El ruido de su madre en la cocina logró despertarla, obligandola a levantarse para el almuerzo. Camino a paso cansado hasta el baño, en el cual al mirarse al espejo se encontró con un par de oscuras ojeras bajo sus ojos, su pelo hecho una maraña y el maquillaje corrido a lo largo de su cara era señal de que no había pegado un ojo en toda la noche. Sin perder más tiempo termino de cepillarse los dientes y bajó hasta el comedor donde en la mesa la esperaba un plato con pastel de carne.
Sin probar bocado alguno se despidió de su madre y salió rumbo hacia la casa de Alex.
Mientras caminaba encerrada en sus pensamientos pudo notar como alguien, detrás suyo, la seguía a paso lento. Dobló en una esquina esperando que él también lo hiciera. Al mirar de reojo,aquella persona venía detrás. Margot se detuvo en seco cuando se giró sobre sus pies para encararlo, frente a ella se encontraba un chico de metro noventa, pelo negro azabache, piel pálida, nariz pequeña y largas pestañas. Aunque lo que más hipnótizo a Margot fueron sus extraños ojos de diferentes tonalidades; uno verde y otro azul.
- ¿que quieres?, ¡¿estas siguiendome?! - Lo acusó enojada. El desconocido abrió los ojos sorprendido al escuchar la acusación de la pequeña mujer frente a él. No pensaba que lo descubriera tan rápido.
- ¡Claro que no!, ¿Porque te seguiría? - negó él
- No lo sé ¡dímelo tú!-
-como sea,tengo que irme- respondió haciéndose el despreocupado y comenzó a caminar apresurado.
Margot quedó desorientada,no entendía lo que acababa de pasar. Al salir de su asombro, siguió su camino intentando pasar por alto aquel encuentro con ese raro chico de ojos preciosos que no salían de su mente.
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Ya llegada la noche en la casa de Alex, ambas se encontraban mirando la tv cuando a Margot se le ocurrió contarle sobre el encuentro con aquel chico.
- Ey, no creerás lo que sucedió hoy- dijo Margot sin despegar la vista de la tv.
- Cuéntame- exigió Alex interesada.
- mientras caminaba hacia tu casa, crei que alguien me seguía.- explicó Margot
-¿y?,¿que pasó?- interrogó su amiga.
- Me giré a encararlo y sólo vi a un chico que me confirmó que me había confundido- informó
- ¿Era lindo?- pregunto moviendo las cejas de arriba a abajo.
- No lo sé, no logré verlo - mintió Margot encogiendose de hombros mientras sus mejillas se cubrían de un color rojo.
- ¡ay, vamos! , cuéntame- exclamó Alex tomando la mano de Margot.
La música retumbaba en sus oídos y el tumulto de gente a su alrededor la asfixiaba. Se abrió paso entre la multitud y caminó hasta encontrarse tras unos árboles. Se adentro más al parque y pudo observar a lo lejos a Alex recibir una bolsita de un tipo.
La vista se le comenzó a nublar y a su alrededor todo empezó a girar.
Miro a su alrededor notando que se encontraba cerca del lago. Un quejido la hizo mirar hacia los arbustos en donde encontró a su amiga convulcionando en el suelo, sus ojos blancos y espuma blanca salía de su boca. Las convulsiones cesaron y Alex dejo de moverse indicando su muerte.
-¡Margot!- le grito Alex al ver que no le respondía.
- Lo… Lo siento, yo..- tartamudeó
- ¿Te encuentras bien?- pregunto preocupada.
Margot asintió sin poder hablar y continuaron viendo la tv, aunque de vez en cuando la mirada de Alex se posaba sobre ella.