Cap. 8 Año movido
Después de un tiempo que les pareció enormemente largo, Daira salió del cubículo y los niños se aferraron a los brazos que los estaban acunando.
- ¿Daira? -- dijeron Giulian y Dan cuyos nervios estaban a punto de colapsar
- Se trata de una meningitis -- les dijo, pero si bien los adultos habían comprendido no era el caso de los niños
- ¿Y qué demonios es eso? -- preguntó Dreo
- El cerebro y la médula espinal están cubiertos por unas membranas llamadas meninges, cielo, y la meningitis es una infección bacteriana de éstas -- le explicó Daira
- ¿Esto es por algo que hicimos o que dejamos de hacer? -- preguntó Elijah que seguía en su línea de sentirse responsable
- Por supuesto que no Eli, como dijo Daira, esta enfermedad es producida por una bacteria -- le dijo Iván -- sin embargo, una vez que aparece, los que están en contacto con quien la haya contraído, sí deben recibir tratamiento preventivo, en este caso Brendan, Meilyr, Michel, Alexander y sus compañeros de clase.
- ¿Y nosotros por qué no? -- preguntó Dreo
La pregunta era del todo lógica, ya que si los niños habían escuchado alguna vez la especial condición de su sangre, ciertamente eran muy pequeños para prestarle atención a ello, de modo que escucharon con atención la explicación que les dio Iván.
- Pero no entiendo -- dijo Brendan -- si esto no se trata de un envenenamiento, sino de una enfermedad ¿cómo es posible que estén protegidos?
- Porque esta condición ha hecho que tengan un sistema inmunitario que es el encargado de… pelear contra las enfermedades, mucho más resistente que el común. Esto no significa que no puedan enfermar, pero primero es improbable, y segundo, si lo hacen será de forma mucho más leve -- les explicó Iván de la forma más sencilla posible
- Pero entonces Lizzy va a estar bien ¿no? -- dijo Elijah aun en tono angustiado
- Va a estar unos días delicada, pero con la atención adecuada mejorará -- lo tranquilizó Daira -- Ahora ustedes deben tomar lo que Brigid les va a administrar ¿de acuerdo? -- dijo mirando a Brendan a Michel, a Alex y a Meilyr
Un rato después los niños fueron enviados a sus habitaciones, aunque ninguno quería marcharse, pero finalmente les aseguraron que Lizzy estaría bien vigilada y ellos accedieron.
- No quiero marcharme, papá -- dijo Elijah en voz baja
- Pero como no quieres preocupar a tu madre, lo harás -- dijo Mael en el mismo tono
- ¿Tú te quedarás con ella?
- Eli…
- Porque tú tampoco quieres marcharte ¿no? -- dijo en forma casi acusadora
- De acuerdo, no quiero marcharme, pero sus padres están aquí y posiblemente no me permitan quedarme
Elijah lo miró de aquella forma que solía hacer sentir mal a Mael y a media humanidad, a decir verdad.
- Padre -- mal asunto pensó Mael como cada vez que el niño iniciaba una frase llamándolo padre -- podemos convenir en que tú no eres cualquier persona ¿cierto? -- pero sin esperar una respuesta continuó -- Dudo que haya alguien lo bastante necio como para interponerse en el camino de un Berserker, si no lo hacen en el mío que aun soy pequeño, menos lo harían en el tuyo, así que hazme un favor, no digas tonterías
Iván como en muchísimas otras ocasiones, y aunque aparentaba no escuchar, sintió conmiseración por su hijo, porque si la mayoría de los niños de aquella familia eran amenazas físicas, en aquel pequeño individuo aparte de eso, a lo que más había que temer era a su peligroso cerebro. Mael por su parte no sabía si reír o desesperarse, porque aparte de la capacidad de su hijo para hacerlo sentir miserable, en muchas ocasiones le provocaba sacudirlo al exhibir la proverbial arrogancia Douglas.
Finalmente, y antes de marcharse, les permitieron ver a Lizzy un momento, especialmente porque Meilyr parecía a punto de deshidratarse de tanto llorar. Todos habían notado la ausencia de Aelig, y aunque sabían que las primas no se llevaban precisamente bien, igual les extrañó que en una situación como aquella no estuviese allí, pero como Sam era un modelo de discreción, apartó a Brendan, y aunque sabía que Elijah escucharía lo mismo si se le antojaba, como su hijo estaba ocupado hablando con Mael, aprovechó aquella distracción.
- ¿Cariño, Aelig está bien?
- Hasta la hora de la cena por lo menos, lo estaba
- De acuerdo amor, ahora papá los acompañará hasta sus habitaciones -- dijo dándole un beso a Brendan
- Buenas noches, abuelo -- se estaban despidiendo los niños de Iván
- Que descansen -- les dijo él
- Buenas noches, Dan -- dijeron a coro e Iván sonrió, porque normalmente Dan arrugaba el entrecejo cuando esto sucedía
Giulian acompañó a los chicos a sus habitaciones y cuando venía de vuelta se encontró con Endereing y Eirian.
- ¿Qué se supone que haces tú vagando por los pasillos de la escuela, Giulian Cornwall?
- Endering -- dijo Eirian -- Buenas noches, Giulian
- Eirian -- la saludó él y luego miró a Endering -- yo bien ¿y tú, profesora? -- preguntó
- ¡Oh sí! Eso no lo dudo -- dijo ella mientras él sonreía con sorna