Capítulo 6.
Cuando llego a casa todo están comiendo, saludos a mis padres y mis hermanas como si lo de ayer no hubiera pasado, puedo ver cierto brillo de orgullo y molestia en mi padre y lo entiendo así que solo le lanzo un beso y le pico giño un ojo, el mueve la cabeza de un lado al otro como quien dice esta hija mía no tiene remedio, me sirvo un poco de lo que prepararon y me dispongo para ir al patio afuera comeré más tranquila, en la parte trasera de la casa se cuenta un cobertizo donde solemos hacer las opciones, a mamá no le gusta que la casa se impregne de olores por lo que entre todos construimos el cobertizo y la casita del árbol, están diseñadas para brindar cobijo y protección a los Marcados de la familia y con sanguíneos, me fijo bien y noto que tengo que regar las rosas o se van a marchitar, a la Abu le encanta sentarse aquí frente a las rosas, cuando era más pequeña también lo hacía con Erika y Reshel, nosotras subíamos a la casa del árbol y la Abu se sentaba en el banco junto a mamá, ella hacía magia y formaba hermosas esculturas que rodeaban las rosas, nos encantaba ver lo y claro estar juntas, como cambian los tiempos.
Llegó al cobertizo y este se ilumina al sentir mi presencia el techo va tomando forma hasta convertirse en una noche estrellada, en medio del mismo se encuentra mi constelación el cinturón de Orión que brilla con gran intensidad , me acerco a la mesa que está ubicada en medio de la habitación y colocó las cosas que he comprado y mi comida, en una esquina se encuentra materiales que podemos utilizar por lo que escojo un cardero del tamaño de mis palmas y por supuesto el grimorio familiar, es seguro tenerlo aquí ya que el cobertizo está protegido, nadie que no sea familia consanguínea puede entrar o si quiera tocarlo, de hacerlo sus hojas quedan completamente en blanco.
Me dispongo a triturar las plantas, las hecho en el pequeño caldero con agua y las muevo bien, --- ¡IGNIS! ----el pequeño caldero que está en mis manos se calienta y cuando empieza a destilar su aroma termino la poción.
--- Nocte ac die tenebras nigrae cyaneus-----Del pequeño cardero brotan chispas azules, quiere decir que está listo, lo vacío en un frasco plástico con botón para spray así será más fácil colocarlo, lo roció en mi cabello y a los pocos segundos este cambia de color, perfecto.
Como ya está lista, como la poca comida que traje y lleno una jarra con agua para regar las rosas de la abuela, busco mi celular para poner música pero no está, toco mis pantalones, los bolsillos pero nada, hay pero que tonta, haberse caído cuando el chico evito que el auto me atropellara, tanto que me gustaba mi celular pero es obvio que ya es historia, al salir del cobertizo me encuentro con Erika sentada en el banco, ella tiene la mirada perdida lo más seguro que en sus pensamientos por lo que haciendo el menor ruido posible me dispongo a hacharle agua a estas pobres plantas, con una tijera cortó la maleza y algunas espinas, arreglo el cerco y coloco mis manos en la tierra, respiro profundo para transmitirle amor, así crecerán fuertes y hermosas, sonrió al recordar al abuela haciendo esto y me dispongo a ir por mi celular la peor batalla perdida es la que ni siquiera se intenta.
----Lo haces bien para no ser una Eri..---La miró penetrante para que entienda que no quiero hablar ni estoy para sus cosas.---Están hermosas.--- Se corrige sabe que soy la única que les pongo atención.
---Gracias, si no te importa--- me dispongo a marcharme pero ella me sostiene del brazo, oh no, no de nuevo.
Estamos en la sala de la casa y puedo decir que navidad, estamos todos juntos abriendo los regalos, la mayoría de ellos flota alrededor de árbol, cuando mamá menciona una un nombre sus regalos vuela hacia ella o él, es mi fecha del año favorita es cuando puedo decir que vivimos en armonía como tiene que ser, aunque las cosas no siempre salgan bien.
---Y ahora es el turno de..----Mamá crea suspenso y suenan unos tambores mágicos del techo cae una pequeña ventisca de nieve sin en realidad hacer contacto con nosotras y también se encuentran velas flotando entre la nieve, todas la observamos curiosas, la abuela, papá, Genary, algunos Marcados y Materia se encuentran con nosotros, no todos sonríen hay muchos preocupados por algo pero intentan distraerse con la entrega de obsequios---Casidy.
Una gran cantidad de obsequios vuela hacia Erika que tiene una pequeña recién nacida en brazos, la bebé abre las manitas hacia arriba al observar cómo se mueve, los regalos comienzan abrirse solos y salen peluches, ropitas de bebes, muchos juguetes que giran en torno a ellas, a mi hermana se le llenan los ojos de lágrimas, alguien coloco su mano en mi hombro no me volteo sé que no pasara nada y me siento muy feliz por eso, sé que ya jamás me sentiré sola o tendré miedo, coloco una de mis manos sobre la de esa persona, intentó voltear pero soy traída a la realidad.