Mucho antes de que partieran, Vlad se había reunido con Urs y con Anthony. En la reunión de la noche anterior, él, Giulian e Iván habían tenido una violenta discusión con Delos y Dorila que se oponían a aquella salida, pero Eowaz zanjó la cuestión, de manera que nos les quedó más remedio que aceptar su decisión. Sin embargo, hizo mucho hincapié en que debían prestar la mayor atención a la seguridad, según él, quien corría más peligro era Danny y sin duda todos estaban de acuerdo en este punto. Nurión a quien perseguiría primero sería al chico, pues era lo bastante estúpido como para pensar que Danny representaba una amenaza mayor, por esta razón Eowaz les dio órdenes específicas.
Recordando esto, los Arzhaelíes y los Krigers antes desaparecer rumbo a su destino, concentraron toda su energía en aquietar sus respiraciones y prepararse a percibir hasta el suave viento que movía las hojas.
Aparecieron en el extremo más alejado de una plaza que a aquellas horas estaba desierta y comenzaron a caminar hacia el que había sido el hogar de Danny hasta los siete años. En un principio él se sintió emocionado, tenía muchos deseos de ver a Freddy, Steven y al pequeño David, pero a medida que se acercaban, lo asaltó una preocupación.
Cuando divisaron la vivienda, el corazón de Danny comenzó a latir con violencia. Desde esa distancia podía ver que en el jardín frontal estaban los chicos. Tuvo que hacer un gran esfuerzo por no correr. Llegaron a la entrada y una vez allí, Danny se quedó como paralizado, pero en ese momento David que perseguía una pelota, se detuvo y miró al grupo con detenimiento hasta que sus ojos se toparon con los de Danny.
La misma era lógica, pues como ya se dijo, el desarrollo de un arzhvael era diferente al de un Firbolg, de modo que Danny ya lucía el aspecto de un Firbolg de unos diecisiete o dieciocho años. El otro chico que estaba allí abrió mucho los ojos.
Danny había reaccionado al escuchar la voz de David y había estirado la mano para abrir la pequeña reja de acceso, de modo que cuando el chico llegó hasta ellos casi lo derriba en el abrazo.
Steven se mostró igualmente emocionado.
Después de las presentaciones y cuando estaban por comenzar a entrar, escucharon la voz de la madre que los llamaba.
Danny se sorprendió, porque de manera inesperada, había captado una serie de imágenes que sin duda procedían de las mentes de sus hermanos. Estuvo a punto de exclamar ¡Demonios!, pero se contuvo. Primero, porque aquello era propio de Sam, pero no de él. Y segundo, porque lo que vio aparte de confuso, no era agradable.
Pero la mujer se detuvo mirando a los visitantes con asombro y sus ojos se abrieron hasta adquirir casi el doble de su tamaño al identificar al menor de los recién llegados.
Mientras esto sucedía, la ira de Vlad se reflejó claramente en sus ojos. Eve miró a la mujer como para que recordara que no era buena idea molestarla, en tanto que los Krigers como ya habían sido advertidos, se limitaron a mirarla con disgusto.
Rose Weeler miró al grupo sin siquiera intentar disimular su disgusto y ciertamente sin ninguna expresión de alegría por volver a ver a su hijo adoptivo.
Editado: 20.08.2022