Mi espalda y manos sudaban mientras tenía el marcador agarrado, sentía como temblaba todo mi cuerpo y mi respiración se aceleraba mientras veía fijamente el pizarrón.
—Señorita Rigau, lleva 10 minutos con el marcador fijo en el pizarrón ¿Cómo es posible que no pueda resolver un ejercicio tan fácil?
El profesor de matemáticas se quita los lentes y se frota los ojos para luego verme.
—Siéntese por favor —me dice suspirando —póngase a estudiar y repase los ejercicios, es la única de sus compañeros que van tan lento.
Me senté en mi lugar, estoy tan avergonzada por lo que dijo el profesor sé que es verdad, pero no sé qué me está pasando, siento que es tan difícil octavo y no me quiero imaginar cómo serán los demás niveles. Lo único que me anima es que hoy iré a la casa de Xena y así me podre distraer de todo lo que me ha estado pasando últimamente.
Cuando me senté escuché que el de atrás se estaba susurrando algo con sus amigos.
—Júpiter piiist —lo llamaban despacio —hazlo jeje ya se sentó
—Bien, ahora voy m, solo miren —el respondió en ese mismo tono bajo de voz
Se hizo hacia adelante y jalo fuertemente una de mis coletas hasta el punto que sentí como la bincha se me bajaba y la cabeza me dolió, mi cabello es rizado así que sentí un fuerte tirón de cabello.
Mi cabeza se hizo hacia tras y lleve la mano a mi cabello apretando los labios para no gritar. Regrese a verlo y estaba riéndose mientras sacaba la punta de la lengua. Cuando vio que lo mire se hizo hacia adelante muy cerca de mí y me dijo:
—Pareces un zombi, un zombi feo —se hizo hacia tras y me indico con los ojos que dejara de verlo enojado.
Aprete mi falda fuertemente, quería llorar otra vez, pero me aguante y respire agitada.
El día paso sin mayor problema luego de eso, hasta la salida, estaba parada junto con mis amigas en la puerta del colegio mientras ellas hablaban.
Las miré y algo en mi hizo que decidiera hablar y las interrumpí.
—Chicas, el de atrás mío no deja de molestarme jaja —dije riendo inquieta
Se voltearon a verme con mala cara todas
—¿Y qué quieres que hagamos nosotras? —me dice Sigrid —resuélvelo tu misma
—Mayida no interrumpas solo para eso, no nos importa, si no vas a decir algo bueno no hables —Amanda me responde enojada
—No le hagan caso —dice Casiopea
Rápidamente me empujan y me hacen a un lado para hacerse un circulo entre ellas y seguir hablando. En ese momento entendí que no les importaba lo que me pasé, decidí solo irme a la casa de Xena rápido.
Cuando llegue me abrió la puerta y me abrazo alegre.
—¡Amigaaa! ¿Cómo te fue hoy? ¿trajiste lo necesario para quedarte a dormir?
—Si Xena —suspire —vamos a tu cuarto ¿y donde estan tus padres y tu hermana?
—Están en casa de mi tía, vendrán mañana en la tarde así que tendremos la casa para las dos —me guiña un ojo
Al entrar a su cuarto para dejar mis cosas en su cama, me quite los zapatos y me senté, pero al instante me tumbe en la cama seria.
Xena entra al cuarto trayendo dos tazas con chocolate caliente y sándwiches de jamón y queso.
—Mad puedes bañarte cuando quieras, acabo de calentar la tina para ti, y aquí traje comida para que merendemos; también podemos ver algunas películas, elige tú que ver
—Bueno Xena —dije —primero iré a bañarme, ya vuelvo
Saque mi toalla y corrí hacia el baño antes de que Xena me haga preguntas, al entrar en la tina respire fuerte y cerré mis ojos pensando en que debo esconder esto y disimular para no preocuparla, aún me duele la cabeza por lo que Júpiter jalo mi cabello pero espero se me pase rápido.
Sali bañada y cambiada, entre al cuarto de Xena y me acosté alado de ella, para poner una película, estábamos en silencio viéndola cuando de repente se pauso.
—A ver nena ¿Qué tienes? —se sienta en la cama viéndome seria —no has dicho nada desde que llegaste, estas toda decaída y parece que fueras a llorar ¿algo no está bien verdad?
Antes de contestarle pensé en lo que me paso.
—Nada amiga es solo que tengo notas fatales y temo aplazar materias —desvié la mirada hacia otro lado mordiendo mis labios
—¿Y todo el drama por eso? —se ríe fuerte —jajaja no te preocupes Mad yo te puedo ayudar ¿de acuerdo?, ya sabes que soy inteligente y estoy aquí para ti
—Sonrío levemente —si Xena lo se gracias por ayudarme, eres la mejor
—Lo sé —me abraza —ahora relájate y veamos el resto de la película
Le quita la pausa y volvemos a acostarnos, me tranquilizo y pienso que es mejor no decir nada, se que si le digo lo que pasa va a querer golpear a todos y va a ser un problema no quiero que ella se meta en broncas por mi culpa.
Me dormí mientras veía la película y al despertar vi la mesa de noche de Xena con la comida que no comí ayer, luego una luz que atravesaba la ventana.
—Buenos días nena — me dice —levántate que hoy vamos a ir a comprar al centro, arréglate y te espero afuera.
—Mmm bien —me estire y me levante rápido para arreglarme
Sali de la casa y ya estaba Xena esperándome, cruzo su brazo con el mío y caminamos hacia la parada para tomar un bus.
—¿A dónde vamos? —le pregunte
—A las tiendas de ropa del centro nena —me sonríe —hoy te quiero comprar algo bonito asi que no te preocupes
—Puse la mano en mi boca y le dije —jaja bueno amiga, gracias por la sorpresa
—No me agradezcas nena ya sabes lo mucho que te quiero
Me puso feliz saber eso, cuando llegamos paseamos por varias tiendas de un largo camino que había, nos probamos ropa y reíamos haciendo bromas, también entramos a tiendas de maquillaje, pero no compramos nada ya que no nos dejan usarlo aún.
Estaba esperando a Xena afuera de una tienda cuando vi a Amanda y a las demás chicas comiendo felices en un restaurante de al frente ¿no me invitaron? ¿pero por qué? Luego se levantaron y se fueron a otro lado y no me vieron; en eso salió Xena.