo tiembla; pero aun así empiezo a caminar lentamente hacia ella no quiero que se valla no esta vez; mis ojos se nublan con lágrimas que quieren ser derramadas.

Apenas la veo por lo empañados que están mis ojos, una luz aparece desde el lado izquierdo, se vuelve más fuerte, pero no aparto mis ojos de ella. Su sonrisa de repente se desvanece y veo terror en sus ojos; no logro entender el porqué. Un sonido estridente me hace desviar la mirada hacia la izquierda y la luz me ciega por completo.

Oscuridad nuevamente oscuridad, mis músculos están contraídos, siento mis parpados muy pesados para poder abrir los  ojos, no logro orientarme, escucho un sonido como un pitido pif pif, nada más, pero siento demasiado cansancio y caigo en la oscuridad.



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En el texto hay: drama

Editado: 31.03.2018

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