Después que Danny y Sam habían limpiado el desastre ocasionado por Galadriel, las cosas parecían haber vuelto a la normalidad, o al menos eso creían, porque en realidad se estaba gestando un conflicto de proporciones épicas.
Una vez que Brendan se había tranquilizado, se dijo que no tenía por qué sentirse mal, Aelig le gustaba y no había nada de malo en ello. Sin embargo, y aunque las palabras de Elijah seguían flotando en la periferia de su cerebro, él decidió ignorarlas. Si lo pensaba un poco, Aelig en cierta forma tenía motivos para comportarse de aquel modo, ya que ellos le habían hecho la vida miserable desde que eran unos bebés, así que se convenció de que hablando con ella e integrándola al grupo, las cosas iban a cambiar. En cuanto todas las ideas estuvieron claras en su cerebro, se fue derecho a buscarla.
Galadriel había huido al interior de la casa y había terminado en la biblioteca donde no tardaron en darle alcance sus hermanas, así que les contó cómo habían estado las cosas.
No era que Gema no compartiese el mismo sentimiento, pero ella era más fría y controlada y utilizaba su ira en forma que con el tiempo llegaría a ser mucho más mortal que la volatilidad de Gamariel. En cuanto Galadriel estuvo más tranquila volvieron al jardín, pero no dejaron de vigilar a Aelig, y cuando vieron a Brendan caminar hacia ella se tensaron.
Eve había estado intentando distraerse junto con Lyseryd, pero cuando escuchó ese trozo de conversación entre las trillizas, giró con rapidez la cabeza buscando a Brendan y efectivamente lo vio caminar hacia donde estaba Aelig con sus amigas y prestó atención.
El grupo de los varones que había intentado distraerse volando en una mini pista que habían instalado a un lado del jardín, aterrizaron casi con violencia cuando vieron a Aelig colgarse del brazo de Brendan.
Aelig estaba perfectamente consciente de la conmoción que estaban causando, pero miró a Brendan y luego hacia donde estaban las niñas y sonrió con suficiencia. A la luz de los hechos siguientes, más le habría valido ser algo más discreta, porque pocos segundos después su hermoso vestido se rasgó. Aelig lanzó un chillido y mientras todos miraban, soltó a Brendan y caminó hecha una furia hacia las trillizas, Brendan intentó detenerla, pero ella lo ignoró.
Ya los adultos se habían acercado al igual que los niños, y aunque algunos pensaban como Brendan, había otra buena cantidad que sabía que cualquiera de ellas era perfectamente capaz de hacer lo que Aelig estaba diciendo incluido el mismo Brendan. Sin embargo, Aelig continuó por el camino de los errores al contestarle.
Demasiado tarde se dio cuenta de lo que había dicho y de lo que había estado a punto de decir, aunque igual no habría podido terminar, porque varias cosas sucedieron al mismo tiempo. Sam previendo lo que las niñas podían hacer, silenciosamente había colocado un escudo protector delante de Aelig. Los gemelos por su parte que conocían a su madre y sabían cómo reaccionaría, deshicieron ese escudo. Y las trillizas reaccionaron como todos esperaban, un brillo asesino se había instalado en sus ojos y unos segundos después Aelig sangraba profusamente por la nariz y la boca, su piel comenzó a cubrirse con unas feas pústulas de color incierto, y el bajo de su vestido comenzó a arder.
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Editado: 22.03.2023