Boy Almighty

Capítulo 3.

¿Era tan malo considerarse homofóbico? Porque quizá sí lo era.

Debía admitirlo, tuvo su momento de debilidad con Harry, pero sólo fue porque pensó que si alguien llegara a hacerle lo mismo se sentiría pésimo. Sí, era un enorme pensamiento egoísta, sin embargo, le valía una mierda lo que los demás dijeran respecto a eso. Así que sí, él era un idiota homofóbico que no soportaba tener a Harry respirando a dos centímetros de él.

Lo lamentaba demasiado por su auto, pero no podía. Podría describir las sensaciones que sentía por Harry y ninguna era linda; asco, vergüenza, repulsión, solo las principales. Era lindo, lo admitía, aun así estaba muy seguro de lo que era y Harry Styles no estaba bajo sus términos.

En cuanto salió del armario del conserje, sus dedos picaron por un cigarrillo, y él en un intento de calmar el nudo en su garganta y el temblor en sus extremidades, tiró de su cabello con fuerza. Podía escuchar el llanto del desgraciado dentro, más fuerte que cuando estaba a su lado, lo que sólo aumentó su ira por su propia frustración. Primeramente, era un inmaduro por pensar que podrían llegar a hacer algo, a pesar de que la idea principal no era intentar violar al chico. Harry había vivido alrededor de ellos durante tanto tiempo como para ya soportar las burlas y malos tratos que recibía de todos, no solo el castaño y el moreno.

Louis trataba de convencerse de que todo era una absurda exageración; nada había sucedido, para su suerte. Pero algo seguía presionando su pecho, su respiración cortándose y sintiéndose presionado porque no faltaba poco para que los alumnos volvieran a entrar, y no faltaría el idiota que se daría cuenta del imbécil llorando en el armario. Porque si se caía un lápiz todo el mundo se enteraba debido a lo reducido que era el lugar y por los pocos estudiantes. Da igual, era un instituto pagado en donde pocos se daban el lujo de estudiar y maldito sea Styles por tener dinero y no irse al otro lado del mundo, lejos de Louis con su enfermedad homosexual.

Sus dedos siguieron picando cuando tomó el celular en su bolsillo y marcó al último número en sus contactos.

—¡Zayn! —gritó con fuerza después de haber esperado varios tonos. Su amigo bufó desde el otro lado—, maldito idiota. Más te vale estar aquí antes de que acabe el receso.

—¿Ya terminaste? —preguntó con burla y duda en su voz, junto a algo más que Louis no pudo identificar ya que estaba automatizado para hacer sonidos de asco ante la mención de Harry o alguien igual a él.

—¿Estás de broma? —preguntó molesto—. Trae su maldita ropa antes de que alguien llame a la policía.

Zayn respondió de forma afirmativa después de haber recibido una última advertencia de parte de Louis, quien luego de suspirar, miró a los lados antes de entrar una vez más al armario, sus labios fruncidos al igual que su frente.

—Ya vienen con tu ropa —dijo, pero el cuerpo del rizado estaba casi escondido en un rincón del lugar, invisible por la oscuridad del lugar—. ¿Podrías dejar de llorar? No fue para tanto.

El castaño rodó los ojos a la vez que Harry se encogió un poco más en su lugar, pensando en su mamá diciéndole que disfrutara de su día. Harry, quien trató de no llorar, no humillarse más, pero cada que intentaba su cuerpo daba una enorme sacudida y el sollozo huía de sus labios con miedo de seguir encerrado dentro del rizado chico.

—Jesús —suspiró Louis y rodó los ojos, prohibiéndose sentir pena por Harry, que exageraba siendo una reina del drama—. Juro por Dios que te golpearé si sigues llorando ­­­—dijo con fuerza en su voz y enojo en sus facciones.

Harry no hizo nada más que seguir llorando, pero Louis vio cómo su temblorosa mano fue a dar a su boca y la forma en que sus piernas se presionaron más contra su cuerpo, como si quiera desaparecer del lugar. Louis parpadeó con rapidez, analizando cada movimiento que el rizado realizaba con pensamientos llenos de pena apareciendo en su mente antes de que estuviera alerta y lo evitara.

Sus manos tiraron de su chaqueta fuera de sus hombros y la tiraron a Harry antes de cuestionarse sobre todo lo que estaba sucediendo de un momento a otro. El ojiverde la tomó con lentitud cuando cayó sobre sus rodillas, cubriéndose a penas con la tela. Harry volvió a tratar de calmar su llanto, pareciendo un experto en aquello bajo la mirada de Louis cuando pasó sus manos por su rostro y se dio aliento tomando una enorme bocanada de aire.

—Más te vale pagar por mi chaqueta, ¿escuchaste? —Fue lo único que pasó por su mente lo suficientemente bueno como para decirlo en voz alta y romper el incómodo silencio, al cual Harry no prestó atención cuando asintió rápidamente y se abrazó tratando de cubrir su pecho.

Zayn entró en ese instante al lugar y no demoró en tirar la ropa de Harry a su cara, mirando hacia Louis en busca de una mirada de burla, pero el castaño estaba tan perdido en sus pensamientos que para cuando notó los ojos del moreno sobre él, sus facciones fueron tan falsas como la sonrisa de burla que le dio a Harry.



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En el texto hay: larry stylinson, gay

Editado: 20.03.2019

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