-----Narra Jazmín-----
(Septiembre de 2011)
Son las 9 de la mañana y todavía estoy acostada en mi cama pensando qué hacer. ¿Será que me levanto o duermo un ratito más? Este día es muy importante, pero quiero seguir aquí en mi cama. Hoy por la tarde es la graduación en mi secondary Langley y en la noche es la fiesta de graduación.
Estoy tan emocionada. Ya falta poco también para ser mayor de edad, solo 3 meses. Menos mal, no vivo en Mississippi, porque si no tendría que esperar hasta los 21 años para ser mayor de edad.
Vivo en Virginia, en el poblado McLean. Este poblado es muy bonito, en especial en verano. Amo ver todos los árboles llenos de vida. El color verde me encanta. La naturaleza es lo que me llena de paz y tranquilidad, así que no dejo de disfrutar el olor que desprende todo mi entorno. Las personas viven sin preocupaciones, todos son muy unidos. Aquí me siento muy bien.
Pero aunque me guste este país, no crean que me he olvidado de mi querida China. Muchas veces cierro mis ojos y recuerdo mi infancia. Allá en China vivía en la ciudad de Xiamen. Más que todo, extraño a mi mamá Jia. Llevo 10 años tratando de comunicarme con ella y no he podido. No he logrado saber nada acerca de ella. Hace poco abrí un Facebook y conseguí ponerme en contacto con la mejor amiga de mi mamá. Tengo varios planes. Muy pronto volveré. Pero como me ha enseñado Mulan, mientras más callado uno haga las cosas, mejor te salen.
Solo deseo cumplir la mayoría de edad por una cosa: para irme de esta casa de locos. No aguanto más. El día de mi desaparición hace 9 años, mi padre Oliver decidió separarse de mi madrastra, pero todos seguimos viviendo en la misma casa, incluyendo a la loca de mi madrastra. A mí estos 9 años me ha tocado horrible. Emily me echa la culpa de su separación con Oliver. Se le olvida que solo ella tiene la culpa, por ser tan malintencionada. Fue ella la que me dejó tirada en esa playa, como si yo fuera una simple basura. Gracias a ella casi me muero, así que nunca me sentiré culpable por lo que hizo Oliver, más bien debería de estar agradecida que no lo han corrido. Según lo que he escuchado, la sacó del testamento. Por eso es que ella me odia a muerte. Siempre ha sido una interesada y lo único que desea es el dinero de mi padre.
Y ustedes pensarán que me olvidé de Ángel, pues no, Ángel y yo seguimos siendo buenos amigos, aunque llevo un tiempo sin verlo, porque he estado muy ocupada con tareas, exámenes, exposiciones y, por último, el proyecto. Él sigue siendo la misma persona cariñosa, amable y, sobre todo, respetuosa, siempre dando esos bonitos consejos que me animan a seguir adelante, a pesar de que las cosas no me han salido como quiero y a pesar de no tener a mi madre conmigo. Yo voy para adelante como el elefante.
Y mis hermanitos ya son todos unos hombres. Hace años me molestaban mucho con esa palabra que tenían súper rayada, "bastarda", pero ya que han crecido, ya no me molestan tanto.
Lo más valioso en mi vida son Mulan y Jun. Estos 10 años a su lado han sido lo mejor que ha pasado en mi vida. A pesar de que no me han ayudado a encontrar a mi mamá, han sido un gran apoyo para mí. Nunca me han dejado sola. Mulan siempre me trata con amor y cariño. Ella me dice que yo soy como su hija, tan bella. Yo la quiero tanto. Me duele ocultarle tantas cosas.
Mulan y Jun creen que yo sigo siendo la misma niña tonta. Lo que ellos no saben es que yo sé que entre ellos hay algo más que una simple amistad.
Y yo también encontré el amor de mi vida. Llevo un año con un chico muy guapo, inteligente y muy cariñoso. Se llama James Suárez, tiene 17 años, igual que yo. Dentro de dos meses cumplirá su mayoría de edad. Él es sobrino de mi madrastra, aunque nadie sabe lo nuestro. Él y yo nos amamos y sueño con hacer una vida junto a James.
—Se puede —pregunta Mulan tocando la puerta de mi cuarto, como siempre respetando mi privacidad.
—Voy —digo con flojera, ya que no deseo levantarme de la cama, pero desde hace días he estado poniéndole el pasador, así que me toca levantarme para abrirle.
Me estiro en la cama y suelto un gran bostezo, pero me da un calambre en la pantorrilla tan fuerte.
—¡Ay, no, me duele! ¡Qué horrible! Me duele. —Grito tan fuerte que hasta unas lágrimas se me salen del dolor. Yo sé que soy un poco exagerada, es que eso duele mucho.
— ¡Jazmín ábreme! ¿Qué te pasa? Ábreme. —Exclama ella toda asustada y desesperada, dándole empujones a la puerta.
—Voy — grito dándole golpes a la pantorrilla, sé que está mal hacerlo, debería de estirar mi pie o darme suaves masajes en mi pantorrilla, pero es que el dolor me desespera mucho, así, que, lo más fácil para mí, es darme golpes fuertes en la pierna.
Me levanto de la cama todavía con el calambre en el pie, pero no tan fuerte, abro la puerta y salgo de nuevo cojeando para la cama, me tiro en ella nuevamente y continuó dándome golpes.
Mulan entra con los ojos como huevos fritos, va a la cama y me revisa.
—¿Dime qué te pasó? ¿Dónde te lastimaste? ¿Estás bien?
— ¡Sí, tranquila!, es solo un calambre. —Digo mientras golpeo mi pantorrilla con mi mano.
— Jun te dijo que no debías darte golpes, ya que es malo para los músculos, déjame darte un masaje, ¿sí?
—Ya se me está pasando, no te preocupes.
Ella busca un poquito de crema y me lo unta en la pierna y empieza a hacer masajes hacia abajo.
—Gracias. —Le digo haciendo un puchero.
—No te voy a preguntar cómo estás ni cómo amaneciste, porque ya veo tu respuesta. Deja la flojera y levántate, dormilona. —Me regaña Mulan.
—No, quiero dormir otro ratito más, por favor. —Le pido con cansancio.
—Pareces un oso en hibernación. —Comenta ella con una media sonrisa mientras me quita algunos cabellos que están pegados todavía en mi cara y cuello.
—Sabes, me encantan los osos. Si algún día llego a reencarnar, me gustaría hacerlo en ese animal.
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lucha por sobrevivir, infancia dificil, conoceras el verdadero amor.
Editado: 31.10.2024