Después de la conversación con Brendan, Sam se sentía con los sentimientos a flor de piel, ella sabía que los niños crecían con rapidez, pero aun se le dificultaba aceptarlo. Pero haciendo eso a un lado, que el primer amor de Brendan fuese Aelig, representaba un enorme problema, porque Giulian iba a ponerse difícil.
El grito enfurecido de Giulian hizo que Mael volviese a estrechar a Sam contra su pecho de forma instintiva, pero, también que lanzase un veloz conjuro aislante hacia las puertas de las habitaciones de los chicos. Sin embargo, Samantha se separó y se giró para enfrentar a su marido.
Con el asunto de Brendan, Sam había olvidado que aquella era otra conversación pendiente, pero al parecer Giulian se le había adelantado y a juzgar por el resultado, no debía ser nada bueno.
Sam sintió que nuevamente el piso vacilaba bajo sus pies y miró la puerta de la habitación de Brendan a pocos pasos, pero Mael siempre un paso adelante y como se dijo, al escuchar a Giulian gritar como lo estaba haciendo, había lanzado un conjuro aislante más por su propio hijo que por Brendan, ya que si bien en un principio no sabía por qué Giulian estaba tan furioso, sí sabía que si Elijah lo escuchaba gritándole a su madre, no se detendría en razones y su reacción sería catastrófica, pero acababa de comprobar lo acertado de su decisión por ambos chicos. Así que lo primero que hizo fue tranquilizar a Sam.
Sam se lo agradeció y luego se concentró en Giulian, no era así como había planeado tener aquella conversación, ya que no esperaba que se enterase de ese modo, pero siendo que no había remedio, tendría que hacerle frente. Giulian por su parte que esperaba ver sorpresa en el rostro de su mujer, se quedó de piedra al verla tan tranquila y lógicamente concluyó que ella lo sabía.
Giulian conocía a su esposa prácticamente de toda la vida, pero en todos los años que llevaban juntos, tanto antes como después de casados, ni en los peores momentos había sentido tantas ganas de estrangularla como en aquel instante en el que el amor y la rabia estaban librando una perversa batalla en su interior. Sin embargo, Mael por su condición, podía percibir el peligro con claridad meridiana y más tratándose de ella, de modo que más había tardado Giulian en procesar lo que estaba sintiendo que Mael en moverse y alejar a Samantha de él. Posiblemente a nivel consciente Mael sabía que Giulian jamás cometería la enorme estupidez de lastimar a Sam, pero la parte irracional y puramente instintiva que habitaba en su interior, fue la que reaccionó. Después de dejar a Sam en su propia habitación volvió y se enfrentó a Giulian que apenas si había logrado ver nada debido a la rapidez de acción, pero lo que si no pudo ignorar fue cuando Mael lo sujetó por el cuello.
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Editado: 22.03.2023