CAPÍTULO 21

EMMA.

Vine a Milán en compañía de mi familia, mamá tiene que montar una pasarela la cual he ayudado a preparar. Estamos a nada de que salga y estoy segura de que será un total éxito, como siempre.
—Emma, te presento a Alonzo Bartolini, un importante diseñador de imagen en mi marca. —le tiendo la mano y me la estrecha.
—un gusto conocer a la grandiosa Emma. —intenta besarme el dorso pero niego enseguida.
—Mucho gusto, el placer es mío...
—le comentaba que podías ir por una copa de vino el día de mañana antes de que vuelvas a París —comenta mi madre con una gran sonrisa.
—si no es mucha molestia, estaría encantado de que me acompañe.

Odio que hagan planes en mi nombre sin que yo esté presente.

—el placer será todo suyo, ponga lugar, hora y sea puntual que allí lo veré, si a los cinco minutos no está en el lugar me retiraré.
—Emma...—mamá trata de reprenderme.
—planeaba pasar por usted al hotel y de ahí llevarla al sitio reservado. — alguien no está informado de los formalismos.
—No sé preocupe que el chófer puede llevarme al sitio y así todo irá a su paso. —le sonrió.
No es que me guste que me tengan en punto como compra, sino que no quiero que piense que le daré un lugar el cual no le corresponde.

—de igual forma si cambias de opinión, —saca una tarjeta con su número. «pretende que le marque, que desesperado. »—aquí te dejo mi tarjeta y no dudaré en pasar por ti.
—¿pasar por ella? —pregunta Ismael a mi espalda. —oh, no sabía que tenías libertades de soltera, princesa.
—Ismael, por favor. —si las miradas matasen, la de mi madre ya hubiese acabado con él. —el joven Alonzo solo le está invitando una copa a tu hermana, aparte según sé tu hermana terminó con Santi.
—Bueno, mientras después de la copa regrese al hotel sola, —me mira, —no hay problema. Ismael Lascurain hermano de esta princesa. —le tiende la mano a Alonzo. Siendo falsamente amable.
—Un placer Ismael, y no te preocupes por ella que la cuidare muy bien.
—Ella sabe cuidarse muy bien, y tiene por el momento a tres caballeros que le cuidan la espalda, y no es por nada pero el tercero es un dolor en las pelotas cuando se enoja.

Sé que el tercero es Ulises, por lo que he escuchado es alguien a quien es mejor llevarlo por el lado amable. Según Ismael es un fastidio cuando esta molesto.
—pues dispongo que seré el cuarto, —me sonríe. —Emma merece que la respalden como la joya que es.
— es más que una joya, así que solo la copa y al hotel " Preciosa chiquilla". —sabe que así me llama él.

Mamá e Ismael se retiran, Alonzo me pone un horario y lugar después de insistirme que puede pasar por mí.

 Él único que tiene el privilegio está en Suiza, hablamos todos los días por mensajes, no es alguien al que por el momento saque un lado posesivo ni yo tampoco.

Algo me dice que debo confiar en él y yo sé el lugar que tiene en mi vida ese guaperas y ese lugar no sé lo quita nadie.

La pasarela termina y con ello la fiesta que le sigue, estoy exhausta baile, comí, bebí y platiqué. De la mano de mi fiel hermano que pienso que ahora me cuida más por ser la chica de su mejor amigo.
Me voy a la cama y los mensajes de Ulises no tardan en llegar cuando le avisé que estaba en la cama.
Estoy esperando su respuesta cuando el celular me suena y es él.
—¡Hola!
—Hola preciosa, —se escucha tranquilo. —solo te llamaba porque le hacía falta recordar algo a mi cerebro y le faltaba algo de un hermoso sonido a mis oídos.
—y ¿qué era eso? Al fondo se escucha música. —digo.
—La bella voce del mio prezioso, escucha esto —la música se escucha más cerca y distingo lo que dice la canción:
Only you
Can make this change in me
For it's true You are my destiny
When you hold my hand, I understand
The magic that you do...
—¡Only You! Preciosa Emm — se escucha su risa, esta nervioso.
—Wow, si que me dejas sin palabras guaperas, —realmente lo adoro y por ello no le guardaré el único secreto que le tengo. —oye, mañana saldré con alguien a tomar una copa de vino...
—ese era el plan... —su silencio me pone a pensar, —¿me estás pidiendo permiso, avisando o comentando?
—te estoy comentando, alguien me dijo que la honestidad era muy importante y lo estoy tomando.
—Emm, puedes ir con quien quieras a donde sea, confío en ti; haya tú si quieres perder a semejante persona que tienes aquí. Y gracias por ser honesta sabes que admiro eso.
—Gracias, por darme esa confianza. Te quiero mucho y ya quiero verte para enfadarte con mis temas.
—El sentimiento es mutuo de todo lo que dijiste, y obvio no me enfadaras.Hablamos de nuestro día, me cuenta que fue a esquiar como lo han hecho todos los días y que ya mañana vuelve a París, le conté sobre la pasarela y la fiesta, así se nos fueron dos largas horas que valieron la pena.
—te hablo mañana, estoy exhausta. —mi bostezo se hace presente.
—Vale, descansa.

******

He pasado la mañana acostada, comiendo helado y escuchando música, o bueno una sola canción.
—Only you, ya me aprendí la canción de tanto que la has regresado, princesa.
—La escuche anoche y me gustó, ¿algún problema querido Ismael?
—Ninguno, Emma no quiero que eches a perder lo que tienes con Ulises por algo que mamá quiere que hagas. —me mira autoritario.
—Sabes que no haré eso, Ulises es importante para mí, si te consuela es más importante que todos con los que he andado. —me meto una cucharada de helado a la boca.
—Más te vale, si no le diré y lo mandaré a que le rompa la imagen a ese Alonzo.
me quita el helado.
—¡OYE! Cómprate el tuyo, —forcejeo pero no cede. —creo que le diré que te patee a ti las bolas por meterte con mi helado.
—Emma, lo he visto pelear por muchas cosas pero por helado nunca.
—Bueno, es que no sabes lo que le gustan mis besos sabor vainilla, —digo altiva.—acá entre nos eso fue lo que le conquistó.
—Vaya, vaya... hasta que de algo sirvió que comieras tanto helado, —me lo devuelve. —conseguiste el amor de un hombre, que original.
—¿De casualidad no tienes a dos niños que atender? — preguntó molesta.
—ahora están con la niñera, Emma en verdad no le des alas a ese tipo, no me cae y así como defiendes un bote de helado quiero que defiendas lo que tienes con Ferreira.
—Dalo por hecho.