Avalón Ford

Capitulo 4

Avalón:

—Avalón levanta tu maldito culo de esa cama —Escucho la voz de Adam en mi habitación.

—No jodas, busca una puta que te quite las ganas —Murmuro malhumorada aun con mis ojos cerrados.

—Avalón no jodas, levántate ya tenemos escuela y vamos tarde —Despegó mi cabeza de la almohada para verlo.

—Estamos más afuera que adentro de la escuela, no importa si llegamos tarde o no Adam —Le resto importancia.

Quito las sábanas que me cubre, me levanto y camino con paciencia al baño. Mi cuerpo reclama algo de fiesta y un buen polvo. Pero conozco a mi padre y no me dejara ir sin guarda-espaldas o sin Adam. Me despojo de mi ropa hasta dejar mi cuerpo desnudo, me adentro a la ducha dejo que el agua corra unos segundos hasta que el agua esté perfecta ni muy helada ni muy caliente.

El agua caliente daña la piel y el cabello, prefiero el agua tibia que es perfecta para un buen baño relajante. Solo mojo mi cuerpo y lavo mi rostro, hoy será un largo día, ayer le dije a mi madre que tratare de aléjarme de mi mundo, pero no lo haré. Simplemente que trataré de que no se de cuenta de nada.

Hablaré con mi padre se que el estará de acuerdo conmigo, soy su hija la única heredera a todo el imperio que a creado. No niego que a veces es algo estresante saber que algún día seré la cabeza de todo, pero solo debo no enamorarme de nadie.

Realmente nunca soy de cosas serias, para mi esta bien con solo una vez y listo. No hay necesidad de tener a un hombre a tú, mejor no hablo mucho porque tal vez en un futuro esté casada con un hijo y un perro. Salgo del baño seco mi cuerpo con una tualla, voy al armario busco mi uniforme porque si debo usar uniforme es una completa estupidez.

La blusa es blanca de botones, una corbata negra con mi nombre en dorado. Una falta negra, calcetas del color de mi piel y por último unos botines. La falda es un poco larga así que la subo un poco, dejo los dos primeros botones de la camisa abiertos.

Mi cabello lo dejo es un moño desordenado, aplicó hidratante para el rostro luego correo, polvos y labial rojo mate. Salgo de mi habitación con la mochila del Instituto. No me molesto en desayunar ya que puedo comer algo en el almuerzo.

[...] 
 


 

Llego junto con Adam al instituto, cada uno toma su camino por un pasillo diferente. Lamentablemente me toca ir a álgebra, cosa que no me gusta. Prefiero literatura o historia, toco la puerta de la clase hasta que aparece una profesora con cara de que tiene días que no le dan. 
 


 

—Tarde señorita Ford, no la dejaré pasar ve a detención —Lo que faltaba. 
 


 

—Deme el pase profesora, no espere que le ruegue que me permita pasar —Comente con aburrimiento. 
 


 

La profesora entra, busca algo en su escritorio y luego vuelve hasta vi con una boleta que dice detención en grande. Lo tomó para darle la espalda a la profesora antes de que cierre la puerta en mi hermosa cara. 
 


 

Camino por media hora hasta que llego al aula que dice detención, entró en ella y veo al profesor, paso dejo mi celular y el pase de detención por dos largas horas. Por desgracia no soy la única que estoy aquí porque tambien esta el niño militar de hermosos ojos verdes. 
 


 

Ruedo los ojos al verlo, ayer casi me mata y me trato horrible. Tomo asiento al lado de él, no porque no haya más lugares sino porque se que mi presencia no es de su agrado. Siento su mirada fija en mi, pero me niego a verlo. 
 


 

—Ya se que estoy hermosa pero no es para que me comas con la mirada —Murmuró bajo para que el profesor que nos cuida no nos escuche.
 


 

—No te creas rusita —Esta vez si lo miro. 
 


 

—¿Rusita? ¿En serio? —Lo miró incrédula. 
 


 

—¿Tienes algún problema con eso? —Sonríe engreído. 
 


 

—No, gringuito —Sonrió de la misma forma. 
 


 

—¿Sabías que es de mala educación llamarnos así? Eso nos ofende —Me hace ver mi error.
 


 

—Disculpa yo no lo sabía —Me disculpo. 
 


 

—Te disculpo si aceptas salir conmigo —Enarco una ceja al escucharlo. 
 


 

—Ni de coña salgo contigo —Lo veo como si estuviera loco. 
 


 

—Vamos nena, muchas quisieran estar en tu lugar —Hace una posee sexy. 
 


 

—Pero yo no, soy selectiva con mis ligues y creeme que tu no alcanzas las estadísticas —Su expresión cambia un poco. 
 


 

—En mi vida me han rechazado, pero bueno no importa que la escuela se entere de tu pequeño secreto ¿verdad? —Lo observo sin entender.
 


 

—¿De qué hablas? —Interrogue con mi ceño fruncido. 
 


 

—¿Dónde estabas ayer en la tarde? No me digas en clases porque te vi salir con tu primo, también puedo apostar que lo vi ayer en medio de una balazera y creeme que el no pertenecia a mi equipo, ¿Así que dime pequeña Ford aceptas salir conmigo? —Sonríe con suficiencia. 
 


 

Pienso mi respuesta, se que el muy maldito está amenazando-me estoy jodida en todo el sentido de la palabra. Jamás me han descubierto por eso siempre uso peluca y lentillas. No puedo negarle que estuve ahí porque el está seguro de que fui yo, además de mi ropa. ¿¡En que mierda me metí!?. 
 


 

—No te atrevas a amenazar-me porque no sabes con quien te estas metiendo —Amenazó. 
 


 

—Aquí la que no puede amenazar eres tú, porque soy el hijo de un gran militar —Hace una pausa leve —Te propongo algo, se que no nos conocemos pero no necesitamos hacerlo para lo que te voy a proponer —Hago una seña para que continúe —Que tengamos sexo, es fácil cuando tengamos ganas cualquiera de los dos lo hacemos, sin necesidad de conocernos y tampoco nos enamoramos, si alguno rompe las reglas tu podrás hacer lo que quieras conmigo pero sino yo te entrego a las autoridades —Propone ¿Así que, aceptas? 
 




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