En algún momento imposible de precisar, y cuando los espíritus malignos de Bergelmir estaban asolando Midgard, Thor muy indignado por los muchos problemas que daba aquel individuo, a quien sus constantes y violentas visitas al Niflheim no habían persuadido para observar un mejor comportamiento, decidió hacer algo no solo para contrarrestar los males que Bergelmir les causaba a las criaturas creadas por su padre Odín, sino para fastidiar al molesto Jotun.
Para aquel entonces, el mayor problema lo constituían las primeras guerras territoriales azuzadas por Bergelmir y que estaban diezmando a la humanidad, de manera que Thor decidió crear una raza de guerreros invencibles, pero antes de hacerlo y queriendo que sus criaturas contasen con todas las ventajas posibles, convocó una asamblea para plantear lo que pensaba hacer y solicitar ayuda a los demás Æsir para que su creación fuese perfecta. Después de participarles el asunto, Thor proyectó una imagen de sí mismo y se giró hacia la asamblea.
Baldr, que aparte del Æsir de la belleza, lo era también de la inteligencia, le otorgó la misma, y Bragi, el Æsir de la sabiduría y la elocuencia hizo lo propio. Heimdall le otorgó el poder de ser un guardián excepcional concediéndole unos sentidos extraordinarios, y Höor el Æsir ciego, les otorgó el poder ver en la oscuridad. Vidar les dio el poder para resolver conflictos; Ull la habilidad del combate cuerpo a cuerpo sin sentir dolor; y Forseti los hizo leales en la amistad. Todo ello estaba muy bien y complacía Thor, pero le faltaba algo importante y miró Tyr, el Æsir de la guerra y con quien compartía algunas características, así que Tyr les otorgó la invencibiliad. Y para completar el cuadro, Váli, el Æsir de los arqueros, los hizo insuperables en aquella materia otorgándoles velocidad y precisión.
Las Ásynjur también quisieron dar su contribución, así que Frigg les otorgó un desarrollado instinto; Eir la capacidad para sanar cualquier herida que sufriesesn; Var, la disposición a cumplir los juramentos; Iöunn les concedió la eterna juventud, y Sjöfn la capacidad de amar sin medida.
Thor estaba muy satisfecho, pero Loki que era astuto, intrigante, caprichoso, experto en causar caos y la desdicha de todos los Æsir, pensó que tanta perfección lo descomponía y decidió hacer su aporte.
La última característica quedó suspendida por la ira de Thor, pero siendo que ya Loki se la estaba transfiriendo, Frigg se apresuró si no a bloquearla, sí a suavizarla.
No obstante, Thor no era especialmente paciente y menos con aquel molesto sujeto, así que la emprendió en su contra y aquello redundó en directo perjuicio de la humanidad a la que intentaba proteger, ya que causaría una espantosa tormenta eléctrica producto de su ira, y Loki una tormenta solar, lo que haría pensar a los humanos de la época, que el fin del mundo había llegado.
Los Æsir estaban consternados, pero Odín blandió su vara y tanto Thor como Loki quedaron inmovilizados.
Thor se dio por satisfecho y marchó con su creación hacia Midgard, una vez allí se detuvo, lo miró pensando el nombre que le daría hasta encontrar uno, y fue cuando le insufló el aliento de vida. Inmediatamente el individuo dobló una rodilla en tierra, Thor colocó una mano sobre su cabeza y a continuación aparecieron once sujetos más, después de lo cual le habló al primero.
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Editado: 21.08.2023