Capítulo 37: Debo hablar con tus padres

----Narrador-----

Mulan y su ahora esposo tuvieron que despedir a todos los invitados, tenían planeado una reunión con las personas más cercanas a ellos, en su casa, pero no pudieron por culpa de este gran imprevisto, que ocasionaron los padres de ella.

Los esposos se van a su apartamento y se dan cuenta de que Jazmín no está. Se cambian de ropa y llaman a Isabella.

—¿Jazmín está contigo? —Pregunta Jun serio.

—Sí, estamos en mi casa, hace una hora se tomó dos analgésicos, pero la veo muy mal.

— Vamos para allá. —Concluye Jun, él toma su maletín en el cual tiene todo ya preparado para atender a Jazmín.

Ellos se van para la casa de Isabella, necesitan hablar con Jazmín, porque ellos saben que Oliver le dijo algo a ella y lo más probable es que ella esté confundida y por ese motivo es que no está aquí con ellos y se fue con su amiga Isabella.

En casa de Oliver, están los padres de la asiática, conversando con él.

—Amigo, yo pensé que ustedes habían cambiado, creí que querían arreglar las cosas con su hija, ahora por su culpa yo quedé mal.

—Oliver, yo extraño a mi hija, pero realmente no sé cómo demostrarle mi amor, ya es toda una mujer, me parece mentira que el tiempo haya pasado tan rápido. Todo lo que hice, lo hice por su bien. —Habla el padre de Mulan, mientras sentado en el despacho, fuma un tabaco.

—Yo realmente nunca he sentido cariño por ella, y todo es tu culpa Zhun, tú siempre sembraste en mí el odio hacia ella y ahora dices quererla, eres un falso. Quiero regresar a China, pero para ya. —Comunica la asiática algo molesta y con la copa en su mano vacía.

—Ustedes deben hablar con su hija antes de irse, ¿no creen? —Dice Oliver.

—¡No!, lo mejor es dejarla tranquila, ella no quiere vernos y todo es nuestra culpa. —Dice la señora mayor con el ceño fruncido.

—Mujer, nos vamos mañana temprano, Yo estoy muy cansado del viaje, ¿Oliver Podemos descansar hoy aquí? —Pregunta el padre de Mulan.

—Claro que sí, ya yo les tenía una habitación preparada

—Gracias, amigo, por entregar a mi hija al doctor Jun, ese muchacho se ve que la ama. Gracias por cuidarla todos estos años, espero que algún día ella me pueda perdonar y también deseo que Jazmín te perdone.

——Gracias Zhun, tu hija es muy buena y se merece un hombre como Jun, él la va a tratar muy bien.

—Espero que no sufra. —Concluye la mujer.

—Flora, por favor, lleva a mis invitados para la habitación qué preparaste para ellos. —Declara Oliver.

Después de tres horas Jazmín ha despertado, Mulan sigue en el cuarto, está sentada en una silla con su teléfono inteligente en la mano.

----Narra Jazmín----

Abro mis ojos y lo primero que veo es a Mulan enfrente mío,

—¿Cómo te sientes mi niña? — Me pregunta ella algo desanimada.

—Bien, pero algo mareada. —Le respondo a media voz.

—Aquí hay un poco de agua, toma. —Dice ella con tono amable.

—Gracias.

Las dos nos quedamos en silencio, casi 5 minutos.

—Mi niña, te debo una explicación, esas personas que tú conoces, son mis padres, estaban en la boda porque Oliver los invitó. Yo llevaba 10 años que no veía a mi padre y a mi madre 16 años, no sé si sabías que yo y mis padres nunca hemos podido tener una buena relación. Ya que ellos nunca me han querido, primero porque no querían a una niña, según ellos son débiles, ellos deseaban eran un varón, otro más, porque yo tengo 3 hermanos mayores, de paso cuando cumplí 15 años se enteraron de que yo soy estéril. —Relata Mulan entristecida, mientras se sienta en el mueble de la habitación y se coloca las manos en la cara.

—¿Eres estéril? Nunca me habías dicho eso. —Digo sorprendida.

—Sí, mi niña, a los 15 años mis padres me iban a vender a un hombre muy asqueroso que quería tener hijos, pero por ser tan feo creo que no tenía una esposa, en ese tiempo a mí todavía no me había bajado el periodo, mi mamá me tuvo que llevar a hacerme los exámenes y ahí fue donde descubrieron que soy de ovario poliquístico. Por ese motivo era que no me bajaba el periodo y también según los doctores voy a hacer estéril y no hay ningún tratamiento para eso.

—¿Ya hablaste con Jun? ¿Estás segura de que no hay ningún tratamiento?

—Mi niña todavía no he podido hablar con Jun, él está un poco molesto conmigo, él se enteró en la boda que soy estéril. Después de hablar contigo voy con él, en este momento tú me importas y mucho. Necesito aclararte que no sabía que tu madre trabajaba para la mía. Porque a los 18 años me fui de mi casa a estudiar a otra provincia. Me acabo de enterar de eso ¡Perdóname!

—Perdóname tú a mí, por siempre actuar sin pensar, me vine para acá y no te avisé, perdóname por preocuparte tanto. —Declaro avergonzada, siempre me pasan las cosas por mi forma de ser tan impulsiva.

—Tranquila, mi niña, de los errores se aprende, de eso se trata la vida. —Comenta Mulan levantándose del sofá y acercándose a mí.

—Gracias por estar ahí siempre a mi lado. — Le hablo con una sonrisa, ella acaricia mi rostro y me abraza, junto a ella me siento protegida.

—Nunca te voy a dejar. Tú eres mi hija del corazón, que eso jamás se te olvide. Eres especial para mí. —Expresa ella, nos abrazamos y Mulan me regala un beso en la frente.

—¿Y dónde está Jun? —Pregunto.

—Él está bien en el apartamento empacando todo. Mi niña nos toca irnos, no podemos quedarnos aquí, porque si no mis padres van a seguir acosándome, ya yo compré el apartamento en Charlottesville. Nos vamos mañana temprano para la nueva ciudad. ¿Tienes algún problema con eso?

—No, está bien, me gustaría empezar una nueva vida en otra ciudad, un cambio, me va a hacer muy bien. —Respondo estoy muy emocionada, a mí me gusta McLean, pero me gusta mucho más la idea de cambiar de aire. En este poblado tengo muchos malos recuerdos que me encantaría olvidar, aunque sé que todo lo que viví son cicatrices que nunca se borrarán.