Courtney
- Todavía no puedo creer que te hayas cortado todo el cabello - reclamo a Liss.
-Admite que me veo muy sexy. -Da media vuelta en su sitio para demostrar su punto. Giro los ojos.
En realidad se ve fantástica, su cabello hasta el cuello la hace ver más alta.
Compramos unos helados y avanzamos hasta una parte del centro comercial que esta rodeado de árboles y gracias a ello se siente una brisa relajante.
-¿Qué vas a hacer con el delicioso de Dave?
Río y pienso en él y la manera tan especial que se sintieron sus labios chocando contra los míos, la calidez que emanaba. Solo me queda resignarme y aceptar lo que la vida traiga y ojala y me deje con muchos besos como los del otro día.
-Él es... increíble y muy especial Liss.
-Ay, te pones toda roja. - suelta una carcajada y yo muerdo mi labio inferior.
- Tonta, no tomas nada serio.
-Ya, me gusta para tí, es inteligente y promete buen polvo.
Ambas reímos.
Dave
La próxima semana como todos los años me voy de campamento a una cabaña de mi familia a las afueras de la ciudad. Este año mis padres han decidido no asistir porque prefieren pasar la semana en Italia cumpliendo el capricho de Maya.
Así que solo somos Devon y yo y bueno algunas personas que invitemos.
- Esto es lo que necesitamos Dav - dice mostrándome un papel arrugado. Le hago una seña para que continúe.
- Linternas
Colchones inflables
Tiendas de campañas la que están en casa ya no sirven... -asiento a todo lo que dice hasta que entra en mi campo de visión una cabellera castaña que reconozco perfectamente.
Me dirigo hasta allá ignorando a Devon.
Pobre, siempre lo ignoro.
-Hola bellezas -digo llegando a su lado.
Su amiga da un emocionado saludo en cambio ella solo me sonríe sin mirarme a los ojos.
Quizás estuve mal el otro día, pero es que ¡Joder! me fue imposible resistirme a ella.
Me cautiva todo de ella desde su forma única de ser hasta su agilidad para los deportes. Nunca me había interesado una mujer de esta manera tan intensa y es agobiante porque ella se hace la difícil.
Me siento a su lado luego de que Devon sé presentara porque yo definitivamentee había olvidado su existencia.
- ¿Cómo estás Cour? - acerco mis labios a su oído y susurro lentamente mientras paso mi brazo izquierdo por su espalda.
Lo sé, muy atrevido, pero me he dado cuenta de que así deben ser las cosas con ella, lanzarse al vacío, hacerle ver de manera clara las intesiones.
Tomo un mechón de su cabello y lo acaricio. La siento estremecerse bajo mis brazos.
-Estoy bien Dave ¿y tú? - Su voz es suave y muy delicada. Me fascina.
-Estoy muy feliz de verte -dejo un beso en su mejilla.
-Me he dado cuenta.
Me pierdo en sus ojos color chocolate y una idea surge en mi cabeza.
- ¿Quieres venir de campamento conmigo? -pregunto acariciando sus manos con mis dedos-. Tu amiga también puede acompañarnos ¿qué dices?
Muerde su labio pensativa, gesto que me tienta.
-¿Cuándo seria eso?
-El próximo lunes.
-Cuenta con nosotras.
Sonrio, me encargaré de hacer de ese viaje uno inolvidable.
••••
Termino de subir las maletas al Jeep de Devon y me introduzco en el interior tocando la bocina para que mi hermano se apresure. Él sube en la parte trasera para cuando Courtney suba que se coloque junto a mí.
Llego a su casa y toco la bocina nuevamente. Ella sale y la miro lamentándome de lo mucho que tengo que controlarme en esta semana. Simplemente se ve increíble con unos shorts que resaltan sus piernas infinitas, una camiseta con los hombros descubiertos, su largo cabello castaño libre y unos lentes de metal púrpura. Se ve relajada y perfecta.
Su amiga se coloca detrás junto a Devon y ella a mi lado como lo planee.
-¿A dónde vamos?
- Es una cabaña cerca del lago. Te gustará.
La conversación fluye sin detenerse, paramos a comprar algo de comer y aproveche para buscar unas cervezas.
Courtney
El lugar es impresionante perfecto para perderte de la realidad y olvidarse de los problemas.
La cabaña contiene tres habitaciones, una sala de estar y una pequeña cocina construida en madera de roble. Es simplemente hermosa.
-Préstenme atención chicas hermosas. Dave y yo dormiremos en nuestra habitación, ustedes en la de Maya que tiene dos camas amplias Aunque no me quejaría sí quieres domir conmigo -Dice Devon guiñando un ojo a Liss quien pone los ojos en blanco.
- Te faltarían unos siete años para poder meterte en mi cama, bebé -réplica mi amiga haciendo énfasis en la palabra bebé.
-Ni imaginas lo que este bebé -se señala así mismo-, sabe hacer.
-Tampoco deseo probarlo.
Se dirige a las habitaciones sin darle tiempo a contestar y me rio suavemente observando a Dave negar.