Capítulo 18

Todo estaba un poco raro, finalmente pude conocer a Evan Saints pero no hablamos mucho porque todo el mundo quería hablar con él y Dante junto a Bastian han estado pegados a mi como chicles.

Aburrido.

Son como perros cuidando su hueso.

Osea yo... ¿Soy el hueso? - cachetada interna por pensar eso.

Esos dos están más locos que una cabra, de Bastian lo espero, en realidad viniendo de el nada me sorprendería pero de ¡Dante! Eso es sorpresa, no se ha alejado de mí en lo que resta de la noche y yo no he podido hablar con nadie más, hasta Víctor fue alejado de mí.

En fin, el dichoso lanzamiento termino y volví a casa, muerta de cansancio y súper estresada.

Ahora solo quiero cerrar los ojos y dormir profundamente como bebé recién bañado.

...

Después de volver a mí rutina toda esta semana fue agotador, muchos medios vinieron hacer entrevistas por el gran éxito de la colección y sobre todo por las ganancias que había empezado a obtener Diamond Corporation.

Al principio pensé que solo entrevistarían a Dante y Diana pero en todas o en su mayoría debía estar presente.

Camita ¿Donde estas? Te extraño

Diana me llamo a su oficina y no sé para qué pero lo averiguaré ya mismo, tocó la puerta y en cuanto escucho el "adelante" ingresé.

_¿Me llamaste? - pregunté y me fijé mejor en el ambiente.

_Buenos días señorita Doskas - una gran O se formó en mi boca al ver Evan Saints en la oficina. Ya lo conocía pero como dije antes hablamos muy poco. - Diana y yo queremos hablar con usted.

_Buenos días - saludé nerviosa - diganme de que se trata.

_En realidad el que tiene que hablar contigo es Evan - el mencionado enarco las cejas - los dejaré para que hablen tranquilos.

Nos quedamos en silencio por unos minutos y ninguno se atrevía a romperlo, Evan Saints vio su reloj de pulsera y por fin habló.

_Bueno. No tengo mucho tiempo así que ¿Porque no vamos a comer?

_Ah.. ¿Eh?... Bueno... Si. Claro por qué no. - fui por mi bolso.

Evan me llevo en su auto a un restaurante muy cerca de la casa de novias, pedí algo ligero no porque sea quisquillosa si no más bien por qué estaba con el estampado hinchado, él se pidió un milanesa a la parrilla con ensalada griega.

_Supongo que es hora de hablar - no perdí mas tiempo.

_Si. Quería proponerte trabajar conmigo en mi programa como jueza.

_Cuando Diana me lo dijo antes creí que era para ser participante. - le miré a los ojos 

_Es cierto - también fijo su vista en mí - eso era la idea en un principio pero en vista que haz lanzado tu propia colección y este ha tenido bastante éxito me sirves más como jurado.

_En realidad no estoy tan segura de eso - estoy siendo sincera, realmente acabo de ingresar a este rubro, van a ser a penas un año que trabajo como diseñadora y hay veces que dudo de mí.

_Yo si y eso es lo que importa - otra vez me observó detenidamente. - he visto tus modelos antes de tu colección y me encantaron, sé también que tus diseños tienes buena acogida así que estoy seguro que tú lugar como jueza en el programa será bien recibida.

_Entiendo, pero... - suspiré - normalmente los jueces son personas con muchos años de trayectoria, alguien que la gente conoce y sigue.

_Eres muy sincera y puede que tengas razón pero también es cierto que tienes talento y haz ganado fama con el lanzamiento de tu colección nada más y nada menos que para la casa de novias El Olimpo.

_Eso es porque Diana me dió la oportunidad cuando vio un bosquejo mío.

_Ella te descubrió pero yo te ayudaré a lanzarte a la fama.

_La fama no es algo que me quite el sueño.

_Lo sé pero eres una mujer sorprendente y con mucho talento, no solo diseñas hermoso si no que también modelas, estudiaste finanzas y ahora te estás especializando en lo que realmente amas.

_Tengo una beca para ello 

_¿Ves? Mereces está oportunidad, Diana y yo creemos en ti - su mirada se agudizó - estoy seguro que esos tres galanes también lo hacen.