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Me estoy vistiendo para ir al Castillo de Conwy, según mi libro de un viaje perfecto de Gales es un lugar mágico para visitar. Ojalá que así sea, estoy muy emocionada por eso. Ya han pasado dos días desde que llegue aquí y he disfrutado cada momento y pienso seguir así; la verdad es que mi mamá sí tenía razón, me hacía falta un tiempo para mí.
Decido irme a pie, aprovechando que el clima es perfecto y poder conocer mejor las calles. En el camino voy escuchando música, cuando paso por el parque veo a una familia; para especificar a los padres, dos niños y un bebé comiendo y riendo. Siempre me he preguntado si en algún momento yo tuve eso con mi familia, desde que recuerdo las que se ocupaban siempre de mi eran mis niñeras. Decido seguir mi camino, dejando mis recuerdos atrás.
Llevo caminando como 20 minutos cuando por fin llego al grandioso castillo, miro alrededor y es perfecto, tal como lo describe mi libro. Su estructura, las torres, todo es bellísimo.
No pienso seguir perdiendo mi tiempo estando aquí afuera cuando puedo ver todo desde adentro. Camino hasta la entrada muy contenta cuando un hombre enorme con una gran panza, barbudo y grotesco se para frente a mí.
―Eh, con permiso ―le digo lo más tranquila que puedo.
Hoy es un día perfecto y no quiero arruinarlo.
El hombre me queda viendo completamente serio, tanto que me da temor. ―No puede pasar.
― ¡¿Qué?! ¿Por qué si yo pienso pagar la entrada? Escúcheme, usted no me la puede negar. ―Mentiría si les dijera que eso no me sacó de onda.
Yo muy entusiasmada por ver el castillo y que me lo nieguen, eso no es justo.
―Escúcheme señorita, ya me está hartando. O se va por la buenas o será por las malas, usted decide. ― ¿Qué se cree el señor este al decírmelo de mala manera?
Ah, pero verá que con Alaia Glenn nadie se mete.
―No, está bien Godzilla, no te preocupes. Yo ya me voy, tú sigue con tu trabajito. Nomás un consejo: cuídate, no vaya a ser que te tiren una maseta por el comportamiento perro que te cargas. ―Apenas le respondo como se debe me largo pues ya no tengo nada más que decir.
Mientras camino puede sentir su mirada de culebra venenosa detrás de mí y no lo culpo, a nadie le gustaría que le digan Godzilla y que le tiraran una maseta. ¿O sí?
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¿No han sentido algunas veces que están en una misión secreta? Pues señoras y señores, ¿se acuerdan que dije que entraría ahí sea como sea? Entré, claro que para que lograra eso me tuve que poner una peluca color roja, con unos lentes y una chaqueta gris perfecta para mi misión.
Se preguntarán cuál fue el grandioso plan para poder entrar sin que se dieran cuenta: pues verán, yo nunca en mi vida había estado en una estación de policía, lo juro.
¡Yo solo quería entrar! Pero tuvo que aparecer esa señora, si se le puede llamar señora y arruinarme todo.
Ahora estoy aquí, esperando a que el idiota me venga a sacar de este lugar.
Pero dirán, ¿cómo llegaste a ese lugar? ¿En qué momento sacaste ese traje?
Pues verán, lo que pasó fue esto:
Mientras iba de camino a mi carro, ya que me había rendido, choqué con un estúpido niño que me hizo caer contra el suelo ensuciando todo mi atuendo. La verdad no es como que la gente se fije tanto en mí, pero ¡me ensució!
―Ay no, perdón, disculpa… ―Sí, como que lo siente... Ajá, la que lo siente soy yo que me duele todo el trasero, pinche pendejo.
―Sí, sí, claro, ajá chico. ¿Por qué mejor no me ayudas a levantarme ya en vez de estar de idiota ahí parado?
El chico se quedó completamente asustado de mis palabras, hasta yo lo estaría en otros momentos pero ahora ando con un humor de perros que ni yo me aguanto.
―Sí, discúlpame. Ven, vamos, yo te ayudo. ―El chico tiene bonitas manos, la verdad no lo puedo negar.
Cuando ya estuve de pie y me terminé de sacudir, tuve tiempo de observarlo bien y me di cuenta de que traía un ridículo atuendo.
― ¿Se puede saber por qué está vestido de esa manera? ―En serio ese atuendo está horrendo.
―Sí bueno, es que nos darán un recorrido por el castillo y decidimos venir con un estilo diferente, as...
― ¡Espera, espera! ¿Me acabas de decir que le darán un recorrido por el castillo? No, estás equivocado, eso es imposible.