Si algo sale mal, si mis señales de significado cambian de horizonte y me convierto en pintura ajena a tu contemplación; acércate despierto.
Vuelve a mí.
Recuéstate suave en mi pecho y siente, escucha, palmea el virreinato del que eres dueño.
Si sale ardiendo nuestra patria, en esa guerra se calcinan más ínfimas venganzas, si el vapor de tus oídos naufraga en mi nariz; acércate despierto.
Y no llores.
Sólo en ese pasar del tiempo, el devenir de la historia, encuentro sublime la carga de ser amantes sin miedo.
Toma mi mundo, desecha mi realidad unificada, arriésgate y gana. Te dejo la concepción que tengo en mi falda, el cuaderno de galaxias.
Acércate despierto a observarme dormir, roba mis versos y escapa por el tejado, sólo así será sincero el deseo frenético de rozar tu boca en un beso.