Blanco fácil

Capítulo 37

Estaba sentada en mi pupitre mordiéndome las uñas y moviendo la pierna rápidamente nerviosa porque hoy se supone que viene a verme mi mamá para llevarme a la casa, y no quiero así que debo pensar en alguna forma de evitarla. 

—¿Qué tienes? —dice Júpiter susurrándome al odio sentado 

—Me giro hacia el —Hoy viene mi mamá a verme y estoy nerviosa 

—Ya te dije que no te preocupes por eso, saldremos por la puerta de atrás y listo, no nos verá 

Asentí y me tranquilice un poco, espero que esa idea funcione, no quiero que mi mamá me vea con Júpiter porque sé que no me deja tener novio, pero yo lo amo y eso es lo único que me importa. 

El timbre sonó entonces Júpiter y yo nos apuramos para poner en marcha el plan de salir por otra puerta, caminamos rápido para que ningún profesor nos vea y salimos del colegio. Cruzamos la calle por la vereda del otro lado y vi que mi mamá estaba allí parada en la puerta de salida del colegio viendo hacia adentro. 

—A la final si vino mi mamá —le dije a Júpiter 

—No la veas —me dice agarrando mi barbilla y girándola —solo camina y rápido 

—Está bien pero no me jales —le dije caminando rápido 

Decidimos no ir al parque de siempre ya que allí podría encontrarnos mi mamá así que mejor fuimos en dirección hacia la estación del metro ya que hasta allá no podría llegar mi mamá. De lo único que no nos dimos cuenta fue que Renee nos estaba viendo. 

En la salida cerca a la puerta estaban Amanda y sus amigas, un poco cerca de mi mamá y ella se acercó a preguntarles. 

—Niñas, hola ¿Cómo están? Por si acaso ¿no vieron a mi hija Mayida?, estoy aquí esperándola desde hace como 10 minutos y no sale. 

—Buenas tardes señora —dice Amanda —no, no la hemos visto a lo mejor ya se fue, ya que sale primero que todos 

—Es verdad, allí adentro ya no ha de estar —dice Casiopea 

—Ahh entiendo, y otra cosa ¿saben si mi hija tiene novio? 

En eso también se acercó Oriana y ella respondió. 

—No señora, no la hemos visto con novio ni nada. 

—Si —dice Sigrid —además es bastante callada. 

—Muchas gracias por la información niñas, entonces ya me voy —dice mi mamá 

—Señora ¡esperee! —dice Renee agarrando el brazo a mi mamá 

—¿Sí? —dice ella —¿Qué pasa? 

—¿Usted es la mamá de Mayida verdad? 

—Si, soy yo 

—Soy Renee Gali compañero de Mayida, quería decirle que todas ellas le están mintiendo porque si tiene un novio, ahora mismo acaban de salir solo que lo hicieron por otra puerta 

—¿Qué? ¿Enserió? —dice mi mamá tocándose la frente — ¡Esta muchacha del demonio! ¿sabes por donde se fueron? 

—Si señito yo le digo, vera ellos van a un parque que esta por aquí cerca, usted solo camina hasta esta esquina …… —dice acercándose a mi mamá y dándole indicaciones 

—Entiendo, muchas gracias hijo 

—De nada señito, la verdad es que su hija no es como todas estas de aquí. 

—Se que mi hija está mal en este colegio, ha cambiado bastante desde que entró aquí 

—Se le nota la verdad, vaya con cuidado seño 

Cuando Renee le dijo eso se fue por su lado dejando a mi madre, ella se apuró para llegar a donde le dijo que estábamos, pero para su mala suerte nosotros no estábamos allí. 

Júpiter y yo nos encontrábamos en una explanada enorme que le pertenecía al mercado cerca de la estación del metro solo que los comerciantes llegaban el fin de semana, así que había algunos lugares allí adentro en donde él y yo podíamos estar tranquilos. Estábamos arrimados a la pared abrazándonos y las cosas empezaron a ponerse algo “calientes” 

—¿Quieres hacer lo de la última vez? —me dice Júpiter susurrando en mi oído 

—Sonrió mordiendo mis labios y asentó —si me gustaría 

—Pero esta vez ¿puedo subir tu falda? Ya sabes, quiero sentirte un poco más—dice besando mi oreja 

Cuando me dijo eso no pude evitar asustarme, aunque mi cuerpo sentía lo contrario ya que mi respiración solo con estar abrazada a él estaba más agitada. 

—Es…está bien, pero ten cuidado —dije titubeando 

—Por supuesto mi amor —dice subiendo mi falda — todo será suave 

Procedió a abrazarme fuerte y a acercarme a su cuerpo mientras por la bragueta de su pantalón sacaba su aparato, al sentirlo allí abajo no pude evitar humedecerme; rápidamente nos besamos y aunque él lo había ubicado de manera que simulara entrar me estaba doliendo el solo sentir el roce que no pude evitar apretar mis ojos y querer apartarme. 

—Júpiter—le dije parando el beso —no puedo, me duele 

—¿De qué hablas jajaja? —me dice riéndose —ni siquiera está entrando ¿por qué te dolería? 

—No…no se —dije seria viendo hacia abajo— solo me duele 

—¿No me digas que jamás has hecho algo así? 



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En el texto hay: drama adolecente

Editado: 13.12.2024

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