Cuando Iván llegó a Averdeen aquello parecía un campo de guerra. Al parecer Sam con una muy efectiva ayuda de Elijah, había logrado tranquilizar a las trillizas, mientras que Dan, Amy y Elar se había ocupado de las demás. Sin embargo, ni siquiera Sam o Elijah habían podido hacer nada con Eve y con Lizzy que sin tener en consideración a quienes les estaban gritando, seguían vociferando improperios en contra de Mael y de su desconocida amiga. De manera que Iván manteniéndose fiel a la decisión que había tomado, sujetó a ambas niñas y desapareció de la vista de todos.
Y ciertamente pudo, porque primero las dejó sin sentido y luego procedió a estabilizar sus centros nerviosos, algo que le llevó una inusitada cantidad de tiempo, entendiendo por qué nadie había conseguido calmarlas, ya que despiertas habría sido imposible. Por un momento consideró la posibilidad de suprimir el recuerdo, pero aquello habría servido de poco a menos que hiciese lo mismo con todas, de manera que cuando consideró que ya estaban en condiciones de escucharlo, las despertó y les dio un largo discurso explicándoles, entre otras cosas, que Mael no estaba haciendo nada incorrecto, porque él era un hombre joven y libre que tenía derecho a enamorarse y a tener una pareja. Iván estaba seguro que lo habían comprendido, y aunque seguían mostrándose tercamente en desacuerdo, también estaba bastante seguro de que no harían ninguna barbaridad en contra de Mael.
Después de la cena y mientras los niños se iban a jugar, Sam salió a la terraza y se permitió pensar en lo que había sucedido, unos segundos después apareció Danny a su lado.
De pronto Sam comenzó a reír y los cuatro la miraron.
Mientras esto sucedía, Giulian no había notado que Sam no estaba en el salón hasta después de un momento, pero pensando que estaría viendo qué hacían los niños no se preocupó. Sin embargo, pasados unos minutos y al notar la ausencia de los demás, dejó de hablar con Dan y se encaminó a la puerta.
Iván sintió el repentino deseo de golpearlo. Él sabía que Giulian era en extremo posesivo, pero aquello era ridículo y siendo que Iván sabía perfectamente lo que le sucedía a Sam y que no era precisamente con Giulian con quien necesitaba hablar, sino exactamente con quienes estaba en ese momento, optó por un método mucho más expedito e implantó una firme orden en los pensamientos de Giulian que lo hizo regresar a su asiento.
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Editado: 22.03.2023