capítulo 13

Narra Fidel

Desde que fui un niño me gustaba entrenar y como es costumbre cuando llega el tiempo nos comienzan a entrenar ya que Gwydyyon en algunos años elegiría a quien sería el próximo guerrero dragón, en mi primer entrenamiento fue donde la vi por primera vez, había escuchado rumores de ella anteriormente sobre una niña que nació única en este mundo al tener un extraño de color de ojos Ámbar, en fin la primera vez que la vi pensé que era única pero solo por sus ojos no había nada más en especial, su cabello era típico un color rosado, y su piel blanca, como dije no tenía nada en especial pero todo eso cambio cuando comenzamos en entrenamiento, ella destaco el primer día y los siguientes simplemente era perfecta tenía un talento natural para esto, los adultos comenzaron hablar sobre que ella sin dudarlo sería la próxima guerrera dragón lo que desanimaba de alguna forma a los demás niños porque para nosotros el ser nombrados y reconocidos por el gran dragón es un gran honor, aun así no dejaba que me afectara y seguía mi entrenamiento sin problema alguno.

La primera vez que interactuamos fue veinte días despues de comenzar con el entrenamiento ya que practicábamos con un compañero, en aquel entonces nadie quería practicar con ella ya que fácilmente se podía conocer el resultado, pero me ofrecí igualmente ya que si no lo hacía nunca lograría avanzar, ambos nos colocamos frente a frente y comenzamos la lucha en la cual perdí, ni siquiera recuerdo que fue lo que sucedió simplemente cuando me di cuenta me encontraba en el suelo.

— gran batalla — me dijo ella con una sonrisa sincera

— la próxima vez no perderé — le conteste mientras me levantaba, ella en con esas palabras al parecer se había avergonzado ocasionando que desviara la mirada al suelo

— ¿quiere decir que volveremos a practicar juntos? — contesto con nervios claramente definidos ya que sus manos se tocaban entre si constantemente

— no veo porque no lo haríamos — conteste finalizando la corta platica que tuvimos

Fue extraño para mi ver como una niña simplemente no dejaba de sonreír por tales palabras, pensé que era muy extraña pero los siguientes días supe la razón exacta de eso. Cada seis días tenemos un día para descansar, decidí salir y dar un paseo pequeño por el reino, en ese recorrido fue donde la volví a mirar, la observe por un leve momento, se encontraba detrás de tres niñas, al parecer quería hablarles estiro un poco su mano, pero despues la bajo, se dio la vuelta y se fue lentamente. Realmente fue extraño, si siquiera sé porque la seguí, pero no podía evitarlo, camino hasta llegar a un lugar apartado del reino, comenzó a buscar entre los arbustos que se encontraban en el muro y simplemente desapareció cuando se metió a él.

Camine hacia el mismo lugar, grande fue mi sorpresa cuando descubrí que había un enorme agujero perfecto para que un niño saliera del reino sin ser visto. Sin que ella se diera cuenta de mi presencia seguí detrás de ellas hasta que simplemente paro en un lugar donde comenzaron a salir sus lágrimas ¿Por qué lloraba?, desde que la he seguido veo algún motivo claro por la razón por la cual sus lágrimas caían, ¿debería salir?, pero si salgo ¿Cómo lo tomara?, en fin no puedo quedarme sin hacer algún movimiento, Salí de mi escondite, al percatarse de mi presencia simplemente se quedó sin palabras no supo cómo reaccionar ni yo sabía que hacer, solo me deje llevar.

— ¿te encuentras bien? — le pregunte preocupado mientras ella trataba de calmarse

— estoy bien, p..pe…pe..pensé que estaba sola — contesto tartamudeando y secando sus lagrimas

— pero tus lagrimas dices todo lo contrario — saque un pañuelo que guardaba pero en lugar de ofrecérselo, limpie sus lágrimas con el

No sabía que estaba haciendo, pero decidí actuar como todo un caballero al igual que mi padre hacía con mi madre, al terminar de secar sus lágrimas me senté junto a ella quien simplemente miraba al suelo y trataba que su hermoso y largo cabello rosado ocultara su rostro.

— ¿me dirás porque lloras? — le pregunte, pero ella se quedó en silencio por unos minutos

— ¿Por qué eres bueno conmigo? — contesto con otra pregunta

— ¿no debería serlo?, simplemente me preocupo por ti, como lo aria cualquier persona, ¿ahora quieres contarme que te sucede?

Ella dudo un poco pero finalmente confeso todo lo que le preocupaba.

— no me gusta ser fuerte — contesto ella y me causo gracia que ocasiono que quisiera llorar mas

— lo siento, me disculpo por mi descortesía, ¿Por qué lo odias?, eres la más fuerte y talentosa, todos dicen que definitivamente serás la próxima caballero dragón — ella bajo la mirada observando solamente el suelo

— por ello no puedo hacer amigos pero sobre todo no quiero ser caballera dragón — esto último lo grito

Su grito no fue la sorpresa, la sorpresa fue que no quiera ser la caballera dragón, ya que serlo es un gran honor y solamente uno puede ser elegido cuando el actual muere, por ello para todos nosotros los jóvenes sueñan con ser seleccionados, pero Leila no quiere serlo porque no puede hacer amigos a causa de ello, aunque por lo que veo más bien todas la envidian ya que piensan que no tendrán oportunidad de obtener tal título si ella está presente.

— los demás solo se sienten celosos de tus grandes habilidades, no por ello tienes que decir que no quieres ser la caballera dragón — conteste pero solo se enfadó más conmigo

— tu tampoco lo entiendes — dijo ella — realmente no quiero ser la caballera dragón, yo tengo otro sueño

Lo digo tan decididamente y tercamente, que al final le creí, pero tenía curiosidad del porque no quería serlo, pero yo creo que deba preguntárselo ya que no somos cercanos. Aun así, aunque lo diga si es seleccionada no puede renuncias de ello, tiene que aceptarlo quiera o no.

— bueno no puedes simplemente decir que no quieres serlo, si Gwyddyon te escoge tendrás que aceptarlo aunque no quieras — ella inmediatamente se entristeció — pero puedo ayudarte en el tema de amigos — inmediatamente una sonrisa ilumino su rostro