Atormentada

 

Ya era de noche, se habia tomado un baño y se habia acostado en la cama a esperar a aquél anciano. 
Mientras miraba hacia el techo comenzó a escuchar ruidos, era como si estuvieran corriendo en la casa. Iban y venían, Margot empezó a sentir el miedo recorrer su cuerpo, sin saber que hacer se levantó de la cama lentamente mientras seguia escuchando aquellos ruidos. Abrió la puerta y asomó la cabeza para ver si habia algo, no habia absolutamente nada. Los ruidos se habian detenido, Margot confundida, se acercó hacia el comedor a paso lento, sus pasos hacían eco en la casa. Cuando estuvo a punto de encender la luz, una figura delgada, con vestido blanco hasta el suelo y su cabello negro azabache, flotaba en medio de la oscuridad. Margot, al ver a aquella mujer, se paralizó por un momento. De repente, cuando la mujer estaba a punto de recitar algo, su madre entra asustada. - ¿Margot?, ¿que estás haciendo a ésta hora?-preguntó sin comprender lo que pasaba. 
-eh... Nada, solo tenía seca la garganta y vine por un vaso de agua- contestó. Estaba a punto de irse a dormir, pero se dio la vuelta para ver si aquella mujer seguia ahí y cuando lo hizo, ya no se encontraba. 
- Margot - volvió a llamarla. Ella se dio la vuelta al escucharla, se veia un poco nerviosa por la manera en la que movía sus manos - ¿sucede algo? 
La pregunta tomó por sorpresa a Margot, los nervios se le dispararon y la desesperación comenzó a llegar mientras los segundos transcurrían. ¿Qué le diría? Pensó en la reacción de su madre al decirle la verdad, enloquecería y la trataría de loca o incluso la internaria en un psiquiátrico,así que borró la idea de decirle la verdad inmediatamente. 
- yo solo... sigo pensando en la muerte de Caleb... - respondió lo más convencida posible. 
- hija, ¿por qué no me lo dijiste?, podríamos haber hablado así te desahogabas.
-  no quería preocuparte, mamá. Estoy bien, puedo superarlo - dijo aunque en realidad nunca superaría la muerte del hermoso chico que le gustaba. 
- está bien, pero prometeme que saldrás más y te despejarás - le ordenó con una sonrisa. 
- de acuerdo - confirmó solo para despreocuparla un poco. 
- Éste fin de semana hay una fogata en la plaza, deberias invitar a Alex. - propuso. La joven se obligó a sonreir mientras asentía. 
- Buenas noches, mamá - se despidió y se adentró en su cuarto al recibir las palabras de su madre. 
Se recostó en la cama pensando en aquella mujer de vestido blanco, ¿Quién era? ¿Qué quería decirle? La noche pasó y Margot se durmió sin recibir ninguna respuesta a todo aquello que no lograba entender.

 



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En el texto hay: demonios, paranormal, relatosveridicos

Editado: 04.02.2020

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