★ Bajo tus estrellas ★
★ Capítulo 44 ★
Charlotte
Mantener la calma.
Es muy sencillo decirlo, pero alguien en mi situación, ¿mantendrá la calma?
Porque no se si lo estoy haciendo.
Lo primero que pienso es en esconderme, y el primer lugar al que recurro es una de las múltiples duchas.
Pero hasta ver programas y series que tienen una fuerte doctrina de misterio y suspenso tiene sus efectos positivos en mi persona.
Si quiero salir del vestidor para hombres sin que ellos me vean ¿Por qué venir al lugar donde ellos se dirigen?
Después de sus prácticas ellos toman una ducha, para evitar que llevar el olor a sudor a todas partes que ellos vayan.
Vaya, los programas y series con fuerte doctrina de misterio y suspenso y el que tú lo acoses sí que tiene ventajas.
Ignoro a mi subconsciente.
Salí de una de las duchas que para mi suerte esta estaba seca, y después de ver para todos lados y analizar posibles sucesos en cada uno decidí esconderme detrás del sofá.
¿Por qué tiene un sofá, en el vestidor?
Ni si quiera ser porque pensé en eso, solo me escondí y en el momento en el que escuche la puerta se abrió comencé a imaginar como terminara esto.
Probablemente me sacrifiquen por invadir territorio privado, porque en mi defensa no sabía que estaba ingresando a los vestidores para hombres.
- Somos los mejores. - Ya estaban dentro, y esa voz es lo que menos me importa ahorita.
- Soy yo o cada día somos mejores que cualquier otro equipo. - Por supuesto que sí, ellos tienen una autoestima muy alto.
- ¡ESOO! - Dijeron al unísono.
Creí que dijeron queso.
Me moví hacia atrás, para evitar ser visible ante ellos y salir por el otro lado. Pero, claro siempre hay un, pero.
Siempre habrá piedras en el camino, o un megáfono.
Puse mi mano y este sonó como si fuera un gallo cantando por primera vez en su vida.
El miedo me invadió, me levante de un salto. Cuando después de unos segundos este ya no hizo ninguna clase de ruido solté un suspiro de alivio.
Gran pequeño detalle que había olvidado cuando escuche que alguien de ellos aclaro la garganta.
Todos me están viendo, pero lo que me sorprende es el silencio.
- Creí que aquí eran los baños. - Rei nerviosa.
- ¿Detrás del sofá? - Dijo Alex.
Rayos.
- Bueno, yo me voy porque sí.
Esta tan cerca la salida tan cerca hasta que...
- Permiso, -no sé cómo se llama, lo he visto (más de un par de veces), pero no se su nombre- adolescente.
¿Permiso adolescente? ¿En serio?
- ¿Qué hacías aquí? - Pregunto.
- Las chicas, no tienen permitido ingresar a nuestra guarida. - Del sí se su nombre: Zack.
¿Su guarida? No sabía que los vestidores tenían esa función.
- Chicos, no ven que ella vino por su novio. – Dijo Zack, además no pude evitar mirar a Joshua, quien ligeramente bajo la mirada. Pero cuando la subió, una hermosa sonrisa se apodero de su rostro... y de mí.
- Lo que digas -logre contener mi emoción- yo tengo que irme, perdón por invadir su guarida.
- Chicos, rápido. Espero que no estén perdiendo el tiempo. – Dijo el entrenador.
Alguien coloca una mano en mi boca mientras que la otra estaba en mi cintura. Termino detrás de una columna de casilleros mientras el entrenador está del otro lado.
Debería agradecerle a Alex, pero no por estar en esta incómoda situación si no por haberme alejado de la vista del entrenador.
¿Incómoda situación? Aunque no me lo crea que piense esto, pero si siento incomodidad el que los casilleros estén detrás de mí, contra mi espalda y el este en frente mío.
Demasiado cerca.
Pero no tuve que contar los minutos en los que el tardo en irse, porque ni si quiera paso 1 minuto.
- ¿Están todos bien? Deberían estar bañándose a estas alturas.
Camino lentamente con el propósito que no se escuchen mis pasos, veo como Zack está moviendo sus manos en señal de "Largo de aquí" y note que el entrenador venia en mi dirección.
Pero mi error fue no seguir caminando lento, porque a pesar de las voces juntas de todos los chicos el entrenador logro oír mis pasos.
- Shhh, 2,4,6,8,10,12,14. Si todos están aquí, ¿Quién hizo ese ruido? – Pregunto furioso, porque él fue quien hizo las reglas de que los chicos no entran a los vestidores de chicas y ni se acercan a nosotras cuando entrenamos porque esta "estrictamente prohibido".
Básicamente, frente a él tienes prohibido acercarte a tu opuesto (chica-chico), eso es muy tonto, pero así han sido las reglas desde hace 5 años.
- Tuvo que ser alguna mochila o Maiden peleándose con Michael. – Dijo Zack.
- Tienen 40 minutos para que todos salgan, tengo que cerrar el gimnasio.
El entrenador caminando hacia la puerta, y los chicos están haciendo un notable esfuerzo por ocultarme de su vista, lo cual agradezco mucho.
Cuando por fin se fue todos gritaron "Gran trabajo, hombres" y mientras hacían eso pude soltar un enorme suspiro de alivio antes de que los chicos tenían sobre mí las miradas.
No eran felices, ni enojadas, pero sabían que estaban esperando algo.
- Gracias -hice una pausa- por no permitir que el entrenador no me viera.
- No hacemos eso, pero somos tus nueros así que te ayudaremos.
- ¿Son mí qué? – Pregunte mientras Zack paso un brazo alrededor de mis hombros.
- Sabemos que nuestro hijo ha estado enamorado de ti desde que respiro y tu del, así que no vengas con nosotros que no sabes que nosotros somos tus nueros.
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Editado: 27.03.2022