Astartea destinos inciertos

capítulo 11

Narra Fidel

Al principio no comprendía mis acciones pensaba que ayudaba a Astartea por pequeño, porque el de alguna forma la quiere mucho, pero despues un nuevo pensamiento surgió y es que me sentía de alguna forma responsable de su cuidado al tener las mismas alas que Leila, realmente concluí que es por ambas razones y con esto admití para mí mismo cuando ella me enfrento para pedirme entrenar a pequeño que realmente sentía celos de ella. Astartea no tiene mucho tiempo desde que llego a este mundo, pero conoce mucho mejor a pequeño que yo, yo que he vivido con él por 80 años su lado, de hecho, lo conoce mejor que cualquiera de nosotros es por ello que el la busca en cada momento del día no solo porque le salvo la vida, la busca porque lo comprende, lo ayuda y escucha.

El día que llego a decirme que los entrenara me opuse al principio, pero pensé “ella sabe lo que pequeño quiere” al final accedí. Comencé a enseñarles lo más básico pero Astartea simplemente dijo que quería observarnos primeramente, me moleste ya que no sé cómo piensa aprender de esa manera además ¿Por qué me pide entrenarla si ni siquiera me escuchara?, en fin solo comencé a enseñarle a pequeño los movimientos fáciles despues de un calentamiento, le di una espada de madera y mire su rostro iluminarse, realmente el quería hacer esto pero nunca me di cuenta y aunque lo hubiera hecho o él lo hablara me hubiera negado porque no tiene caso para el que es un dragón aprender estas cosas que son exclusivas de los humanos.

Al terminar la primera sesión Astartea me dijo que estaba lista para enfrentarme, ¿Cómo podría hacerlo?, primeramente, pidió una espada verdadera a uno de mis caballeros. Aquella espada no era para nada ligera, pero si no escuche más ella dijo que era ligera, al final de alguna forma accedí a enfrenarla ya que era la hora de darle una lección a esta mujer.

Nos dijimos unas palabras antes de comenzar y comencé a atacarla primero con mi espada, ella fácilmente me esquivo con gran facilidad, incluso evito que tocara sus alas realmente era impresionante, seguí atacando y ella de la misma forma intentaba esquivarme, raramente atacaba con la espada. Cuando intentaba hacerlo sus ataques eras torpes pero su estilo solo era esquivarme e intentar tirarme con el peso de sus alas, tiempo despues cuando comencé a agitarme y sentirme cansado supe lo que quería, ella trataba de que perdiera mis fuerzas debido a este estilo que usa, de esta forma podría vencerme fácilmente. Al saber su estrategia, fui más enserio y use mi gran habilidad con la espada logrando que ella soltara la suya, rápidamente la deje lejos de ella y ahora solo yo estaba armado mientras que ella solo me veía sin perder la concentración de nada y sin mostrar algún signo de vulnerabilidad.

— creo que es suficiente — le dije bajando mi espada

— claro que no aun puedo luchar — contesto ella

No comprendo su actitud, ni su confianza. Pero no podía decirle no al mirar sus ojos retadores observándome detenidamente, como buen caballero también baje mi espada y peleamos sin ellas para estar a la par, o algo así. Luchamos dándonos algunos golpes, efectivamente Astartea tenía mi mismo nivel de fuerza lo que la hacía muy poderosa en este mundo ya sea para temerle o admirarla, al final fui derrotado debido al cansancio y a la sorpresa, posiblemente si hubiera luchado con mi espada podría haber ganado, pero no puedo confirmarlo. Me encontraba en el suelo, necesitaba descansar despues de esto, me encontraba sudando y muy agitado, mire a Astartea también tenía sudor, pero no estaba agitada, su respiración era normal.

— eso fue maravilloso — grito pequeño quien corría hacia nosotros, primero le dio un abrazo a Astartea mientras la admiraba — derrotaste a Fidel eres maravillosa

— no es para tanto, tuve ventaja ya que Fidel dejo su espada — contesto honestamente

Pensaba que esta mujer sería algo presumida por la forma en que es en este lugar, pero realmente habla con honestidad. Pequeño fue levantado por Astartea en el aire, me encontraba celoso de lo bien que se llevan y además me siento así debido a la gran admiración que tiene de una extraña, pero creo poder comprender porque se siente de esta manera. Astartea bajo a pequeño para dejarlo en el suelo, él se dirigió a mí con una gran sonrisa.

— Fidel me gustaría ser tan bueno como tú con la espada ¿seguirás enseñándome? — me pregunto y me sentí despues de mucho tiempo admirado por el

Sé que su padre armara un escándalo cuando se entere de esto, pero no puedo decirle no despues de ver su mirada y sonrisa. Me levante, acaricie su cabeza y le conteste afirmativamente, para despues mirar a Astartea.

— ¿aun quieres que te enseñe a usar una espada?

— la respuesta es obvia, pude tener una perspectiva despues de mirarlos, pero tenía que experimentar que tan lejos podía llegar con mis habilidades actuales pero sobre todo saber que tan fuerte puedo ser en este mundo — esto último lo contesto con una mirada melancólica, la cual cambio al mirar a pequeño

Alzo a pequeño en sus brazos, mientras ambos sonreían activamente, la escena fue linda, realmente los dos se veían muy unidos a pesar de que ambos son de mundos diferentes. Me levante del suelo limpie un poco mi ropa, recupere mi aliento entonces regresamos a casa. Los siguientes días entrene a ambos, los soldados los miraban con curiosidad y se preguntaban si esto estaba bien, ya que se supone nosotros debemos proteger a pequeño, por lo cual no debemos enseñarle esto ya que es un dragón y no es necesario para él, pero al ver su sonrisa estas cosas se olvidan, además de que realmente es bueno con la espada, incluso podría llegar a ser mejor que yo.

Sin saber realmente como sucedió me fui volviendo más cercano a Astartea mientras entrenábamos juntos, lo que antes eran discusiones se convirtieron en desafíos que nos dábamos el uno al otro, pero la confianza entre ambos aún era dudosa ya que reamente no sabíamos nada del otro. Una noche soñé con Leila, el día que la perdí fue realmente triste y soñar con ella me hace volverme melancólico y lo único que puedo hacer en estos casos para despejarme es salir y caminar un poco.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.