Me hubiera gustado que me pedirás oír miedosa. La respuesta es si, él es hermoso por fuera pero esta podrido por dentro. El era una escencia de vainilla.
Mila
La sangre se me comenzaba a helar, Valerian se acababa de desplomarse frente a mi. Su sangre estaba por todo mi piso, colándose en la baldosa y filtrándose por mi ropa. Mi pijama estaba tan llena de sangre que estoy segura que podría escurrirla.
Era tan pesado o yo muy débil que apenas pudo arrastrarlo hacia mi sala , no sin antes dejar un gran rastro de sangre. Las manos me tiemblan y siento que en cualquier momento puedo desmayarme.
- necesito - miro a mi alrededor me siento pérdida ¿como demonios debo actuar ante esto? - necesito - observo como la sangre se filtra desde su oscura camiseta - parar esto - digo finalmente.
Corro como una demente por unas tijeras, algodón y un poco de alcohol, nunca había curado nada parecido pero había visto un par de series médicas y mi inocente consciencia pensaba que eso bastaba. Hago añicos su camiseta para encontrarme una profunda perforación es su torax. Se me baja la sangre automáticamente
, yo no estaba acostumbrada a ver perforaciones profundas o peor aún suturarlas.
Siento una angustia que trepa por las paredes de mi garganta y mis ojos comienzan a picar, Valerian le digo al chico que yace en la mitad de la sala inconsciente. Valerian por favor no es gracioso trato de mover lo pero nisiquiera se inmuta. Estaba comenzando a tornarse pálido, entonces como puedo trato de curar la profunda herida que sigue tirando sangre en mi piso.
Mientras envuelvo las tijeras en un algodón para frotarlo por su herida, observo la extraña marca de su hombro, aquel que es prácticamente impersibible se encuentra de un rojo carmesí. Paso mis dedos por ella y me quema.
Retiro la mano casi al instante, aterrada. ¿En serio eres un monstruo al que debería temerle? Las palabras de Sax no salen de mi mente pero al verlo aquí, pálido e indefenso nunca me había sentido tan conectada con alguien. ¿El diablo puedo llegar a ser bello?
Mila susurran de nuevo y mis sentidos comienzan a sentirse relajados, dóciles. Mila me dice la voz y mi corazón se paraliza, detiene su marcha para coordinarla con el reloj. Es tan suave que prácticamente me resulta arrolladora la paz con la que se mueve. Mila me acerco un poco más a Valerian y un imán invisible me tira a su lado, sin tretenderlo uno mis labios con los suyos. Miedosa, me dice y comienzo a desfallecer.
Es una cuestión de segundos hasta que mi cabeza golpe de lleno contra el piso rompiendo el hecho que me tenia sujeta a Valerian.