Ayuda Millonaria

33 | Humillaciones

Chloe Andersson


Observo el rostro preocupado de Andrew a traves del espejo retrovisor mientras vamos en camino al Mc Donald's, cuando le pregunté que sucedía solo se limito a responderme "nada, estoy bien."

Pero yo se que no esta bien, su rostro me lo dice.

Bajo con cuidado del jeep con Alice en mis brazos, los ojos de Andrew estan clavados fijamente en su hija, mirandola como si fuese algo que ahnela tener siempre a su lado y nunca la ha visto de esa manera, como si temiera perderla.

- Andrew... enserio me preocupas.

- Luego hablamos preciosa. - besa mi frente y coloca su mano en mi cintura para que comenzemos a caminar hasta adentrarnos al local.

Le doy a Alice y hago el pedido, mientras esperamos él me pide que búsque mesa, lo hago llevandome a mi pequeño ángel conmigo, mientras esperamos a que su padre vuelva con las hamburguesas mi cabeza no para de dar vueltas.

¿Que pasa por la mente de Andrew?

¿Es algo malo?

¿Me involucra?

¿Involucra a Alice?

Las preguntas en mi cabeza dejan de dar vueltas en el momento en el que Andrew aparece en mi campo visual, he de admitir que se ve muy sexi, siempre estaba con su traje, su porte elegante y hoy esta muy casual.

Camiseta que se ajusta perfectamente bien a su torso y jeans oscuros, llevando una bandeja con comida en un puesto de la misma, me encanta verlo más como una persona normal y no como un jefe de empresa, esta faceta suya es más de un padre de familia.

- ¿En que piensas? - coloca la bandeja sobre la mesa y se sienta frente a mi.

Alice se encuentra en una silla para niños que hay aquí, se muestra muy contenta.

Le he traido su viberon ya que ella no puede comer pero he pedido la cajita feliz, le doy el juguete y guardo su hamburguesa y papas fritas, esas me las voy a comer yo en la noche cuando tenga hambre.

- En lo diferente que eres ahora.

- Porque te tengo a ti. - me sonríe pero esa sonrisa no se refleja en sus ojos.

- ¿Que pasa amor? - acaricio sus manos por sobre la mesa con gesto preocupado.

- Cuando lleguemos a casa te cuento. - besa mis nudillos en un intento, en vano, de calmarme.

(...)

Dejamos a Alice en su cuna completamente dormida y nos dirigimos a nuestra habitación, la cual se encuentra al lado.

- ¿Y bien? - me siento en la cama esperando a que me cuente todo.

- ¿Recuerdas a la mamá de Hannah?

- Si...

- Bien, me quiere meter en juicio por el simple hecho de estar contigo pero no es tu culpa, quiero que eso te quede en claro preciosa, no tienes nada que ver con su egoismo, no... - lo interrumpo.

- No quiere verte con nadie más que no sea su hija. - asiente. - yo estoy muy consciente de que no tengo la culpa de nada, lo que ella quiere hacer a mi me parece egoista, no hay otra palabra.

》Sí, ella es su abuela, pero vos sos su padre. - me levanto y me acerco a él. - y a parte de ser su padre tienes más poder que ella en todo sentido, no te va a quitar a Alice, no lo va a hacer, porque ¿quien no durmió en muchisimo tiempo por cuidarla? Tú, ¿quien la llevaba al trabajo por miedo de dejarla con cualquiera? Tú, ¿quien a pesar de estar roto por dentro por la muerte de su mujer siguió sonriendole a la vida por su hija? Tú, ¿quien es el que más merece a Alice en esta vida? Tú y no hay otra persona que te pueda hacer creer lo contrario.

》Y si piensan que te vas a dar por vencido por el simple hecho de ser amable y no querer enfrentarte a la familia de tu ex mujer son muy idiotas.

》El hombre que yo quiero lucha por lo que ama, ¿amas a tu hija Andrew? No dejes que te la arrebaten.

No se en que momento paso pero de la nada ya estaba sobre la cama y él sobre mi, mientras nos besabamos dulcemente.

- Cada vez me demuestras que no me equivoqué contigo, sos todo lo que necesito para enfrentar el mundo entero. - vuelve a besarme.

Aquella noche no tuvimos sexo, aquella noche hicimos el amor, explorando nuestros cuerpos con todo el tiempo del mundo, ambos callando nuestros gemidos con dulces besos, demostrando que nadie podra con nosotros.

Demostrandole que no esta solo, porque Alice también es mi hija, de esa manera lo siento y nadie nos la quitará, nunca.

(...)

Escucho un fuerte grito que me despierta, observo a mi lado y me veo sola en la cama, me levanto perezosamente y me visto rápido, salgo de la habitación y antes de bajar entro a la habitación de Alice, me acerco a ella y la observo con una sonrisa en la cara, esta despierta observando los juguetes que cuelgan sobre su cuna.

- Buen día princesa, ven con Chloe.

Con cuidado la tomo en brazos y con ella bajamos a la planta baja, al momento que estamos por llegar me arrepiento de traerla conmigo puesto que los gritos se hacen aún más fuertes.

- ¡Esta loca Andrew! Quiero que se valla de mi casa.

- ¡No me voy a ir sin ver a mi nieta! Estoy harta de tanta mierda Amelie, o me entregar a Alice por las buenas o lo arreglaremos en el juzgado.

Adrien me ve y se acerca a mi tomando a Alice en sus brazos.

- Me la llevaré de aquí, no permitiré que mi sobrina pase por esto, buenos días. - besa mi frente y sale de la casa con Alice, al rato escucho el sonido de un auto encenderse y luego desaparecer.

Con el ceño fruncido me adentro en la sala y observo a muchas personas que conozco observando enfadadas a los Kouzouni.



#2563 en Novela romántica
#933 en Otros
#302 en Humor

En el texto hay: besos, amor, odio

Editado: 08.10.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.