Capítulo 36: Ellos son mis padres

Jazmín se baja del carro de Isabella, ve a su padre y me ve a mí, pero antes de que pueda hablar, la marcha nupcial empieza a sonar, Oliver las ignora y me lleva del brazo hacia donde está mi futuro esposo, todo es hermoso, sillas blancas, flores del mismo color y algunas rosadas, la hierba y los árboles todo se ve muy bien, me encanta la naturaleza, estoy tan emocionada y asustada a la vez.

—Tranquila, todo va a estar bien. —Susurra Oliver, yo de verdad siento aprecio por él, pero desde que me enteré lo que le hizo a Jazmín y a Jun, ya no lo paso ni con agua.

—Gracias. —Comento en silencio.

Él me entrega a Jun, yo le regalo mi mejor sonrisa a mi casi esposo y él me la devuelve. Teresa se encuentra al lado de Argenis, la felicidad que tenemos no se pueden expresar con palabras, mi corazón está a punto de estallar, los cuatro estamos enfrente de un juez, yo no tengo ninguna religión, creo en Dios a mi manera, así que en vez de un sacerdote decidí por el juez, porque es una persona que me brinda confianza por su neutralidad e imparcialidad.

El Juez empieza a dar un gran discurso, y luego nos pide a cada pareja dar nuestros votos, así que yo empiezo a declarar mi amor con todo mi corazón.

—Yo Mulan me entregó a ti mi turrón de leche Jun. Prometo que te amaré por las mañanas, aunque tu buen humor comience después de tu taza de café, todas las tardes te amaré, aunque llegues con retraso para comer y por las noches aunque me toque dormir sola también te amaré. Y cada día te esperaré y nunca te reprocharé absolutamente nada, porque sé que eres un ángel en la vida de otras personas y te conocí así como eres un doctor respetado y dedicado a su trabajo, ¡estoy orgullosa de ti!

—Yo Jun Wu, hijo de Joe Wu, de la ciudad de Shanghái China, te he elegido a ti Mulan Zhang, para pasar mi vida a tu lado por toda la eternidad, prometo estar por siempre juntos a ti y serte fiel y aguantarme tus días malos como disfrutar de los buenos, prometo colaborar en todo lo que necesites, antes de tu esposo soy tu mejor amigo, deseo tener una buena comunicación contigo y ante todo que reine el amor y la felicidad contra viento y marea, te amo mi hermosa guerrera, mi rayito de luz a cada mañana—Jun habla con emotivas palabras que me hacen sacar unas lágrimas, él las limpia y luego nos colocamos las argollas y terminamos con un beso.

Isabella es nuestra fotógrafa. Jazmín está sentada al frente de nosotros con una gran sonrisa, ella nos mira con ternura y levanta el dedo pulgar en forma de aprobación, este es un momento tan especial que deseo nunca olvidar. Seguidamente, Teresa y Argenis dan sus votos y se entregan los símbolos de su amor.

Después de firmar el documento donde quedamos legalmente casados, el juez se retira, nos quedamos con los conocidos y amigos, todos nos abrazan en eso, escucho una voz que me hace temblar, ¿qué hacen ellos aquí? No entiendo nada. Teresa y Argenis se acercan.

—Gracias por todo amiga, eres un sol, fue una hermosa boda, pero nosotros nos vamos, no me he sentido muy bien. —Habla Teresa agotada, recostando su cara en mi hombro.

— Gracias a ti por haber aceptado hacer tu boda junto a la mía, ve a descansar que pases una bonita tarde, sabes que cualquier cosa me avisas. —Concluyo con una sonrisa, pero estoy asustada, mis manos tiemblan y estoy sudando frío. Gracias a Dios, Teresa y Argenis no se dieron cuenta, ellos se despiden de mí, con un fuerte abrazo y un beso.

Oliver se acerca junto a un hombre y una mujer asiática mayores, pero con él físicos y cuerpos privilegiados.

—Hija mía, tantos años sin verte, perdónanos por llegar tarde a tu boda, pero nos enteramos hace tres días gracias a Oliver que te ibas a casar. ¿Tan malos padres fuimos que no nos invitaste a la boda? — Habla mi padre Zhou con una sonrisa falsa.

—Padre, madre, bienvenidos, me alegra verlos. —Digo haciendo una leve inclinación con la cabeza, estoy decepcionada de Oliver, ¿por qué los llamo?, él sabe que mis padres nunca me han querido y jamás van a estar de acuerdo en verme feliz.

—¿Amor te encuentras bien? — Pregunta Jun mientras besa mi mejilla.

—¡Sí! No te preocupes. Ellos son mis padres. —Le comento de golpe a Jun, él solo sonríe y se inclina en señal de respeto.

—¿Se puede saber cómo mi hija tan insípida enamoró a un hombre como tú? Eres muy guapo y un profesional, ¿qué le ves a mi hija? Porque, hasta estéril, es. — Habla mi mamá con la mirada llena de odio y voz pedante. Yo nunca había podido contarle a Jun que no puedo tener hijos, se me pasó por alto, espero que al saber esta gran verdad no me abandone.

—Muchas gracias, señora por sus palabras, pero Mulan a mi parecer, es mi media naranja, ella es perfecta, y veo que usted no conoce a su hija ni un poquito, ella es inteligente, amorosa, sabía, amable y párele de contar, virtudes tiene a montones, y profesionalmente es una excelente profesora de inglés y dentro de poco va a empezar sus estudios como pintora. Y en cuanto a los hijos eso a mí no me importa, tenemos una hija adoptiva, ya es una mujer, pero vamos a seguir cuidando de ella hasta que nos dé nietos, creo que ustedes la conocen. — Habla Jun con algo de humor e informalmente.

—Qué bonito que hables así de mi querida hija, que triste que no nos pueden dar nietos. —Comenta mi padre con desagrado, sigue metiendo el dedo en la llaga, pienso que el propósito de ellos era soltar esta bomba a Jun y que él me dejara en plena boda al enterarse de que no puedo ser madre.

—¿De dónde conocen ustedes a Jazmín? —Pregunto con asombro por la declaración de Jun, ya veo que ambos hemos escondido secretos.

—Hija, ella vivió con su madre en nuestra casa, su madre era una empleada, tú en ese tiempo vivías en Ningbo. — Responde mi padre mirando a Jazmín, ella viene caminando hacia nosotros con ayuda de Isabella.

Jazmín Llega y ve a mis padres. Luego ve a Oliver y se pone a llorar.

—Señora Li, ¿es usted? ¿Qué hace aquí? ¿Dónde está mi mamá? Dígame. —Jazmín suelta las muletas y se lanza hacia donde mi madre la agarra por los hombros y la zarandea con violencia, es tan fuerte el movimiento que hace que ambas terminen perdiendo el equilibrio y caen en la hierba.