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-Ser diferente es increíble, así que si es un cumplido- finalizó logrando que mi piel se erizara por completo ante su mirada.

El gris de sus ojos era tan predominante que podría lograr que cayera de rodillas ante su hipnotizada mirada.

¿Como es posible que una mirada logre paralizar mi corazón con nerviosismo?

Mi respiración se aceleró ante sus palabras.

Pero.. ¿Por qué?

-Oh por dios.. ¡¿Me has hecho un cumplido!?- exclamé fingiendo horror.

-¡Vete al demonio!- respondió con diversión.

-Oh vamos, admite que te he hechizado- reí.

-Idiota- bufo.

-Gorila de circo- contraataque.

-Cabeza de marciano.

-¿Que..?- reí sin evitarlo.

Michael me observó antes de comenzar a reír.

-¿Eres de por aquí?- pregunté luego de algunos segundos en silencio.

-Quizás te lo diga- respondió con simpleza.

-¿Que?

-Creo que viene siendo hora de volver a casa- musito girando con una sonrisa.

-¿Me dirás?- insistí.

-Te diré, si esta noche vuelves al bar- respondió alejándose.

Negué entre risas caminando absorto en mis pensamientos.

¿De donde has salido, chica extraña?