HOLA, BUENO EN ESTE CAPÍTULO SE VIENE UNO DE MIS MOMENTOS FAVORITOS, AMO ESTA PARTE, ESPERO QUE LA DISFRUTEN TANTO COMO YO.
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EMMA.
Después de tanto helado de vainilla con cereza, chocolate, nuez y de más. Terminamos bajo la torre Eiffel y nos quedamos ausentes en un lapso de tiempo la lluvia cae sobre nuestro cuerpo, pero ambos seguimos en lo nuestro.
Como si nos hubieran puesto un programador volteamos al mismo tiempo nos miramos a los ojos, después recorremos la vista a nuestros labios.
—Disculpa el atrevimiento preciosa pero hay veces que la caballerosidad y yo no somos compatibles.
Acto seguido toma mi cara entre sus grandes manos y me besa, su beso es tierno y acompasado con mis labios no lo suelto; no me suelta y poco a poco su lengua comienza a hacerse paso entre mis labios buscando la mía la cual no tardó en unirla y hacer que dancen como si estuvieran hechas la una para la otra. Cierro los ojos por un breve instante. «quiero que me vea» quiero saber si su mirada dice algo. Yo estoy en el mismísimo paraíso, vuelvo a cerrarlos.
Los sonidos de los aplausos nos despiertan de el ensueño del beso.
Abro los ojos y veo que me mira y su vista está más oscura, la siento vivaz.
Sonríe y yo no logro ser la excepción.
Me toma de la cintura y me acerca a él con tanto cariño y a la vez con tanto afán. Hace una reverencia al público que hemos juntado.
Avanzamos no me suelta y la verdad es que mi orgullo y mi fuerza de quitarlo como hubiera hecho con otros, están bailando en la cúspide de la torre.
No decimos nada, pero de vez en cuando nos miramos y sé que está conforme, sé que estoy conforme. «sabe besar de lujo»
Llegamos a su hotel y el pánico se apodera de mí.
«No estoy lista para esto»
Sí, aún mantengo mi virginidad y orgullosa digo que es porque así lo he deseado. He esperado al hombre que me mueva lo más profundo de mi ser, y ha llegado pero no quiero dejarle las cosas fáciles.
Va a recepción y a los segundos lo tengo frente a mí.
«No va a insistir otra cosa, ¡quién te entiende!» lo miro detalladamente.
—Bueno, hay cosas que deseo que hagamos con la mente clara.
dice mientras lo sigo al auto y me abre la puerta.
Subo y no digo ni dice nada. Tomo la iniciativa y conecto mi móvil para poner música. No me da pena hacer esto, nos acabamos de besar.
La canción suena y como si el destino quisiera jugarme en contra o a favor, las notas de then he kissed me.
Resuenan en el interior:
He kissed me in a way that I've never been kissed
before
He kissed me in a way that I wanna be kissed
forever more...
—Vaya preciosa sí que sabes elegir momentos.
—Está vez si fue el destino.
Estaciona fuera de mi casa la lluvia aún no ha cesado.
—bueno nos besamos en público, me tomaste de la cintura, ¿Qué fue? —digo neutral. —si fue un juego dime y nos divertimos los dos ¿Qué sigue?...
—Nos besamos en público, te tomé de la cintura, fue un momento nuestro. No he definido que es; ambos debemos hablarlo—me mira—y lo que sigue es otro beso, pero este en privado preciosa chiquilla. —sus labios Tocan los míos y dejó de ser consiente dejándome llevar, claro que lo hablaremos, pero será otro día con la mente en orden.
Nos separamos y nos miramos con complicidad.
—Bueno, dejo que vayas a dormir. Y estoy dispuesto a hablar lo que decidas cuando y donde quieras.
—merci ya te avisaré.
Salgo del coche y arranca cuando entro.
«me beso, nos besamos» parezco una cría...
Mierda, es el amigo de mi hermano y la realidad me cae como un balde de agua frío.
*****
Faltan cuatro días para que él se vaya de París a vacacionar a México, pongo en mi mente todas las posibilidades que pueden ocurrir:
1.-Si es un juego, jugaremos ambos porque sé que le atraigo como él a mí.
2.-Si va más serio y formal no me o pondré; porque bueno es en cierta parte lo que he buscado.
3.-Si no va más allá de algo ocasional pues se asumirá el cargo y consecuencia. ya somos adultos. Pero siempre me mantendré alerta de ello y no dejarme fiar por palabras.
fin.
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Han pasado dos días, no lo he visto y está cumpliendo su palabra.
—Hola princesa—me sorprende la voz de Ismael y Corro a darle la bienvenida.
—¿Cómo va todo? Fui a la facultad y miré que estaba tu nombre en el cuadro de honor en el puesto número uno. —me carga como si no pesará nada. —eres realmente un orgullo chica lista y lo celebraremos.
—Claro que es un orgullo, como mujer, como estudiante y lo será como profesional lástima que para buscar hombre se le escapó eso. —suelta mi madre que está bajando las escaleras. (siempre juzgando sin conocer)
—Madre, no es momento para que sigas molesta, porque el idiota aquel no supo valorar tremendo regalo de la vida. —me defiende Ismael —Emma es una gran mujer en todos los sentidos y lo que ella elija sabrá manejarlo.
—¿Así como tú? Que te dejaron con dos niños. —dice sin perder la gran imagen, como si estuviera posando para la gran pantalla. —pero aquí la diferencia es que ella será la abandonada si no pone los pies sobre la tierra.
—Bueno, a lo mejor la vida ya hizo el numerito conmigo y a ella la deja en paz siendo feliz. —se le burla en la cara. —porque a diferencia de mi; ella no tiene los pies sobre la tierra, ella está volando le moleste a quien sea, si es posible en un avión o cohete le seguiré ayudando a que vuele lo más alto que pueda si alguien le lastima en el vuelo. Pero ella madre, ella no va a dejar de volar nunca —levanta los hombros.
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Editado: 15.11.2022