Nota de la autora: Tenemos un problema...uno muy serio.
Mis papás: No nos gusta que estés mucho en la computadora. Tendremos que quitártela…
Yo: Trágame tierra y escúpeme lejos de aquí.
Ayuda.
Ligia M.
Capítulo 87
JOSHUA
Duele.
Arde.
Quema.
Me consume.
Me destruye, sin pausas ni descansos.
Pero sigo resistiendo otro año sin ellos.
Sé que no soy el único adolescente que ha perdido a sus padres.
Sé que no soy el único adolescente que se graduará de la preparatoria sin la presencia de quienes lo criaron.
Sé que no soy el único joven-adulto que estará en la Universidad sin los regaños o “ánimos” de sus padres.
Sé que no soy el único que los extraña...tal vez ellos se estén preguntando qué es de mí, ahora. Espero que lo hagan...porque ni siquiera yo tengo una mínima idea de quién soy.
Mamá se fue abandonándonos a mí y a mi papá. Él se fue a descansar eternamente hace un par de años atrás. ¿Y yo?
Yo intento encontrar la definición de lo que soy en persona...mientras sonrío y me río ante todos mientras estoy roto y quebrándome cada jodido minuto que pasa.
Porque soy un adolescente cercano a la adultez que todo lo que piensa es en sí mismo.
Cómo dormirme escuchando música.
Cómo sentirme menos solitario en toda mi casa vacía.
Cómo aprender a sobrellevar los desayunos, almuerzos y cenas solo.
Cómo sería vivir solo en mi apartamento, cuando comience la Universidad.
Y las cosas que pienso hacer en la soledad de mi solitario mundo continúan, pero desde ella...desde Charlotte todo lo anterior se detiene.
De verdad espero con ansias, el día en el que deje de estar y sentirme solo. Porque estar solo es no tener a alguien que te anime, te critiqué, te regañe, te acompañe en tus locuras y risas, en momentos felices y tristes.
Y sentirse solo, sentirse solo es estar en compañía y vacío al mismo tiempo. Porque puedes estar rodeado de tus “amigos” pero no es lo mismo a que estés en ambiente y sincronía con tu alrededor. Inconscientemente tú no estás en lugar cuando te sientes solo…
Y todos mis pensamientos, en conjunto, se detienen cuando la veo entrar a la hacienda. Su mano estaba sobre su pecho con leves dificultades para respirar.
—Hey, Charlotte —me levanté del pequeño sofá sobre el que estaba sentado, esperándola en la entrada de su hacienda—. ¿Todo bien? ¿Qué pasó?
Necesito contexto de lo que le pasó antes.
Ella apoya su espalda sobre la pared y yo me acerqué dejándonos a una distancia cercana y al mismo tiempo lejana.
—Nada importante con... —se detuvo, y observé cómo su mirada me escaneaba—, ¿Porqué la trajiste, Joshua?
Sabía que se refería a Elizabeth.
No soy estúpido como para no haber sabido que ellla ya sabía de Elizabeth con nosotros, en el auto.
Pero sé que en su cabeza deben rondar muchas ideas erróneas.
Porque sí, ayudé a Elizabeth, pero no porque ella sea la clase de persona que lo merezca.
Si no, por Eric.
Hace años, cuando Elizabeth y yo nos estábamos conociendo -más allá de amigos- ella lo mencionaba mucho. Y cuando mi curiosidad no dio a más me dijo “su historia” y como esta había terminado con su muerte.
Por alguna razón, también sentí mucha curiosidad por Eric. Él simplemente no se veía como la clase de chico al que le gustan las chicas malas.
Así que, llegué a la conclusión que su romance terminó y fue Inefable. Porque Elizabeth era la chica mala, y Eric me tiraba vibras de ser el chico bueno...y que Elizabeth tuviera las corazonadas de saber más de él viniendo a este lugar no fue la mejor idea.
Pero aún así lo hice.
Porque si yo olvidará a la chica a la que amé antes de perder la memoria, sí me gustaría que ella volviera. Sí me gustaría que hubieran personas que ayudarán a que ella volviera a encontrarse conmigo.
—Sabes que no me agrada. Qué no le agrado. Que destruyo mi reputación y—
Tuve que interrumpirla. —Y no continúo haciéndolo, ¿O sí?
Mi respuesta la tomó por sorpresa, pero sabía lo que Elizabeth le estaba haciendo a Charlotte. Y también sabía sus debilidades, como atacar deteniéndola.
—Sí ella se detuvo, no fue de buena gana y por voluntad propia Charlotte —sus labios se separan lentamente—. Jamás le pedí disculpas por haberla chantajeado.
—¿Con qué? —Preguntó seca.
—La chantajeé, Charlotte. Y no me arrepiento de haberlo hecho. Era ella dejándote en paz o su secreto divulgado entre todos los alumnos de nuestro Instituto.
—¿A qué es lo que quieres llegar cuando dices su secreto, Joshua?
Tomé una respiración larga y fuerte para que esta llene mis pulmones y pueda decirlo en un solo hilo.
—Elizabeth no tiene la edad a la que se ha estado apegando todo este tiempo atrás. Ella es mayor que nosotros, tiene 20 años. Ella no logró graduarse cuando le era su tiempo debido a los problemas que tuvo, los retomó un año después.
—Ella…¿Me estás diciendo que no logró graduarse? Entonces, ella no debería estar con nosotros. No tuvo porque haber estado con nosotros.
—Fue bajo de mi parte haber chantajeado a Elizabeth con divulgar su secreto, Charlotte. Pero ella se detuvo. Dejó de molestarte y a los demás también y—
—Si sabías eso…¿ya sabías que ella y Alex eran hermanos, verdad?
Asentí.
—Perfecto. —Dijo con cierta amargura en su tono—. ¿Hay algo más que no sepa y que tú estés esperando a decírmelo algún día...o simplemente nunca?
Se levanta, —Joshua, estoy cansada. Harta de enterarme cosas que son las últimas en oír de ti. En serio, ¿Por qué no prefieres decirme las cosas a mí en persona y estando frente a ti?
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Editado: 27.03.2022