De algún modo habían logrado llegar al final de aquel desastroso verano y volver a la escuela, pero si bien las negociaciones para concretar el compromiso entre Meilyr y Valandil parecían detenidas, los elfos parecían darlo por hecho y la situación se volvió insostenible, pues siendo que Valandil ya se consideraba con todos los derechos, varios elfos recibieron la orden de evitar que Alexander se acercase a Meilyr. Con las cosas así, Elijah decidió hablar con Alcarin antes de que Alex terminase seriamente herido.
Elijah finalizó aquella frustrante conversación en peor estado que como la había iniciado. Elladan hizo cuanto estuvo a su alcance por animarlo, pero fue inútil.
Lizzy por su parte y contra sus costumbres, se había levantado muy temprano una mañana y había bajado al jardín donde sabía encontraría a Meilyr, pero en cuanto llegó hasta ella la encontró llorando.
En ese momento fue que Lizzy notó que estaban sentadas en el césped y Meilyr pasaba sus manos sobre las flores que lucían marchitas. Ellos habían notado que el verano había sido inusual no solo por los acontecimientos en general, sino porque casi parecía otoño, las hojas de los árboles ya caían resecas y casi todas las flores del jardín habían desaparecido.
Lizzy recordó la clase sobre las razas y lo que el profesor Haines les había explicado acerca del importante papel de los elfos en el equilibrio de la naturaleza y su papel restaurador, pero la verdad en ese momento lo que menos le interesaba a Lizzy era si había unas cuántas flores más o menos, ya que ella no veía el conjunto, sino que estaba centrada en su amiga y pensaba que no era aquello lo que la estaba haciendo miserable por mucho que le interesase.
Lizzy decidió no insistir, porque ella sabía que, aunque a Meilyr le gustaba Valandil, le agradaba su compañía y su charla, el asunto no llegaba tan lejos como para querer casarse con él. Sin embargo, por algún motivo desconocido para ella, Meilyr parecía haber aceptado aquella situación y no entendía la razón. No obstante, lo entendiesen o no y era algo que todos compartían, tendrían que aceptarlo Alex incluido, porque esa noche cuando el chico entró al salón, Meilyr se puso de pie.
Todos contuvieron la respiración, pues durante casi todo el año Meilyr se había negado siquiera a saludarlo, y desde que habían vuelto de las vacaciones de verano actuaba como si él no existiese. Alex asintió y le hizo un gesto para que tomase asiento mientras que Elijah urgía a los demás para que abandonasen la estancia.
Los chicos se sentaron con excepción de los dos pares de gemelos que rara vez podían estar en reposo.
Aunque ellos estaban al tanto del planteamiento, escucharla hablar de ello como si ya fuese un hecho los golpeó al punto de paralizar a los gemelos, mientras que Lizzy, Brendan, Elijah y Vladimir miraban a Alexander.
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Editado: 21.08.2023