NARRA VRIA
Mis hermanos y yo habíamos ido a un hotel para pasar la noche, mi tía no quiso venir al mismo hotel, ya que dijo que no quería estar en un hotel para pobres.
Esa noche dejamos las cosas en el hotel y salimos a cenar algo, casi no hablamos, el único que trataba de animarnos era Nath. Me sorprendía como siendo tan pequeño podía afrontar el problema tan bien (o quizás sería que no se enteraba de todo lo que pasaba).
Después de cenar regresamos al hotel y nos fuimos a dormir sin decirnos nada.
***
A la mañana siguiente nos dirigimos al hospital, mis hermanos acompañaron a Nath a la zona de juegos, y yo entré a ver a Natalia.
-Hola- le dije tristemente
-No se si puedes escucharme, pero solo quiero decirte que estamos aquí, y que te apoyamos- dije eso y le di un beso en la frente.
Habían pasado tan solo unos minutos, cuando Natalia comenzó a tener convulsiones, de un momento a otro la sala se llenó de doctores y me dijeron que saliera.
Lo único que pude hacer fue ver como cerraban las cortinas, y comencé a llorar, no podía acabar así, era demasiado pequeña, tenía la edad que tuvieron mis amigos.
Esos fueron los minutos más angustian tes de mi vida, los doctores salieron, vi como retiraban las cortinas que habían puesto, y cubrían con una sábana a mi hermanita. Todo había terminado.
Me tapé la cara con las manos, y comencé a llorar fuertemente, en ese momento llegaron mis hermanos, y vieron lo que había pasado.
Pasó una media hora, y llegó mi tía.
-¿Pero por qué todos con esas caras largas?- dijo alegremente.
Yo la mire con desprecio, ella miró donde había estado mi hermana y dijo:
-Bueno ya era hora-
En ese momento iba a decirle de todo, pero mi hermana me detuvo y dijo calmada mente:
-De ahora en adelante Nathaniel vivirá conmigo, y no te pagaremos más, ya que no tienes a nadie a quien cuidar-
Mi tía se horrorizó.
-¡Cómo que no me van a pagar, son unos mal agradecidos, todo lo que e hecho por ustedes y así...
Mi hermano la interrumpió.
-Solo nos cobras, nunca hiciste nada por nosotros, ¿por qué crees que nos fuimos?-
Mi tía se dirigió hacia mi.
-Vria, por favor, yo he sido buena contigo, desde que tus padres murieron...
Le di una bofetada.
-Eso es por lo de la cafetería-
Y le di otra bofetada en el otro lado de la cara.
-Y esto por lo horribles que fue vivir contigo durante 8 años-
Dijimos eso y dejamos a mi tía en el hospital, teníamos que planear todo para el funeral, cosa que no era muy agradable, pero había que hacerlo.