☬◆artificial Love◆☬

¿Atrevida? No

Melisa

No creí que al entrar por esa puerta también hubiera contemplado la creación artificial más perfecta, pero así era ella. Mis ojos desde la primera vez no podían parar de dibujar una y otra vez su rostro. Era normal que mirara a cualquier chica y analizara su brutalmente aspecto, eso creí yo cuando después de todo lo que hablamos un silencio rotundo se hizo en aquella habitación, aunque bueno, se escuchaba el chillido de una máquina algo ligero. Para mí era aún más extraño que siguiéramos tomadas de la mano, pero no era nada, las amigas solíamos consolarnos de esa manera ¿cierto?

Cuando tomé su mentón para acercar su rostro al mío, mis intenciones eran mirarla fijamente, su mirada era penetrante, explosivamente robótica.

Perfecta.

¿Qué acabe de decir? Solo una tontería. ¡No claro que no, no es una tontería es la verdad! Si, la verdad no tiene nada malo. Ahora que lo recordaba ella había soltado un chillido que me provocó sensaciones extrañas, me había gustado, si, otra cosa más ya lo sé. Dijo que no podía fijarme la mirada porque le causaba descargas eléctricas, ya sabía que era eso, una sensación humana, pero que al parecer ella también la tenía. Levanté mi mirada a su bello rostro de nuevo para grabarlo en las imágenes de mi cabeza, deducía que habían tenido que usar un modelo perfecto para darle el aspecto de mujer, sus caderas estaban pronunciadas al igual que sus senos, realmente, lo único que la distinguía de mí es que tenía placas de metal en todas su coyunturas, debía ser parte del diseño de su persona. Su cabello era a eso de un color gris y azulejo que llegaba su media espalda, era algunas pulgas más alta que yo y su piel muy blanquecina. ¿Qué no podían usar algún tinte más oscuro? Pero nada, eso la hacía ver más especial. Y por supuesto, no faltaban sus enigmáticos ojos, de lo que sea que estuvieran hechos, eran azules con rayas blancas, algo así como una combinación al color de su cabello.

-¿Mely?-Escuché que me llamó con un tono intentando de acapar mi atención que ya estaba en ella, solo que, perdida.

-Ah sí, ¿Qué pasa linda?-Eso último lo dije porque necesitaba hacerlo. ¿Me estaba sobrepasando? ¿Y si no entendía nada? ¿Me rompería el corazón alguien como ella? Por Dios Melisa, ¿que acabas de decir?, no seas estupi...-Es que te quedas así mirándome como si me estuvieras haciendo un retrato mentalmente.-Soltó de la nada cuando puse mi otra mano en mi frente. Eso era lo que estaba haciendo ¿por qué lo repite si es obvio?

-¿Y ahora porque te pegas así?-Hacía demasiadas preguntas como si no supiera nada, algo obvias pero, no me molestaba, en cambio, se escuchaba tan tierna al hacer eso.

-¿Por qué me haces tantas preguntas si es tan obvio?-Le dije riéndome y ella frunció el ceño.

-¿Pues para qué crees? Preguntas para aclarar una duda.-Me dijo dándose cuenta del error que había cometido y se comenzó a reír.

-¡Acabas de redundar! ¡Si preguntas es para aclarar una duda pues! ¡Te pasas Eider!-No pude evitar decir es carcajadas y ella se reía al mismo son que el mío, y me soltó la mano que nos teníamos agarradas, eso automáticamente degradó el sonido de mi voz pero ella no se percató de ello. Ahora me sentía rara, ¿y si le había empezado a incomodar que le sostuviera la mano? No, eso no era lo que quería. Yo, yo solo le mostraba mi apoyo de esa manera. Sentí ganas de sollozar pero suspiré fingiendo una sonrisa, además, por Dios, era la primera vez que hablábamos no había razón para sentirme así.

-Creo que yo si sentía, pero tú fuiste la que me hizo verlo, gracias por no hacerme sentir como algo artificial. No hay duda que mis momentos contigo serán extraordinarios Mely.-La suavidad de su voz penetró mis oídos para ponerle atención a lo que había acabado de decirme. Nadie me había agradecido por nada, y ella acababa de hacerlo. Me gustaba que me llamara por Mely, lo admito. Y aclarando mi garganta decidí hablar.

-No es nada, para eso estaré siempre contigo, confía en mí.-No entendía porque le había dicho que confiara en mí si solo éramos unas desconocidas, al menos eso creía yo, y probablemente todo lo que decía a ella era inútil.

-No es inútil nada de lo que te digo, y claro que confiare en ti, ¿Por qué no confiar en la persona que desde un principio me hizo sentir bien, que incluso me provocó sensaciones extrañas pero hermosas?-Espetó, como si supiera que esa era la respuesta que quería recibir. Sentí de nuevo ese rosado perforar mis mejillas. Mierda, otra vez me sonrojé, va seguir pensando que todo lo que me dice me gusta, aunque si es la verdad tengo que dejar de contradecirme a la realidad. Ella me hacía sentir diferente desde un principio, no era que estaba obsesionada con conocer una robot como a un principio. Sí, me siento mal por haber llegado aquí con ese tipo de expectativa, ella era más que solo paredes de acero aunque quisiera dudarlo. Tal vez la había confundido con eso de que era lesbiana, pero ella también había tenido las mismas sensaciones que yo, acababa de decírmelo. Sentí la necesidad de ir mas allá en ese tema, y lo volví a sacar.



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En el texto hay: lgbt, novela, robots amor

Editado: 21.06.2019

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