MIKAEL
-no me mates -pidió ella con ojos llorosos - por favor, Mikael
-tú lo elegiste a él, siempre él y a mí me dejaste de lado - le recrimine tomando su cuello levantándola del suelo -
Desperté de golpe y limpie el sudor de mi frente, me gire y vi a mi lado a Alice quien dormía plácidamente
- ¿otro mal sueño? - preguntó con voz adormilada-
-si amor - suspiré - vuelve a dormir haré un café para relajarme
-yo lo preparo - dijo levantándose y beso mis labios-
En cuanto salió de la habitación yo me quedé jugando con mi teléfono, habían pasado años y aún tenía pesadillas con lo que había hecho. Siendo honesto yo no planee matarla solo que ella me saca tanto de mis casillas que no supe que hacer y en un momento de desesperación termine con su vida. Lo que hice no es reversible, Anne esta muerta, yo la mate y toda mi vida me voy a arrepentir de eso, sin embargo, debo seguir adelante por mi propio bien.
Unos días después de esa pesadilla apenas había podido dormir un par de horas, Alice no lo había notado así que era un alivio pues no quería despertarle sospechas, hoy era sábado ella se quedaría en casa, era su día de descanso, yo trabajaría hasta las 7 de la noche en la cafetería.
-cuando regreses yo te hare la cena-dijo Alice besando mis labios-te hare tu platillo favorito
Sonreí besando su nariz, por razones como esas fue que enamoré de ella
-yo traeré tu pastel favorito amor -dije y subí a mi auto
Mientras conducía a la cafetería puse un poco de música en el radio, cuando sonó una canción que por años evité para que el recuerdo de Anne no regresara.
When she was just a girl, she expected the world
But it flew away from her reach
So, she ran away in her sleep
Dreamed of para-para-paradise
ALICE
Cuando Mikael salió de casa yo me puse a limpiar y escombrar todo, esta semana me tocaba a mi y la siguiente a él, era nuestra forma de mantener las cosas en orden, mientras sacudía la cocina me puse a ver algunos casos de asesinatos, era una costumbre que adquirí a los 18 años y nunca se me quito.
Iba por el tercer caso cuando un corte informativo se aparece, lo que vi me dejo sin palabras
-el caso de asesinato de la joven Anne Porter se ha reabierto pues se encontró que su pareja Joseph Evans no estaba en el lugar del asesinato cuando fue cometido, esto se sabe gracias a un ticket de tintorería y las grabaciones que lo ubican en el tiempo en que la joven fue asesinada, ahora mismo nuestra reportera Anastasia quien esta en el centro penitenciario donde Evans será liberado-
-hay mucha conmoción en estos momentos Laura, fue una noticia que nos tomo por sorpresa a todos -dijo la chica -la familia de Anne está aquí, la de Evans también y justo en estos momentos esta saliendo por la puerta.
La cámara apunto a Joseph Evans, nunca lo había visto, era un chico alto, fornido, cabello negro y ojos cafés, era opuesto a como Mikael me lo había descrito, el no desprendía un aura oscura solo una triste, una muy solitaria.
-señor Evans ¿qué se siente estar libre de nuevo? - le pregunto la reportera
-mi cliente no dará ningún tipo de declaraciones por ahora - respondió el que supuse es su abogado -
Joseph solo quería irse se le notaba mucho en la cara, incluso sentí lástima por él, Se corto el anuncio y volvió a ponerse mi caso de crimen.
JOSEPH
Subí al auto y me recosté en el asiento tratando de olvidar lo que había pasado hace unos momentos, pero no podía evitar escuchar todo lo que las personas de afuera decían
-ERES UN MALDITO, ¡EL MUERTO DEBERÍAS SER TU NO ELLA! -
-PRONTO VOLVERAS AL LUGAR DEL QUE NUNCA DEBISTE SALIR –
- ¡MALDITO ASESINO!
- ¡TE PUDRIRAS EN EL INFIERNO ¡
Albert subió al auto y condujo en silencio a su departamento, sentía su mirada, pero yo no era capaz de levantar la mía. En cuanto llegamos baje del auto y el sol impacto en mi rostro, tenia tiempo que no lo sentía como ahora.
El departamento en realidad parecía mas un pequeño condominio incluso tenía su propio garaje, Albert era un hombre casado a pesar de que solo tiene 25 años ya tiene una hija quien lo ama mucho y es la adoración de él.
- ¡papi! - dijo la pequeña Antonella abrazando su pierna –
-mi niña-el la levanto del suelo y beso su mejilla -mira él es el tío Joseph -dijo señalándome
La pequeña se acercó con intenciones de abrazarme, pero yo me sentía sucio así que me aparte un poco.
-espera a que me de un baño, es que apesto -suspire y ella asintió –
-ven tío te llevo al baño para que papi salude a mami -dijo caminando adentro y yo la seguí-