Bajo la Lluvia de mi vida

CAPITULO 44

En ese momento diendo un paso adelante le clave aquella una pequeña aguja que había estado guardando desde que llegue.

Al cabo de tres segundos esa aguja estaba en su ojo y aquel hombre no grito, lo cual me sorprendió mucho, pero al sentir la sangre comenzó a temblar como si estuviera reprimiendo todo, ante tal situación de alguna forma quise ayudar, pero recordé en primer lugar porque lo había hecho y reprimí toda la culpa

- "Te lo dije siempre hay un precio por las acciones que cometemos, a veces se demora, pero hoy decidí ayudar al destino a avanzar más rápido contigo, no es así querido Hannibal Rower

- "TUUU, ¿COMO TE ATREVES? ¿QUIÉN TE DIO PERMISO DE LLAMARME POR MI NOMBRE?"

- "Vaya me fue difícil saber quien eras, parece que ocultaste bien tu pasado, de hecho era como si realmente hubieras salido del mismo infierno, nunca lo hubiera descubierto si no fuera por un pequeño detalle que traes en tus manos, la cual recuerde que vi, cuando te conocí, ya que aquel tatuaje que llevas es obvio que se trata de un disfraz para un número, que les ponen a aquellos que son vendidos cuando pequeños"

- ja, jajajajaa, vaya, al parecer no eres un completo idiota, tenías cerebro después de todo, pero recuerda este lugar está rodeado de mi gente, y si ahora no te hacen nada es porque no lo he llamado, porque de aquí no sales vivo, ya sabes como le fue a aquel chico verdad".

Al escuchar esto me enfado y lo tomé a Hannibal del cuello.

- "¿DONDE ESTA? ¿QUE LE HICIERON?"

- JAJAJAJAJ, ese son los modales para pedirme algo, que maleducado eres

- Habla ahora mismo, ya no ves por un ojo, pero puedo ayudarte para que no veas por ninguno

- Inténtalo, no, mejor mátame, de toda forma yo morí hace mucho tiempo

- Ya sé lo que quieres lograr, no funcionara

- Bueno es tu elección, pero recuerda si  tú te vas a ahora sin matarme, ten por seguro que te encontraré y te mataré.

Al escuchar esto, tire a Hannibal al piso y lo noquee con un pequeño golpe en el cuello.

Rápidamente, salí, y con la ayuda de la medicina fui capaz de derrotar a los guardias, pero en ese momento, de repente pensé, en porque Hannibal no había pedido ayuda en el momento en que lo ataque, si tenía tantos guardaespaldas, por más que pensé lo único que pude pensar fue en Marcos, quizá lo habían obligado a decirle lo que me dio antes de matarlo, así que lo busque por todo el lugar, pero no lo encuentre, este hotel que antes estaba tan lleno de noche parecía tan vacío de día, con lágrimas en los ojos salí de ese lugar.

 

 




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