Bajo Tus Estrellas [#1]

Capítulo 40

 Bajo tus estrellas ★

 Capítulo 40 

Charlotte

Todos tenemos un lugar en el que estamos tranquilos y lograr sentirnos "seguros". Algunos su lugar es su hogar, y estar con nuestros padres o con una persona, otros prefieren desahogarse escribiendo o hablando con alguien.

De mis conocidos, la mayoría prefiere dejar de pensar en eso y entretenerse con series... mi manera de estar tranquila y "segura" es estar sola, sentada sobre la arena observando el mar.

Me fui de la casa de Rodrigo y tome 2 autobuses con tal de venir aquí a estar tranquila ya que después de media hora, puedo asegurar que ha valido la pena, después de días oscuros.

¿En qué momento se perdió nuestra amistad? ¿A dónde se fue esa dulce niña que prometió ser mi amiga desde el kínder?

Una lagrima lucha por salir... bueno varias.

Me levanto de mi lugar y me dirijo a una distancia más cercana al mar, siempre me ha relajado el agua.

Pero toda tranquilidad tiene un principio y final: Mi celular lleva vibrando un buen tiempo, lo tomo para apagarlo de una vez por todas, pero no todas las notificaciones merecen ser ignoradas.

No las de Joshua.

Hey

¿Cómo estás?

¿todo bien?

¿hice algo malo?

¿Estas evitándome a propósito?

¿te parece bien si hablamos hoy en la noche?

Por favor, dame una señal de vida.

Mi celular vibró, de nuevo: "Sabes que te amo demasiado", 5 palabras que no se si entiendo en estos momentos.

Todos estos mensajes fueron enviados hace 25 minutos. Y en estos momentos está escribiendo, y en estos momentos me desconectaba, pero quiero leer:

Podemos estar juntos mientras los cielos sean azules.

Rei y escribí su respuesta: ¿Y cuándo estén oscuros?

Inmediatamente contestó: Huiremos de ese cielo, pero siempre estaré contigo.

Y adjuntó una fotografía, cuando la abrí era yo. ¿Cómo?

Voltee a ver y él estaba en la entrada, apoyado sobre el marco de la puerta sonriendo victorioso, pero de una manera muy linda.

- ¿Estabas siguiéndome? ¿Cómo me encontraste? – Tape mi boca, al saber que no era la única que estaba en la playa.

- Tienes el don de que yo vaya donde tus vayas. – Dijo riendo.

- Ya en serio, ¿Cómo supiste que estaba aquí? – Dije cuando ya estábamos a distancia para no gritar.

- Al parecer viene a mi flash de nosotros, y recuerdo que tu lugar favorito era la playa nada más por el agua.

- Buena memoria.

En serio creía que los abrazos de mi papa serían los únicos con los que me sentiría segura, pero los abrazos de Joshua es estar en otro mundo.

Con la playa, claro.

- Lamento mucho no haberte contestado, yo debería-

- Hey nena, tranquila. Ya te encontré y mi preocupación se calmó. – Adoro su sonrisa. Es tan hermosa.

- Siento la necesidad de explicarte.

- ¿Quieres hacerlo?

Lo negué con la cabeza.

- Entonces, esperare lo que tenga que esperar.

Aunque debería disfrutar de estar en mi lugar favorito con una de mis personas favoritas, no todas las notificaciones eran de Joshua.

Y el que las haya leído pudo no ser la mejor decisión.

No lo fue. Dijo mi subconsciente.

Eran notificaciones de mensajes de mis padres, Christian preguntándome si estudiaremos, Rodrigo pidiéndome que hablemos y desde este momento comencé a ignorar el contenido de mensajes de Alejandra.

Es decir, ignorar si me escribe o no la persona a quien creí que era mi amiga.

Y al parecer este día en mi surgieron demasiadas preguntas existencialistas:

¿Acaso todos mis enemigos comenzaron siendo amigos?

Si nadie confiara en mi ¿podre yo confiar en alguien alguna vez?

¿Cuántos golpes hay que soportar?

¿Cuántas lecciones más me toca aprender?

¿Y si a donde yo quiero que vaya mi vida, termino en otra dirección? Y con esto me refiero a que quiero vivir por un largo tiempo, pero ¿qué pasa si es al contrario?

¿Poder vivir en paz con mi propia vida, mi propio cuerpo y los pensamientos que tenga sobre este?

Pero la que más me aterra llegar a tener una respuesta es: ¿Realmente Joshua y yo llegaremos a tener algo?

Porque sin ser pesimista, si no siendo realista la manera en cómo me lo pidió (NO propuso) me hace pensar que él quiera una relación privada porque no quiere que sea oficial frente a los demás, haciendo dudar si la reputación que estoy ganándome está influenciando en él.

- ¿Todo bien? -Pregunto.

Estando en mi lugar favorito, estoy teniendo mucho que pensar.

- Si, mucho que pensar nada más. - Dije.

1 hora después...

Edificios, personas, autobuses, trafico, pocos árboles y muchos autos es la clase de ambiente que lamentablemente hay en la ciudad.

El carro de Joshua me permite pensar lo cómodo que esta el asiento de copiloto y el aroma del aire acondicionado que en todas las preguntas existencialistas de mi mente.

Cuando llegue a casa, el estaciono el auto quedando en medio de nuestras casas, cerca de la sombra del árbol.

- ¿Tú crees en las coincidencias? Preguntó, mientras apagaba el motor.

- No, son como excusas para buscarle una "explicación lógica" al porqué de momentos en nuestra vida.

Hasta yo me asusto a veces de lo que sale de mi boca, o lo que pienso.

- No somos una coincidencia ¿cierto? - Su cabeza estaba recostada sobre el asiento, mirando al frente.




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