Blanco fácil

Capítulo 63

—Nunca en tu perra vida vuelvas a decirnos que no, oíste cerdito —decía esa chica aplastando las manos de la que estaba en el suelo

—¡A…Auch! —susurraba en el suelo con lágrimas en los ojos —es que estoy un poco enferma y no creo poder hacer tus tareas hoy pero mañana lo haré, es todo lo que dije …

—Antes de que hablara, otra chica le agarro de los cachetes y acercándose a su cara le dijo— Creo que aún no estás lo suficientemente educada ya que sigues hablando estupideces y respondiéndonos como si nada.

Alzó la mano como queriendo darle una cachetada, es hay cuando mi cuerpo reaccionó rápidamente y agarre con fuerza su mano antes de que la golpeara. No pensaba entrometerme, pero al ver esa escena no pude evitar hacer algo.

—¡Mi mano! —dice gritando la chica que estaba a punto de golpearla —¿Quién se atreve a aparentar mi mano de esa forma? No ven que me duele … —me regresa a ver enojada

—Fui yo —dije sería y con enojo

—¡Suéltame! —trata de soltarse de mi agarre —o acaso quieres morir

Sin decir nada la levanté de un solo tirón y la tiré con toda la fuerza que tenía al otro lado del suelo, ella me miró asustada y con sorpresa.

—Me acerque a ella caminando lentamente —la que puede morir eres tú, escúchame tarada porque solo lo diré una vez —me agache un poco hasta verla a la cara muy cerca —si no quieres verme enojada de verdad te aconsejo que pares y te vayas

—Jajaja no me hagas reír —dice la otra chica parada atrás de mi —no sabes con quién te estás metiendo

Cuando dijo eso en seguida lanzo un puñetazo hacia mi cara que esquivé fácilmente agachándome, mi adrenalina aumento y no pude evitar sonreír y en menos de un segundo lance un golpe seco a su estómago haciendo que ella perdiera el aire y cayera al suelo; por alado de ellas con una toalla en el cuerpo y una botella en la mano paso Felisa.

—Sera mejor que no la provoquen más —las mira de reojo por el hombro —ustedes no la conocen —camina hasta una ducha

—La chica que golpee en el estómago se levantó y escupiendo sangre dice —¡ja! —estaré feliz de provocarla, no es más que una embustera

Felisa negó con la cabeza , empezando a bañarse sin hacer caso pero sabiendo que ya no hay vuelta atrás, yo al escuchar lo que dijo me enoje hasta más no poder y rápidamente me acerque a ella y preparando mi pierna di un pataso en su cuello girando mi cuerpo casi hasta el suelo con las manos empuñadas solamente escuchando como el golpe hizo que le sonara todos los huesos del cuello, la primera chica que golpee venía para tratar de atacarme por atrás pero sentí sus pasos y con mi codo apunte fuerte a su nariz haciéndola sangrar; saque la toalla que tenía en mi cuerpo quedando solamente en ropa interior enrollándola en mis manos abalanzándome hacia ella para agarrar su cuello, entonces cuando logré capturarla hice que se cayera al suelo golpeando sus rodillas dejándola sin aire por qué la estaba apretando demasiado; hasta que perdió la conciencia y la solté poniéndome la toalla en el hombro y acercándome a la otra chica.

—¿Ves? —estaba enojada mientras ponia mi mano en mi cintura —les dije o no que no querrían verme enojada, ahora tu amiga está inconsciente porque no me escucharon —Agache un poco la cabeza para verla y dije —ya saben quién soy, no se vuelvan a meter con esta niña —señale a la chica bajita que me vía con asombro por lo que acaba de pasar — porque si vuelvo a verlas o me entero que la molestan no me voy a detener y no tendré piedad como hoy— le di la espalda —ahora recoge a tu amiga y váyanse de aquí

Sin esperar una segunda orden y asustada se levantó y se llevó a su amiga casi cargándola, yo la mire por atrás de mi hombro con enojo y cuando salieron respire fuerte y con una sonrisa me acerque a la chica que estaba en el suelo con el labio roto.

—¿Estás bien? —me agaché para verla a los ojos

Ella asustada, con asombro y bajando la mirada sin decir nada asiente.

—Con mis manos levanté su cabeza y con la toalla que tenía en mi hombro limpié su labio y le sonreí —tranquila ahora todo estará bien

—Ella mira mis ojos y su carita empezó a cambiar llorando y me abrazo fuerte —estaba muy asustada —respiraba con fuerza.

Era la primera vez que alguien a mi lado lloraba de esa forma así que por un segundo con los brazos alzados me crispe, pero me ví reflejada en ella; hace tres años cuando llegue aquí me vía así de asustada como un pequeño conejito así que mi corazón se ablando y la abrace dándole golpecitos en la espalda

—Tranquila pequeña —dije sonriendo —nadie volverá a lastimarte, yo estoy aquí para protegerte.

Al oír mis palabras esa niña lloro más fuerte mientras me abrazaba y yo me quedé allí para ella, cuando acabo ella se ducho y se fue agradeciéndome mil veces más por ayudarla y yo me termine de bañar rápidamente, cuando llegue a mi celda estaban Gery y Kaan adentro.

—¡Bravo! — Gery aplaude con fuerza —nuestra pequeña ya creció —me abrazo al instante.

—Estamos orgullosas de ti enana — Kaan sonrió —nos enteramos que les diste una paliza a unas tontas en las duchas

—Sonreí y agaché mi cabeza —ustedes no se pierden de nada ehh —dije

—Por supuesto que no —dice Gery — nosotras te enseñamos así que debemos enterarnos de a quien golpeas jaja



#379 en Thriller
#122 en Suspenso

En el texto hay: drama adolecente

Editado: 13.12.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.